- Buenas noches - saludó el peliverde al recién llegado.
- Buenas noches Izuku, como te encuentras hoy? - preguntó con una sonrisa el rubio que acompañaba a Todoroki.
- Bien, te presento, él es Kacchan, mi gran amigo -
- Hola Kacchan, soy Neito, Neito Monoma - sonrió.
- No me llamo Kacchan, soy Katsuki, pero Bakugo para ti - respondió de mala manera.
- Kacchan! Neito, en verdad lo siento, Kacchan es un poco -
- Está bien, disculpa mi atrevimiento Bakugo, no fue mi intención -
- Bien, como sea - dijo viendo su teléfono, y tenía cientos de notificaciones de Eijiro con los que se entretuvo el resto de la noche.
La cena pasó tranquila y la subasta dió comienzo.
Muchas cosas absurdamente costosas se ofertaban.
El peliverde había gastado un total de 700 mil dólares, entre cuadros y estatuas, pero claro, todo iría a la caridad.
- Izu - habló el bicolor cuando todos estaban fuera del establecimiento.
- Si, Shou-chan? -
- Iida y yo iremos a tomar algo, quieren acompañarnos? -
- Oh... Kacchan, qué quieres hacer? -
- No podemos, mañana trabajamos y -
- Ay Kacchan... - tomó la cintura del menor y comenzó a caminar, llevándolo con él - No te preocupes tanto, vamos a tomar unas copitas y luego volvemos, si? -
- Bien - dijo dando un suspiro.
Caminaron hasta la limusina del bicolor y se dirigieron a un bar.
- Shouto! Buenas noches, que gusto verte de nuevo - saludó alegremente un hombre mayor dándole un abrazo al bicolor.
- Hola Victor, cómo estás? -
- Muy bien, muy bien, buscabas una mesa para ti y tus acompañantes? - preguntó el de blancos cabellos, moviendo su bigote canoso en cada palabra pronunciada.
- Si, recién salimos de una gala y queríamos tomar algo -
- Oh, perfecto, vengan por aquí, cómo está tu padre? - preguntó caminando a una de las mesas del local.
- Él está bien, trabajando, como siempre -
- Me imagino, debe tomar un descanso de vez en cuando -
- Si... Lo sé, pero hazlo entender... -
- Y tu madre? -
- Ella está bien, igual que mis hermanos, cómo está tu esposa Victor? -
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Solo por dinero - TodoBaku [En Hiatus]
DragosteCuando los padres de Katsuki murieron, dejaron una deuda muy grande, tanto así, que a pesar de que el rubio vendió todas las propiedades heredadas, la deuda no disminuía. Un día, escuchando la conversación de dos desconocidos, descubre una manera de...