En esta historia la familia Harrison y la familia Martines, planean unir a sus hijos en matrimonio. la familia de Gissel quieren tener un yerno que pueda hacerse cargo de las empresas que poseen y por otro lado la familia de Taylor desea esta unión...
Tengo tantas ganas de comprobar algo que no me detengo, me pongo en cuclillas y lo beso al sentir sus labios la noche anterior aparece en mi mente como si con él fuera la persona con la que me acosté.
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Me separo algo asustada porque mi razonamiento no cree que pueda ser él, mientras mi corazón me repite una y otra vez que es el hombre misterioso de ayer.
-¿Tú... Fuiste a una fiesta ayer? - mis palabras suenan mas a reclamo que a una pregunta.
-¿ Porque? ¿Me extrañaste ayer que no estuviste aquí conmigo?- su sonrisa se agranda y me arrepiento de a verle preguntado, me alejo de él convenciéndome que Taylor no es el hombre misterioso. Soy tomada del brazo y llevada hasta sus labios.
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Por mas que haga el intento de zafar me, no lo puedo lograr y una parte de mi anhela sus besos, desea algo mas que solo un beso o una caricia.
-Hagas lo que hagas, no podrás olvidarme. -sus palabras son un susurro en mi oído y me molesta admitir que él tiene razón, no puedo olvidarme de Taylor.
-Suelta me o volveré a golpearte. - mis palabras se escuchan muy segura aun que yo no este tan convencida.
Al estar en mi cuarto mis lágrimas aparecen consumiéndome por completo. Aunque recuerde todo el daño que me ha hecho no logro odiarlo o llegar a olvidarlo y esto me esta haciendo daño, tengo que separarme de él lo antes posible, aunque eso me lastime mas a mi que a Taylor.
Después de ese día me mantuve lo mas alejada de él, para no sentirme tan mal a la hora que se firmen los papeles de divorcio.
Mi prima paso conmigo una semana y después se marcho por cuestiones del trabajo pero me prometió que volvería después de todo se a encariñado con David y él de ella.
Me encuentro nadando en la piscina dejando que el agua fría calme mi cuerpo, mi cuerpo se encuentra en total calma pero la tranquilidad no duro mucho tiempo cuando escucho que algo cae al agua, busco el objeto pero me sorprende ver a Taylor nadando hacia mi. Mi cuerpo se asusta y comienzo a nadar en sentido contrario a él, estando a unos pocos centímetros de la orilla soy sujetada de la cintura.
-¿Porque has entrado con todo y tu traje?¿ No piensas regresar al trabajo?- apenas es el medio día no creo que no vaya a la oficina.
-El trabajo puede esperar pero mi esposa no. -me abraza dándome un rápido beso, me encuentro absorta en su calor, en su tacto y sobre todo en sus besos.
Su manera de actuar conmigo a cambiado desde la primera vez que hable con él sobre el divorcio en el despacho, pero aun así me obligo a no confiar mucho en él.
-Para mi, tú puedes esperar mientras yo voy de compras. - me alejo de él y salgo de la piscina.
No miento tengo que ir al centro comercial y comprar un regalo para las princesas de Rebeca, cada vez que voy a visitarlas tengo que llegar acompañada de regalos para ellas, así que me arreglo y me pongo en marcha.
