Just a fan. |OS| L. H.

¿Cómo se siente abrazarte?

No puedo seguir en las redes sociales porque duele demasiado. ¿Sabes cómo se siente que uno de los grupos que más admiras esté en la misma ciudad que tú? Ellos están en mi país, en mi estado, en mi ciudad y yo no podré ir al concierto porque no conseguí a tiempo el dinero para los boletos. Desde el día en que las entradas se agotaron intenté mentalizarme. Sabía que hoy sería un día difícil pero, demonios, no sabía qué tanto.

Twitter y Facebook están llenos de chicas emocionadas mostrando sus boletos, o contado las horas para que el show inicie. Me siento mal y estoy muriendo de envidia. Es decir, no les deseo a esas chicas que algo salga mal porque sería horrible para ellas, pero admito que me gustaría estar en su lugar.

Son las 10:00 de la mañana y el concierto comenzará hasta las 08:30 de la noche, quedan menos de 12 horas para que ellos hagan estremecer a este lugar con su música.

Corto cualquier conexión de internet en casa y enciendo la televisión. Al segundo me arrepiento de haberlo hecho, porque en las noticias están hablando de ellos.

“¡Por fin, señores y señoras! Por fin ha llegado el día que miles de adolescentes han estado esperando, el día en que 5 seconds of summer pisa por primera vez nuestras tierras. Luke Hemmings, Calum Hood, Michael Clifford y Ashton Irwin se encuentran ya aquí y hoy en la noche se presentarán en nuestro país. Los cuatro chicos de Sídney agotaron rápidamente las entradas para su show, así que todo pinta para ser un gran éxito…”

Y entonces el noticiero presenta imágenes de esos cuatro grandísimos idiotas que alegran mis días.

Oh cielos, son tan lindos.

Recuerdo el día que los vi por primera vez, era uno de esos covers que colgaban en YouTube. Apestaban, eran de lo peor que había escuchado jamás pero por algún motivo decidí darles una oportunidad. Algo me dijo que llegarían lejos con la ayuda adecuada y continúe siguiéndolos de cerca. No creí que pudiese llegar a “obsesionarme” en cierta forma con ellos.

Cuando One Direction los llamó para teloneros mejoraron mucho, debo admitirlo y creo que ahí fue cuando comprendí que ya tenía cierta conexión sentimental con los chicos. Me reía de sus tonterías y conocía sus canciones a la perfección, aun cuando ni siquiera tenían un disco. No sé en qué momento empecé a fangirlear con ellos, pero ya me tenían en sus manos.

Y entonces fue cuando entendí que uno de ellos, uno de esos cuatro chicos idiotas, se había arraigado más que los demás en mi corazón.

Oh Luke Hemmings, dulce y caliente Luke Hemmings. Su rostro, su voz, su ternura.

Por algún motivo, verlos en televisión me molesta y apago el aparato.

—¿Estás bien? –me pregunta mi mamá. Ella me está mirando con el entrecejo fruncido.

Sabe perfectamente qué es lo que sucede porque me ha visto sufrir lentamente durante los últimos meses. Sé que sueno infantil cuando lloro por ellos, pero no me importa. Mamá simplemente no lo entiende.

—Estoy bien –respondo.

—Es hoy, ¿verdad? –pregunta y yo asiento lentamente—. Sé que tenías muchas ganas de verlos en vivo hija, lamento que no vayas a poder hacerlo pero no te pongas mal, tal vez algún día vuelvan.

Tal vez.

La miro e intento sonreír. Estoy segura que en lugar de una sonrisa parece una mueca de disgusto pero es lo más que logro darle. Ella acaricia tiernamente mi cabeza y camina rumbo a la cocina dejándome sola en la sala.

No sé qué hacer. Internet no parece una buena opción y la televisión tampoco. Por lo regular la música me anima pero no quiero oír sus voces hoy. No soy tan masoquista.