Capítulo 6

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Silas

Ha llegado el momento, tenía miedo de que esto pudiese pasar, no estaba preparado para contarle pero está pasando y es inevitable.

Una Iren confusa me mira como si tuviese un moco en la cara, no se esperaba mi respuesta. A decir verdad no sé ni cómo saqué el valor para hablar, pero no podía dejar que toda la culpa la pagase Amara.

Matthew el abuelo de Iren, nos dejó a cargo de su nieta, pero también el plan de rescate. Se lo ocultamos a Iren porque... bueno su situación es complicada.

—¿Qué dices?, ¿cómo puedes tú ser amigo de mi hermano? Espera un momento ¿dijiste era?, ¿acaso él... — no continúo sus palabras y se tapó la boca con una mano y soltó un sollozo.

—¡No, por dios no, no está muerto! —dice Amara.

—Amara saca a todos de la cafetería —ella se me queda viendo como si tuviera dos cabezas y tengo que hacer una seña con la mano para que reaccione.

—Ejem sí, ahora —antes de irse mira disimuladamente a Iren que parece haberse perdido entre sus pensamientos.

—Iren, por favor vamos a tu habitación y te lo explico con calma. —hago un ademán de tomar su mano pero la aparta.

—No me toques —sus palabras me rompen, pero no lo demuestro.

—Está bien, no haré nada que no quieras.

Pasan unos ocho minutos en los que Amara vuelve para decir que ya está todo vacío, caminamos a una de las mesas y nos sentamos, Amara y yo quedamos frente a Iren.

—Verás, hace dies años atrás, todo estaba perfecto, solo éramos tres amigos de dieciocho años jugando y gastando bromas a quien sea, incluso a nuestras hermanas de quice años.

—Espera... ¿dices que yo te conocía?.

Asiento lentamente con la cabeza.

—Si, y muy bien —suelto una risa confidente y Amara me pega en el brazo.

—Concéntrate idiota, no sé que hice mal en mi otra vida para que me castigaran con un hermano como tú —Amara pone en blanco sus ojos.

—¿Ustedes... son hermanos? —pregunta Iren con asombro.

—Si, por desgracia —musito entre dientes.

Iren mira a Amara como si no la conociese y mi hermana le devuelve la mirada con tristeza, se siente culpable por engañarla.

—Bueno como iba diciendo, solo éramos adolescentes que no sabíamos lo que hacíamos, y en una de nuestras travesuras encontramos en la casa de tus padres un amuleto. Ezra decía siempre que el suyo tenía poderes de devolver la vida, y nosotros le creímos, pero cuando vimos el otro amuleto, era diferente. Era oscuro y tenebroso a simple vista, pero por curiosidad queríamos saber qué poder poseía —tomo un respiro y continúo.

《Como no teníamos idea de lo que era eso o de lo que estábamos haciendo, lo tomamos y salimos a la calle con él. Fuimos a una estúpida fiesta en un almacén arruinado y ahí nos asaltaron unos hombres vestidos de negro, nos revisaron y en los bolsillos de Ezra encontraron el amuleto.

—Ese día capturaron a Ezra, mi hermano y el otro chico volvieron a casa asustados y se lo contaron todo a nuestros padres —habla Amara cuando ve que no me quedaban fuerzas para seguir, Iren escucha atentamente. —Tus padres al parecer estaban involucrados con esas personas y por eso se los llevaron, para obligarlos a...

—A terminar el experimento que no quisieron concluir para ellos, esa tal  Organización ¿verdad?. —la interrumpe Iren y yo asiento con la cabeza —pero no entiendo algo, ¿sobre qué era el experimento?.

Amulētum Where stories live. Discover now