Capítulo 2

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Minutos antes de llegar, se colocaron sus túnicas. Ron y Hermione —en su segundo año como prefectos— se pusieron de acuerdo para ir al compartimento en donde se hallaban el resto de los prefectos y delegados para recibir las indicaciones de ese año.

Detrás de ellos, Harry salió del compartimento con su mochila para adelantarse hacia las puertas y esperar a que sus amigos terminaran de alistarse. Caminó un par de pasos cuando sintió que unos ojos lo observaban con intensidad. Miró a un costado y vio que en el interior del compartimento de al lado se hallaban Astoria y Daphne Greengrass, acompañadas de Pansy Parkinson. Pansy lo miraba directamente a los ojos como hipnotizada, pero apenas él le sonrió y la saludó tímidamente, ella abrió los ojos con incredulidad y escudó su cara tras las páginas de un libro de pociones.

Harry se sintió un poco confundido por la reacción, pero no le prestó más atención de la necesaria y prosiguió su camino. Daphne, que había observado todo, comentó:

—Sé que Potter está muy sexy este año, Pan, pero, no estarás pensando en preparar amortentia para él, ¿verdad?

—¿Eh? No, ¿de qué hablas? —se sobresaltó Parkinson, rascando su nuca con incomodidad.

—No sé, quizás esa miradita que le echaste no me pasó desapercibida...

—Daph... es Potter, ¿por qué me interesaría en él?

—¿Por qué no? Es uno de los chicos más populares de nuestra generación, le falta un poco de clase y un estilista... pero no está nada mal —resolvió con cierta picardía la rubia. Luego viendo la preocupación en el rostro de su compañera, añadió—: Pero haces bien en no fijarte en él, después de todo, es un Gryffindor y eso no le caería nada bien a nuestros compañeros. Bien por ti, Pansy. Me alegro de que no te guste.

Luego de remarcar aquellas últimas palabras, Daphne se levantó y se retiró del compartimento, agitando su larga y rubia cabellera.

—Yo creo que si te gusta está muy bien —murmuró Astoria que seguía a su hermana hacia la salida y aprovechó que ésta estaba algo lejos de ellas para poder hablar—. Potter es un chico lindo y, si te gusta, está bien. Creo... creo que no debería importarte nada de lo que diga el resto.

Mientras las hermanas Greengrass se alejaban por uno de los pasillos del tren, Pansy continuaba sentada en su lugar, sopesando las palabras de las chicas y sus propios sentimientos. Harry Potter había despertado en ella un sentimiento profundo y latente que parecía no querer abandonarla nunca. No importaba cuántos meses estuvieran separados, ni todo lo que ella hiciera para borrarlo de su mente y su corazón: cuando volvía a verlo era como si una bomba nuclear impactara contra su pecho. No podía huir de lo que sentía por él.

 Instantes después, todos los alumnos descendieron del tren, subieron a los carruajes y se dejaron llevar hasta Hogwarts

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Instantes después, todos los alumnos descendieron del tren, subieron a los carruajes y se dejaron llevar hasta Hogwarts. Afortunadamente, a partir del momento en que pisaban el suelo del colegio, era Hagrid quien se encargaba del equipaje, por eso Harry se sintió aliviado de no tener que cargar con el pesado baúl, en tanto, Ron respiraba agradecido por no tener que seguir escuchando a Hermione quejarse por algo que todavía no había pasado.

«Odio» 2da parte - FinalizadaWhere stories live. Discover now