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Lysandro / I / Tokio Sunrise

Lysandro ─ Tokio Sunrise

Ambos dijimos muchas cosas a lo largo de nuestra historia, preciosas mentiras que cuando lo dijimos creíamos que eran ciertas. Pero todos sabemos que el primer amor nunca es para siempre, ¿No?

Tuvimos una historia de amor algo complicada, pasamos obstáculos inimaginables, desde una niñita que te seguía a todos lados hasta la pérdida de tu memoria, pero al parecer la distancia pudo con nosotros.

Intentamos seguir a pesar de saber que no íbamos a funcionar de la misma manera en como lo hacíamos.

Los primeros meses estuvimos hablándonos cada día, tratando de manteneros al tanto de todo lo que pasaba en nuestras vidas, pero el amor se fue evaporando poco a poco cuando los dos nos involucrábamos más en nosotros mismos.

Él fue quien dio el primer paso, habló un poco del tiempo que había estado guardando sus sentimientos, lo mucho que me quería y de lo mal que le hacía estar tan separado de mí.

Traté de buscar una solución, pero ambos sabíamos que era inútil, probablemente yo no iba a regresar a esa ciudad y no podía pedirle a él que viniera cada semana a visitarme.

La relación que habíamos construido fue como un castillo de arena, el cual había sido destruido estrepitosamente por una ola de mar.

Nos fuimos apagando poco a poco y me culpo por no darme cuenta antes de lo que estaba pasando en mi relación, cada día sin atender era una chispa menos, una grieta al corazón más.

Recuerdo el día en que terminamos, como si fuera una película, toda la noche no dejó de llover, estaba tan... triste, no dejaba de pensar que yo había sido la culpable de que lo nuestro se terminara... pero siendo completamente honesta, ¿Qué relación a distancia a los 18 era completamente estable?

Cada que pasaban los meses fui perdiendo un poco de él, la sudadera que había dejado en su última visita, a pesar de haberla guardado en el fondo de un cajón perdió su aroma, cambié de celular y con esto todos los mensajes, el registro de llamadas y fotos que tuvimos.

Era como si nunca hubiera existido en mi vida. Me sentía adolorida por una deuda que nunca fue pagada, a pesar de no tener recuerdos completamente físicos de él, me seguía aferrando a la idea de que, estábamos hechos para estar juntos.

Me enteré poco tiempo después de que se había ido de la ciudad.

¿A dónde habrá ido?

Tal vez había ido de intercambio a otra ciudad... a otro país... Tal vez se había ido a Tokio y yo no estaba enterada.

Traté de seguir con mi vida, lograba que en el día ignorar mis pensamientos, pero en la noche era lo único que me mantenía despierta.

Después de muchas noches en vela, llegué a la conclusión que, algún día, veríamos juntos el mismo sol ponerse en el atardecer.

No importaba a donde sea que vaya, incluso si es tan lejos como Tokio, estoy segura de que lo veré de nuevo.

El amor que formamos nunca se iba a marchar, sea como sea, lo veré de nuevo.