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Deriva

Se sentía como un completo idiota, había desaparecido sin avisar y ahora ya no lo encontraba. ¿Por qué no quiso mostrarle ese lado patético? Ya había visto tantos, no hacia gran diferencia uno más.

Se abrazo y oculto su rostro, podía sentir como se enfriaba su rostro mientras pasaban los segundos. Pero era terco, se sentía culpable y odiaba no haber pedido más información.

Se sentía solo.

Ese sentimiento ya lo conocía pero ahora dolía más porque era casi como si fuera nuevo. ¿Qué hacía si no lo volvía a ver? ¿Solo lloraría y se sentiría miserable para luego regresar a como era antes? Era deprimente que su cerebro trabajara mientras pensaba en como continuaría su vida sin que la perdida de Dabi influenciara en ella.

-....Que asco.

"Solamente alguien como yo puede pensar de esta manera tan retorcida, tal vez esto es lo que ve Katchan en mi, este lado asqueroso que piensa sin tener en cuenta los sentimientos de los demás....un lado tan egoísta"

-¿Que es lo que da asco?- pregunto Dabi, encendiendo su llama y apagándola para tomar sus manos y transmitirle calidez -Mierda, estas helado ¿Qué tan descuidado puedes ser?

-....¿Eres-?

-¿Que clase de pregunta es esa? Estoy frente a ti y- 

Midoriya soltó sus manos y le toco el pecho con cuidado, suspiro con dificultad y se encogió mientras lagrimeaba.

-......L-Lo siento, soy un idiota....te deje, lo siento...no debí...ngh....Dabi...perdóname.... 

Lloro, temblando de frio mientras se cubría el rostro avergonzado.

-.....Mira como lloras, jamás en mi vida vi un niño tan llorón. Vamos detente, si continuas pondrás más roja tu nariz- respondió el mayor, jalando su cabeza hasta apoyarla contra su pecho. Izuku se aferro a las ropas negras y trato de calmarse entre hipos y temblores -Ya esta, no pensé que me fueras a extrañar tanto.

-Pues claro que sí, no es tan fácil. No soy alguien sin sentimientos que se olvida de las personas, no lo soy Dabi ¿verdad? Dabi...yo no-

-No, no lo eres. Eres un sentimental, no puedes simplemente ignorar la presencia de los demás, esa gran cabeza tuya es lo suficiente problemática como para permitirte pasar del resto.

Eso lo toco, por un momento pensó que el hombre que le abrazaba era lo suficiente increíble como para ser un héroe. La manera en la que le hacia sentir en paz, la manera en la que le había salvado de ese agujero mental lleno de negativismo, eso era un nivel de heroísmo asombroso que acababa de descubrir y no podía simplemente no admirar.

-Oye, ¿te dormiste?- Negó ante su pregunta y se separo con cuidado. Le miro, como si fuera la primera vez que le veía en toda su vida y se avergonzó por la manera tan infantil que tenia de confiar y admirar a los demás. -Ahora ¿Por que no me das algo de comer?

Sorbio su nariz, tratando de limpiar su rostro mientras tomaba su mochila y sacaba una lata tibia de leche chocolatada. Se acerco y abrió una de ellas para tomar un poco, la entrego y se recostó contra su hombro, estaba adormilado y adolorido pero no quería alejarse.

-Esta bien, hoy andas extraño- comento el pelinegro, jugando con su encendedor mientras tomaba de la lata.

-Dabi también. Hoy no grito, incluso me abrazo. ¿Eso no quiere decir que es un buen día?

-¿No eres muy conformista?

-No lo sé, por ahora me gusta esto. Tal vez después no sea suficiente y me vuelva más codicioso.....¿Eso te molesta?

-....Realmente, no lo sé.

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Dabi le cargaba con cuidado, Izuku tarareaba suavemente mientras mantenía cerrados sus ojos. 

Estaba siendo mimado, pero en ese momento no se estaba atormentando por eso, solo estaba dejándose llevar, literalmente. Señalo otra dirección, mientras pasaba sus dedos por las grapas del pelinegro.

-¿Estas mirando hacia donde nos llevas?

-Dabi, ¿no te duele el cargarme?

-...No, eres muy ligero. Deberías de comer más.

-Mi casa esta pasando esa calle- respondió, mantenido su mirada en la nuca de quien le llevaba con tanta lentitud y cuidado -No vas a desaparecer ¿Cierto? Puede que sea molesto pero si hay alguna manera en la que pueda asegurarme de que-

-No, eso no te concierne.

Midoriya se encogió, sentía que estaba siendo una molestia pero ese temor y dolor en su pecho no desaparecía. 

-Esta bien- respondió.

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Dabi no volvió a desaparecer, sin embargo su miedo continuaba. Era horrible, esa manera en la que pensaba que estaba dependiendo del otro, trataba de no demostrar lo asustado que estaba pero no podía evitarlo.

Se quedaba hasta tarde charlando y prácticamente corría hacia su encuentro cuando acababan las clases.

-Voy a desaparecer un tiempo- comento el pelinegro, haciendo que el recorrido de el onigiri hacia su boca se detuviera. Mastico rápidamente, tratando de preguntar pero Dabi se adelanto, sin siquiera verle volvió hablar -No puedes saber más que eso, por otro lado no quiero que te metas en problemas hasta que regrese y-

-¿Como....Como sé cuando volverás?- "Ah, no, estoy siendo un entrometido" -¿Como sé que estas bien? o ¿Si necesitas ayuda? Dabi, no vayas. La última vez tus quemaduras empeoraron, mira-

Dabi le vio serio y agarro su brazo, acercándolo y quitándole su chaleco. Izuku evito su mirada y se encogió avergonzado.

-¿Y esto? ¿Acaso no te dije que te quemaría por cada moretón que encontrara? Desde aquella vez, en lo único que te has esforzado es en mantener oculto todo de mi ¿Acaso piensas que soy un idiota? Si tu no me dices nada, yo tampoco tengo que hacerlo.