Capítulo 3

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Harry

«¿Qué me sucede? ¿Ahora no puedo dormir?»

Pasé una noche inusual. Luego de volver de la lechucería no pude pegar un ojo. Normalmente es porque tengo pesadillas, pero esta vez no tenía nada que ver con eso, sino con lo bien que se sintió tener una charla tan honesta con Pansy Parkinson. No sabía que podía ser tan agradable.

Apoyo mis pies en el suelo y sonrío como un tonto. No he dormido nada y, sin embargo, no puedo dejar de sentirme revitalizado. Pero no todo se siente tan bien, algo me preocupa: tuve un recuerdo, uno muy vívido en donde estaba con Pansy. Recuerdo sus ojos, su cara cerca de la mía, sus labios... Pero estoy bien seguro de que ese encuentro nunca sucedió.

«¿Qué me pasa? ¿Por qué me asaltan estas imágenes de nosotros, Parkinson?»

Aspiro fuertemente todo el aire que mis pulmones pueden absorber y me levanto de la cama. Es mejor no concentrarme en esas cosas, lo sé, pero no puedo dejar de darle vueltas al asunto. Quizás no haber dormido nada me haya jugado una mala pasada.

Mejor me voy a desayunar.

Veinte minutos después en el Gran salón:

—¿Te sientes bien, Harry? —me preguntó Hermione que había dejado de leer un instante su libro de "Encantamientos para 6º año" y se había fijado en mi que estaba tan absorto en mis pensamientos que no la escuché hasta un tiempo después—. ¡Harry! —volvió a llamarme.

—¿Eh? Sí, estoy bien.

—Ha estado distraído toda la mañana —comentó Ron mientras hincaba sus dientes en la segunda rebanada de pastel de chocolate—. Creo que anoche ni siquiera pegó un ojo.

—¿Es cierto eso, Harry? ¿Estás preocupado por algo? ¿Tuviste una nueva visión de quien-tú-ya-sabes? —Hermione me hacía preguntas una tras otra cada vez más preocupada.

—¡En serio, estoy bien, Hermione! —la tranquilicé—. Es solo que he tenido la extraña sensación de que olvidé algo y no sé que pueda ser.

—¡Oh! Solo es eso —me dijo con alivio—. Quizás te convendría tener una recordadora —me recomendó prudentemente, asentí para restarle importancia, entonces ella se volvió a concentrar de nuevo en su libro de encantamientos y dio por olvidado el asunto.

Era extraño, pero no podía dejar de pensar en Pansy Parkinson y no tenía idea de porqué mi mente insistía tanto en esos recuerdos tan borrosos que había tenido por la noche.

Desde que volví a verla, mi cabeza ha estado inquieta tratando de recordar algo, pero no he podido resolver qué.

«¿Quizás pasó algo y lo olvidé? ¿Debería preguntarle?».

Mientras mi mente divagaba haciéndose preguntas, mis ojos buscaron a Pansy en la mesa de Slytherin y la hallaron hablando con Daphne Greengrass y Draco Malfoy, simultáneamente.

—¿Qué estás mirando?

Ginevra me sorprendió abrazándome por detrás y apoyando su cara en uno de mis hombros.

—Nada, solo memorizaba un encantamiento. —Sé que le mentí, pero no podía decirle que estaba mirando a Pansy. Habría mucho que explicar y no estaba de ánimo para hacerlo.

—Está bien, suerte con eso. Yo estaré toda la semana ocupada, me pondré al día con los entrenamientos de Quidditch y me reuniré con algunos compañeros para estudiar.

Aquello no me resultó extraño, Ginny siempre estaba planeando salidas y grupos de estudio con sus compañeros. Lo único que me molestaba era que seguía en contacto con Michael Corner, su ex novio de Ravenclaw con el que parecía llevarse mejor que nunca.

«Odio» 2da parte - FinalizadaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant