Hora cero

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3 meses para la hora cero.

Llegando la fría noche en Hogwarts, en medio de la sala de Astronomía se encontraba un muy nervioso y enfadado Harry Potter.

¡Estaba harto de todo! De la profecía, de Dumbledore, de los que dicen ser sus amigos y de todo en general. ¿Porque no podía ser normal como las demás personas? él no había pedido todo esto, el no quería ser ni mucho menos el héroe que salvara al mundo mágico. Era demasiado para un chico de tan solo 15 años y parecía que nadie se daba cuenta de eso o tan solo ignoraban este hecho.

Se había ido a la sala de Astronomía en un intento de escapar de sus "amigos", llevaban toda la hora de la cena hostigandolo a preguntas sobre donde había estado la hora antes o como se encontraba. Hasta que se cansó y con su cuerpo lleno de rabia incluso con algo de ansiedad se fue y llegó a parar allí, sin darse cuenta de una mirada que lo miraba desde cierta mesa.

Cada vez le costaba más respirar y sus ojos se comenzaron a aguar. Estaba llegando a su limite, ya no podía mas con esto. No podía estar tranquilo ni un momento con Dumbledore detrás suyo recordándole que tenía que vencer a Voldemort, que tenía que ser el héroe de la historia y todo por un bien mayor, según él.

-¡PUES NO MIERDA! no quiero ser el jodido héroe que salve a todos- dijo el pelinegro a gritos, mientras le daba un golpe a la pared. No pensaba serlo solo porque ese viejo de pacotilla se lo dijera, no claro que no.

No podía mas...

No...

No...

No...

¡NO!

-Pero mira a quien tenemos aquí, a nuestro gran San Potter- escucha una voz detrás suyo haciéndole asustar. Harry se gira encarándose con el desconocido.

-¿Tú?- pregunta algo aturdido al ver a su rubio enemigo allí plantado, mirandolo.

-Si claro que soy yo, ya se que mi presencia deslumbra todo pero quita esa cara cuatro ojos. Que te hace ver mas lerdo de lo que ya eres.- Draco sonrió algo burlesco. En verdad le divertió ver como se asustaba el queridisimo héroe del mundo.

-Cállate Malfoy..ah demonios, ni aquí puedo estar tranquilo que ya vienen los bichos a molestar- Gruñó Harry ya demasiado cansando.

-Uff ya deja de hablar tanto, veo que no estas muy bien ¿no?- Intenta decir Draco divertido pero no puede evitar que algo de preocupación salga en su voz.

-Mira paso de ti, no tengo fuerzas ni para pelear contigo. Buenas noches.- se intento ir Potter pero fue parado por Malfoy que lo agarro de la camisa.

-¡Espera! Eh...- Se quedo en blanco al ver lo que había hecho, no le salían las palabras de la boca.

-¿Que quieres?- Dijo el pelinegro de una manera fría.

-Te tengo una propuesta que no podrás rechazar, tan solo escúchame atentamente.- una sonrisa siniestra aparece en la cara del rubio.

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Pues hasta aquí el primer capítulo, espero que os guste ;).

Perdonadme si hay faltas de ortografía.

¡Bye!