Leyendo: Fate Journey

¿Capitulo 1?

El tiempo pasa tan rápido.

Y cuando nos hemos dado cuenta de ello, ya han transcurrido dos años.

Dos años han pasado desde que se libro el evento bélico conocido como Guerra del Santo Grial.

La Guerra del Santo Grial era un ritual que fue creado en la humilde Fuyuki por tres de las más prestigiosas familias de Magos en la historia; los orgullosos Tohsaka, los casi extintos Makiri, y los enigmáticos Einzbern.

El propósito para crear tal ritual era abrir un sendero para llegar al origen del todo, la Raíz. Pero a diferencia de los Tohsaka y Makiri, los Einzbern tuvieron otras intenciones detrás de sus acciones, ellos lo hicieron con el afán de recuperar lo que su familia perdió hace muchos eones, la taumaturgia más recóndita, la Tercera Magia.

Originalmente la batalla consistía en que siete magus invocarían a siete servants, héroes de ficción o la realidad, todos y cada uno traídos de diferentes tiempos a luchar ya sea por propia voluntad o como un mero familiar encarcelado. Cada uno estrictamente bajo una clase que se caracteriza su leyenda, hasta que solo un equipo quedará, aquellos que no peleen, no sobrevivirán. El más fuerte reclamará el Santo Grial, un objeto pseudo omnipotente que era el premio para los vencedores, y que concedía cualquier deseo ya sea para bien o para mal.

Una aberración que ha sido un evento principal a lo largo de las décadas que solo a traído desgracias a los que participaban en ellas, donde diferentes personas emplearon miles de tácticas para darse con la victoria. Sin embargo, vamos a concentrarnos en uno en especificó.

El momento en el que todo el mundo dio su primer a la desgracia.

La Tercera Guerra del Santo Grial fue diferente a sus predecesoras; en esta, los Einzber haciendo usos de sus recursos y conocimientos sobre el sistema de invocación lograron traer algo que no debían.

Nadie tendría palabras si ellos lo contemplarán ... El símbolo de la maldad, cuya oscuridad no tenía igual.

El trae el despecho de los idealistas y de aquellos que se aferran a sus mas grandes deseos o fervientes ideales.

Una herramienta que concederá el poder suficiente para superar cualquier obstáculo o calamidad, solo para aquellos que tengan un deseo tan justo y puro como el cristal más brillante.

El Rey de los Daemons.

El diezma a los malvados con una daga endemoniada forjada en el centro del caos primigenio otorgándole la oportunidad de ostentar el odio de la humanidad.

Una leyenda que se convirtió en el legítimo Dios Persa de la Oscuridad y contrario de Ahura Mazda a expensas de su libre albedrío.

Un precio a pagar por el bien de su pueblo....pero eso ya no importaba.

El pago un precio mayor por cumplir su cometido, un martirio maligno pero honesto.

Aunque su poder provenía de aquello mismo que trato aniquilar, su alma equivalía incluso a la supremacía de la maldición más venenosa; para erradicar al mal hay que ser un mal mayor.

Cuando la maldad de todo la humanidad analizo el corazón de este aspirante a "portador", lo reconoció como alguien digno para ser su huésped.

Aquel que está destinado a ser la encarnación de todos los males de la humanidad.

Este individuo ya no podía considerarse un humano en toda regla. Un ser que aniquilaria todo por tan solo proteger la luz pura que alguna vez fue testigo de si ser.