Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓

Capítulo 10.

Ella suspira y me muestra una mini sonrisa.

-¿Cuántos hermanos tienes?

-Dos hermanos y una hermana-Luego le explico-, mi hermana y mi hermano mayor viven entre Moscú y Sydney, y luego mi mellizo vive en el piso de abajo de mi edificio.

-Ninguno está solo-Asiente pensativa.

-Jamás, mis padres nos enseñaron eso-Le digo encogiéndome de hombros-, por eso mismo vamos a ver a mis padres a Perth una vez cada dos meses, nos juntamos todos mis hermanos en mi casa de la infancia.

-¿Perth?-Murmura-. Oh, entonces debes conocer a Daniel...

Suspiro al darme cuenta que abrí de más mi super bocota, pero no es como si eso me vaya a reprimir de seguir hablando.

-Lo conozco desde hace veinte años.

-¿Siguieron en contacto?

-Nos volvimos a encontrar hace poco-Le comento-. Luego de esa reunión que tuvimos ambas, más precisamente.

-Por eso Dan estos días estuvo tan raro estos días...-Jadea-, oh mierda, Lando realmente logró acertar con una de sus teorías y ganará una de las apuestas, su pobre novia tendrá que soportarlo.

Una risita se me escapa y la miro divertida.

-¿Qué me puedes decir de Dan?

-Leal, honesto, de los pilotos más lindos de la parrilla, tu no te imaginas cómo sale del box con el auto, es como un orgasmo visual...-Piensa unos segundos y sonríe-, ¡Oh y tiene mi merchandising favorito! Pero eso jamás saldrá de aquí ya que mi novio cree que el suyo es el mejor.

La miro divertida.

-¿Tu novio es piloto?

-Si-Suspira-, en realidad pareciera que todos mis amigos son pilotos.

-Ser piloto es como un detalle para ser tu amigo, ¿no?-Opino divertida.

Ella bufa y hace un puchero como si fuera una niña.

-Le están enseñando a mi hija a andar en karting, Nik, ¿Tu sabes lo que yo sufro?

-¿No estarás dramatizando un poco todo?

La rubia resopla y bebe de su café.

-Solo un poquito.

Veo nuevamente por el gran ventanal de la casa y sonrío orgullosa al ver cómo mi hijo se comporta.

°°°

24 de Abril, 2021.
Londres, Inglaterra.

Miro mi reloj y son la 1 AM, ¿En qué momento? Los papeles delante de mí y las dos tazas de café que bebi son mi toque de realidad. Estoy investigando a todos los policías y todas las personas que trabajan en la estación desde hace unos cuantos días, debo encontrar algo.

Mi celular suena llamándome la atención.

Daniel: Hola, rusa.
Daniel: ¿Qué talle de ropa usa el pequeño?

Miro con una sonrisa el celular y me regaño a mi misma.

Yo: ¿Qué tienes en mente, Ricciardo?
Yo: ¿Me intentarás comprar a través de regalos para mi hijo?
Daniel: La que usa a su hijo de excusa eres tú, cariño.
Daniel: Y no, solo quiero llevarle algo de aquí a mi amigo.
Daniel: A ti te ganaré de a poco.
Daniel: Y de otra forma.
Yo: ¿Qué tan seguro estás?
Daniel: Demasiado.
Daniel: Voy a ir con todo por ti.
Daniel: Te quiero en mi vida, te quiero en mi cama, realmente te quiero a ti y a Damon en mi hogar.