Capítulo 110 "Milngavie"

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Mañana siguiente. 

Leila, me ha dejado mi nueva identificación, no sé cómo se las ha liado para poder cambiar mi foto y la nacionalidad. Le di todo el agradecimiento posible, para que creyera que realmente estaba agradecido por tener una nueva identidad, y una nueva nacionalidad Zain Milngavie, australiano. ¿Realmente era necesario que tuviera su apellido? 

-¿Qué te parece, cariño? - traté de ocultar la mueca - He dejado el apellido de mi padre, de esa forma cuando nos casemos, pueda mantener mi apellido, ya sabes cariño... La influencia del apellido de mi padre es todo para mí, y es algo que te beneficiará completamente. 

La noche fue bastante larga, Leila no se despegaba ni un segundo de mi lado. Pero era mi momento, los planes iban por muy buen camino. 

Dormí profundamente, pensando en cómo sería el día de mañana y cómo todo comenzaría a cambiar. Durante la hora de almuerzo, Leila se marchó, iría al spa con unas amigas, y regresaría durante la tarde noche, para preparase para ir a una fiesta conmigo. Era el día perfecto. 

Repasé todas las etapas de mi plan detalle al detalle. Al momento de escapar, necesitaba la coartada perfecta para escapar sin ser visto, para poder marcharme de aquí sin dejar registro, sin dejar un registro de que Leila pudiera seguirme, e incluso, debía asegurarme de que hubiese testigos de mi presunta muerte, y una que otra pista que pudiera dar indicios a que realmente rastros de mi se encuentren para confirmar mi muerte. 

El plan era descabellado, pero sigo totalmente desesperado. Luego de los encargados del aseo dejaron la casa impecable y se marcharon del lugar, quedé completamente solo, bajé a buscar todo lo necesario, tratando de no dejar rastros de nada y ninguna pista para seguir. Subí a la habitación, entré al armario, dejé una de las notas que escribí cerca de un estante, rompí una de las esquinas. Desordené un poco el alrededor, y saqué efectivo del escondite de Leila, saqué una pequeña cantidad, ya que no quería levantar sospechas. Me preparé totalmente. Y a la hora indicada en el reloj de pared, comencé... Desordené la habitación, comencé a dejar golpes y marcar heridas en mi cuerpo. Abrí los frascos y comencé con el primero, dejando sangre desde el baño, al armario, y del armario hacia la terraza. Hice una cuerda, con las corbatas y ropa del armario, rompí el vidrio de la ventana que daba hacia la terraza, llamando completamente la atención del guardia, me aseguré de que este contemplara realmente mis intenciones de quitarme la vida, lo escuché hablar por el radio, y subiendo directamente hacia la habitación.

En el momento en el que este apareció, lo ataqué por sorpresa, golpeé fuertemente su cabeza, cayó directamente al suelo, y traté de que pareciera una pequeña pelea entre los dos, desgarré un poco su ropa, dejé un poco de sangre sobre su camisa, y comencé a dejar los rastros, era increíble como pude juntar tanta sangre durante todos estos días, esto seguramente parecía una escena del crimen. Me alejé a la dirección contraria del rastro de sangre. 

Corrí lo más que pude, el tiempo era escaso, seguramente muchas personas iban de camino a la casa, incluida Leila. Me dirigí hacia mi otro destino, hacia un sector bastante abandonado, donde con el pequeño esfuerzo y la poca libertad que me dio Leila, logré encontrar un auto, bastante malgastado y oxidado, junté los elementos que tenía preparados. Aún me quedaban rastros de sangre, los dejé por todo el alrededor, llegué hacia el camino que había marcado, había una pequeña calle que unía el patio de la mansión de Leila con la calle principal de la playa. Llamé la atención de la gente, aunque a esa hora y durante ese día no había la cantidad de personas que esperaba. De todas formas, llamé la atención de muchas, tenía el auto con mucha gasolina, todo preparado para el golpe final, escapé antes de que todo comenzara, dejé el automóvil andando, a toda velocidad, la gasolina en cualquier momento haría una enorme explosión. El automovil en el que supuestamente iría yo, está repleto de mi sangre, aunque eso no será ni necesario, ya que no quedará rastros de nada, ni menos en el fondo del mar. 

Todo ocurrió muy deprisa, la gente comenzó a llamar enseguida a las autoridades, había un caos total. Me alejé de ahí, me deshice de todo lo que podría llamar la atención, traté de arreglar mi apariencia, y me alejé de aquel lugar, lo más rápido posible. Solo tenía una dirección en mente, y esa dirección no me podía fallar. Debía llegar a la embajada. 

Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}Where stories live. Discover now