Para Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa.
Una llamada...
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—Desde el sexto mes de embarazo, el bebé experimenta un nuevo desarrollo 'asombroso'. La altura y el peso aumentan muy rápidamente. Al inicio del mes, el bebé mide unos 26 centímetros y pesa unos 375 gramos. Y al final del mes crecerá unos cinco centímetros, su peso entonces ascenderá un promedio de 660 gramos. —explicó Collins de manera más detallada a Samantha, quien con la ayuda de la madre de su esposo se levantó lentamente para buscar una mejor posición y escuchar con más atención las palabras de su ginecóloga y obstetra—. El bebé está empezando a desarrollar gradualmente un ritmo de sueño-vigilia.
—Lo he notado al acostarme para descansar o dormir. —comentó Samantha, formando una sonrisa—. Caso contrario cuando estoy en movimiento, se queda inerte.
—Son acciones normales, esa actividad se retraso unas pocas semanas pero no indica que nada este mal, simplemente cada cuerpo es diferente. —tomó una de las manos de Samantha—. Tu embarazo tiene riesgos, por lo cual debes...
—Mantenerme calmada y evitar tener emociones fuertes. —terminó Samantha por Collins—. Lo sé muy bien, trabajo cada día en ello. Aunque nada parece estar completamente bien en esta casa.
—Pronto lo estará, cariño. —Emilia tomó la mano libre de Samantha—. No estás sola, y rezo a Alá para que mi hijo se recupere.
"No conocemos el momento exacto en que va a despertar, pero los órganos dañados por las balas se están recuperando gradualmente, lo que nos genera una leve esperanza que pronto despierte".
El pronóstico del día a día durante las primeras semanas era igual, las mismas palabras dichas por el personal médico.
Se repetía a sí misma que mantuviera la fe y la esperanza viva, pero era difícil no perder un gramo de ella cuando veía a Malik inerte en una cama, sin ni siquiera poder mover un pulgar.
Jamás se la pasaba sola, y de algún modo ahora ya no le ayudaba a sentirse mejor.
Veía las sonrisas que entre cónyuges se comparten, las mismas que ella tenía. Hasta que todo pareció esfumarse.
La provocaba un sentimiento de soledad.
No lo diría en voz alta, por qué todos tenían sus propios problemas como para encargarse de su sensibilidad y egoísmo al esmero que todos ponían.
Su mente se enfrascaba por si sola en sus pensamientos, a pesar de que escuchaba vagamente como Collins le contestaba a Emilia sobre las pastillas que no debían faltar en su rutina.
—¿Me escuchas, Samantha?.
Ella recuperó su compostura. —Sí.
—Decía que desde mañana iniciaremos con un entrenamiento intensivo de suelo pélvico, lo cuál es una preparación para el parto. Ayudará a aliviar un poco la presión de tu espalda, al igual que algunos de tus órganos como la vejiga y el útero, que sufren cambios de posición.
