Capitulo 18 Kakyu

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Mina estaciono el auto. Parecía bastante tranquilo, pero en cuanto bajo del auto pudo escuchar la maquinaria, lo que no entendía era ¿Qué hacia ese portón improvisado rodeando la obra? Seguramente era necesario para mantener lejos de los ladrones la maquinaria y el material. Se recargo un poco en el auto pensando en aquella junta que acababa de tener con su jefe. No es que no fuera una buena idea, pero ¿Qué era aquello de terminar su programa para unirlo con el de Serena? sabía que si la televisora lo proponía era porque era bueno para ellos, pero ¿Y ella? ¿Dónde quedaba su individualidad? Apenas comenzaba y no quería que se murmurara con que no había sido capaz de mantener un programa a flote ella sola y para habladurías ya tenía bastante con ser una "Quita novios" como la hacían llamar.

Sin duda era un día bastante complejo y lo único que necesitaba era un buen apapacho de Yaten y quizá una cena romántica, pero ni siquiera lo había encontrado en su oficina. El sol estaba bajando y debía darse prisa pues el lugar estaba bastante solo, por suerte su secretaria le había dicho que él había ido a revisar la obra de una casa y dado que su casa era su único proyecto habitacional debía estar ahí.

—Buenas tardes —caminó hasta llegar al hombre joven que estaba en la entrada— Disculpe vengo a buscar al arquitecto Black —sonrió amable.

—Ah lo lamento, no me informaron que dejara entrar a nadie señorita —sonrió el hombre— cuestión de seguridad —aclaró cuando vio el rostro incrédulo de la joven.

Mina sonrió algo divertida, si algo había conocido de los hombres es que muchos eran fáciles de manipular con una sonrisa y una voz cálida— Claro, pero no tengo porte de peligrosa —jugo un poco con su cabello mientras le sonrió— Quizá tú mismo pueda escoltarme... —hizo una pausa como preguntando su nombre. Era su oportunidad para ver la casa y no la dejaría pasar.

—Hin... —sonrió el hombre alagado ante la hermosa mujer.

Apenas estaba a punto de doblar la esquina hacia la improvisada caseta de vigilancia cuando la vio, tan dulce y hermosa, pero coqueteándole a ese pobre chico. Por suerte ella aun no lo veía gracias al portón semi abierto. Caminó hacia la salida guardando su celular, abrió de un golpe el portón— No te preocupes ya no hay necesidad de que le sonrías ya estoy aquí...

Aquel joven dio un brinco de muerte que lo dejo pálido— Arquitecto...

—No te preocupes —le dijo al joven con una sonrisa. Si bien también se había asustado un poco, era mejor no aparentarlo, volteó a ver a su novio— Hola amor... —se acercó para darle un beso en los labios.

Saludó del mismo modo a su novia— Gracias Hin hiciste un buen trabajo, nos vemos luego —la tomó suavemente del brazo para llevarla de nuevo al auto— ¿así que ahora quieres coquetear con mis empleados?

—¡¿Qué?! No, para nada —dijo un poco sonriente— Pero espera, ¿Por qué tanta prisa? —lo detuvo— Vamos, quiero ver cómo va todo

—No, Mina —dijo tajante— aún es obra negra, no puedes entrar a un lugar así

—Bueno, entonces solo la veré por fuera —insistió sin percatarse mucho de su modo tajante que escondía su molestia— es decir ¿Cómo es que ni siquiera la dueña puede entrar?

—Mina por favor, aun es obra negra, no la vas a poder disfrutar. Cuando este más avanzada vendremos, ahora por favor sube al auto y adelántate al departamento —por fin habían llegado al auto extendió su mano para que le entregara las llaves.

—¡Ah! No es justo Yaten —le arrebato las llaves más que molesta decepcionada de no haberse salido con la suya.

—¿No es justo solo porque tú lo dices?, Mina por favor, haz lo que te estoy pidiendo

Estrellas y Una ApuestaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin