Capítulo 11

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—¡Suéltame! ¡Cabrón hijo de puta! ¡Cómo has podido! Cómo… apuff… te
cortaré… arfff… los huev… ¡joder, cierra el puto… grifo…!

Su lobito se había convertido en un gatito salvaje que no se callaba ni debajo del agua; literalmente. Después de evitar el radio, un libro, un cajón que extrajo de la cómoda y los zapatos, lo había cogido, se lo había echado al hombro y los metió a ambos bajo el grifo del agua fría.

—¡Maldito seas! ¡Cómo has podido! ¡Te voy a castrar! — taehyung se desgañitaba. Y sí, tenía unos magníficos pulmones—. ¡Joder! ¡Que el agua está helada! ¡Cierra el puto grifo!

Seokjin no lo hizo, no era taehyung el que estaba al mando de la situación y ciertamente necesitaba relajarse un poco. Sin embargo, le concedió una pausa mientras regulaba
el agua.

—¡Animal! ¡Perro rastrero!

Puso los ojos en blanco y escupió  el agua que incidía sobre él procedente de la alcachofa de la ducha.

—Empiezo a cansarme de tus insultos, taetae —le asegurós seokjin—, cualquiera diría que tienes un problema con el género canino. Todo un handicap cuando eres veterinario.

—¡Los perros tienen más inteligencia que tú, imbécil! — taehyung chilló debatiéndose entre sus brazos—. ¡Suéltame ahora mismo! ¡Te castraré! ¡Y lo haré sin anestesia!

Un nuevo chorro de agua cayó sobre su cabeza impidiéndole proferir más
insultos.

—Arff… hijo de… arg… —tosía y escupía mientras se revolvía con mayor afán —. ¡Espera a que te ponga las manos encima! ¡Eres perro muerto!

Y ese perro estuvo a punto de quedarse sin huevos cuando taehyung lanzó la mano en
dirección a las queridas joyas de la corona.

—Perro irritable —siseó seokjin. Tiró de taehyung y lo giró hacia lanzarlo sobre su pierna extendida y apoyada contra el borde de la bañera, en esa posición no vaciló en dejar caer la mano contra el redondo culo del chico cubierto por el uniforme verde de la clínica veterinaria.

—Lobo malo —lo nalgueo una segunda vez—. Eso no se hace y menos a tu pareja.

Los gritos de taehyung subieron de intensidad, empezó a patalear y gritar como si lo estuviesen
despellejando vivo al tiempo que profería los más coloridos insultos.

—¡Hijo de perra! ¡Me has pegado! ¡Te arrancaré las pelotas! ¡Se las daré de
comer al gato del vecino! —taehyung seguía con sus amenazas—. ¡Cabrón!

Volvió a dejar caer la mano una vez más, con suficiente contundencia para
arrancarle el aire y frenar sus gritos durante un segundo.

—¿Vas a comportarte y escuchar o sigo?

No solo no lo hizo, sino que siguió pataleando y armando tal escándalo que
empezaban a dolerle los oídos.

—Taetae, por Dios…

—¡Perro desgraciado! ¡Cómo te atreves a golpearme! ¡Suéltame! ¡Te voy a castrar!
¡Yo te castro! —clamó a voz en grito, las palabras ya ahogadas por el esfuerzo que le imponía a la garganta—. ¡Mal nacido!

Lo aferró con fuerza y se limitó a apretarle el culo mientras se inclinaba sobre
él.

—Taehyung, estás montando una escenita de las que hacen época —le dijo seokjin en voz
baja, tranquila—. Un niño de cinco años tiene más compostura que tú.

—¡Y una mierda!

El aguijonazo de dolor que le atravesó el muslo lo dejó pasmado, tanto que no se
resistió cuando taehyung se revolvió para soltarse y cayó sentado dentro de la bañera.
Jadeante, con el pelo chorreando cayéndole por la frente y los ojos y mejillas
encendidas, era un auténtico lobo furioso.

Mι Amoroso Aᥣfᥲ ⇢ ᴶᶤᶰᵀᵃᵉUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum