Encuentro

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Izuku Midoriya corría tan deprisa como sus delgadas piernas le permitían, sabía que si no lo hacía estaba acabado.

Sonrió, lleno de una extraña esperanza cuando perdió al grupo que le seguía, y logro encontrar un callejón. Se escondió tras un bote de basura, tapando su boca con una mano mientras con la otra trataba de cubrir sus ruidosos latidos, aguanto la respiración cuando aquellos chicos pasaron cerca y finalmente suspiro cuando dejo de escucharlos.

-Casi- susurro, manteniéndose quieto. Sus adoloridas piernas no le permitirían moverse por unos minutos.

Arrugo la nariz y finalmente comenzó a observar detenidamente donde se encontraba. 

A su lado había un cuerpo.

Tapo su boca y se arrastro hasta chocar con el bote de basura que le había ocultado. 

Temblando como loco, trato de ponerse en pie, pero el cansancio más el miedo que sentía en ese instante le impidió si quiera gritar por ayuda. Se mentalizo y analizo la situación, no podía sacar conclusiones tan apresuradas. Volvió a observar su alrededor y encontró un pequeño rastro de sangre que llegaba hasta un lugar bajo las fundas de basura que cubrían a quien fuera que se encontraba frente a él.

"Esta herido" pensó, "o...o peor" se alarmo.

Se arrastro hasta quedar cerca del inmóvil cuerpo y lo descubrió con cuidado hasta finalmente poder verle. 

Era un hombre, lleno de cicatrices, con cortes frescos en el rostro y demás partes del cuerpo. Para su alivio, aun respiraba.

 -A-Ayuda, necesita ayuda- susurro, tratando de darse valor, se levanto de golpe y volvió a caer  por el fuerte jalón que le dieron.

-Te matare si llamas a alguien.

Abrió aun mas sus ojos, asustado y preocupado. Suponía el "tipo de persona"  que se encontraba frente a él, precisamente por eso tenia un dilema en su interior sobre lo que debía hacer.

-Entonces....¿Qué pasará con usted?- pregunto, más para sí mismo que para el sujeto que le tenia acorralado -Si le dejo y me marcho, sus heridas se infectarán y morirá. El tratar de moverse solo, sin un lugar fijo al cual ir, tampoco es una opción. ¿Solo se quedara en este lugar y esperara? ¿Qué se supone que espera-?

Tuvo que detenerse cuando el sujeto encendió una llama cerca de su rostro. El pelinegro se levanto, ignorándole  y caminando como si no estuviera escurriendo sangre de su ropa. 

Izuku toco con cuidado su rostro, sintiendo aun la calentura de la llama. Se coloco de pie nuevamente y corrió hasta quedar a lado del desconocido. Con atrevimiento, tomo su brazo herido y lo obligo apoyarse contra su cuerpo.

-Me das miedo- confesó, evitando mirarle -Por eso voy a ayudarte y luego voy a huir.

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Dabi vio con recelo al mocoso pecoso que llevaba casi tres minutos mirando sus heridas. En las manos más pequeñas, habían gasas y demás cosas que no sabia de donde diablos había sacado. Volvió a encender su fuego cuando el chico nuevamente trato de realizar un movimiento, solo esperaba a que se cansara rápido para poder irse de ese lugar.

-N-No haga eso, empeora tus heridas- "Eso ya lo sé mocoso irritante, precisamente por eso no puedo asesinarte" -Solamente déjeme curarle y no le volveré a tocar, ¿si?

-No lo necesito, si continuas moviéndote saldrás de aquí con todo ese horrible cabello hecho mierda.

El chico frente a él ni se inmuto, y no esta hablando de físicamente, porque obviamente tembló, de lo que habla era de esa mirada llena de decisión. No parecía querer cambiar de parecer.

-¿Acaso eres idiota? Bien, si tanto quieres morir- Se levanto, evitando mostrar su incomodidad y trato de agarrarlo del cabello. El estudiante le evito, retrocedió torpemente mientras le veía minuciosamente de arriba abajo -Quédate....quieto.

-Escuche, pierde sangre con todo esto, solo déjeme hacerlo por usted. Por favor.

Se había quedado sin energías. No quería estar inconsciente con un desconocido, se resigno a dejar que le curara mientras mantenía su cuchillo oculto.

Las heridas, no sabía si lo que hacía el chico estaba bien. No sabía la cantidad de sangre que había perdido y ese color pálido en el rostro contrario le repudiaba, ese chico estaba tan aterrado.

Los ojos contrarios sobre él, le incomodaban. Los pequeños susurros que soltaba le hacían doler la cabeza y ni hablar de esa aura de inocencia que le hacia desconfiar. Estaba lleno de estrés, pero, pero no podía matar al mocoso.

No tenía las fuerzas para deshacerse del cuerpo.

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Cuando acabo con sus brazos y abdomen le miro un instante. No podía simplemente pedirle que se quitara los pantalones. Evito pensar en eso y se acerco a su rostro, comenzando a limpiar mientras trataba de buscar las palabras para decirle que, tenia que curar sus piernas y su pantalón estorbaba.

Se detuvo en seco antes de sacar el valor para hablar un poco preocupado.

-Y-Yo, creo que se va a caer....bueno, realmente no lo sé pero se ve muy doloroso y-y....lo siento, no debí obligarle yo-

-....Sácalo- ordeno el pelinegro, viendole fijamente y haciéndole bajar la mirada apenado. Le escucho chistar fastidiado antes de moverse hacia la zona, al parecer arrancaría la grapa que estaba colgando.

Izuku tapo la zona, con las manos temblándole y su mirada llena de horror -Y-Yo lo haré, yo lo hare.

¿Le dolía? Seguramente estaba acostumbrado, después de todo, su cuerpo entero tenia varias de esas pequeñas agarraderas de metal. Pero eso no evitaba hacerle sentir mal, no era lastima, era la pena de no poder ayudarlo más. La pena de sentirse inútil después de profesar que le ayudaría. Al final parecía que todos tenían razón, jamás sería de ayuda para nadie.

No escucho queja alguna y al final entrego el pequeño metal con la mano aun temblosa, antes de regresar a su trabajo con la cabeza hecha un desastre.

AoWhere stories live. Discover now