Ladeo mi cabeza para mostrarle mi sonrisa más fanfarrona.

-Estoy aquí para el día de mañana poder darle órdenes a hombres tan estúpidos y soberbios como tú.

Sigo con mis flexiones y hago oídos sordos.

El estar rodeada de un ambiente de hombres me formó, mi corazón roto me moldeó y el ir por más me llenó de ambición.

Soy la mejor futura policía aquí, se que la gente confía en mí, en mi edificio cuando hay problemas acuden a mi. Lo que genera que los estúpidos quieran hacerme sentir menos por ser mujer, pero lo que no se dan cuenta es que ser mujer me motiva y me hace ser mejor que todos ellos.

Termino las flexiones para correr hasta donde es el último de los ejercicios, estoy en un entrenamiento de los más duros y si logro esto seré la primera en terminar. Miro mi próximo objetivo y no dudo cuando empiezo a escalar el muro de madera, pese a clavarme las astillas que este desprende.

-¡¿Qué tan lejos estás dispuesta a llegar, Ivanov?!-Me grita uno de mis entrenadores.

Tenso mi mandíbula y gruño para terminar el puto ejercicio. Me doy la vuelta viendo cómo la mayoría de mis compañeros recién ahora están terminando las flexiones.

-Serás muy buena-Me dice el jefe de la policía de aquí.

Miro todo desde la línea de meta, veo como recién ahora mis compañeros están escalando la gran pared de madera y suspiro orgullosa.

-Seré la mejor-Suspiro segura.

°°°

23 de Diciembre, 2012.
Perth, Australia.

Sonrío melancólica al entrar al vecindario en el cual crecí. Nadie sabe que hoy vendré, a excepción de mi hermanita que fue la que se encargó de asegurarme que él no aparecería. Según ella, y gracias a los chismes telefónicos de mamá, él está viviendo entre Mónaco e Inglaterra junto a Gina.

Veo la casa en la que crecí y suspiro cuando el taxi frena. Me bajo y le agradezco con una sonrisa, y una propina, al conductor que me ayuda a bajar mi maleta.

Camino por la entrada de la gran casa y los recuerdos de las veces que él y Michelle nos venían a buscar para ir a jugar al parque aparecen. Sonrío al ver la casa de los Ricciardo al lado de la mía e intento que la melancolía no me invada.

Toco el timbre de la casa, porque mis llaves las tiene Dexter, y espero paciente. Sonrío al ver a mi pequeña hermana frente a mi abriendo la puerta.

-Viniste-Chilla por lo bajo abrazándome.

A mi familia no la veo hace un año, literalmente solo vine para navidad dos días y me fui. Este año decidí quedarme hasta la segunda semana de enero que es cuando empezaré mi primer año como policía, mientras, aparte sigo con mi entrenamiento para las fuerzas especiales.

La alzo del suelo a mi hermana y suspiro cuando llora en mi hombro.

-Nadina, me harás llorar-Le susurro besando su cabello.

-Es que es horrible no tenerte aquí-Murmura levantando su vista y mostrándome esos ojos avellanas idénticos a los míos.

-¿Está todo bien?-Pregunto preocupada.

-Luego te contaré... Ven, estamos almorzando, mamá chillara al tener por fin a todos sus hijos juntos.

Sonrío y la tomo de la mano. Camino con ella sostenida de mi mano e ingresamos a la gran casa en la que crecí. La melancolía y los recuerdos me invaden al ver las fotos en las paredes.

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora