Troyano

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Anthony

Normalmente soy una persona paciente sosegada, raramente pierdo el control, tengo que estar muy al límite o aguantando mucho para explotar.
Sin embargo, cuando Grace me enseño el mail que recibió y me contó que Arcángel le había pasado varios archivos porque le pagaba bien, me alteré más de la cuenta y le hablé muy mal.
Acto seguido me arrepentí y, sobre todo, porque sus ojos me transmitieron dolor y terminó yéndose de mi habitación. A pesar de que ella me había dicho que no viera el vídeo del enlace. Tuve que hacerlo, tenía que saber hasta donde eran capaces de llegar estos personajes.
Y comprendí por qué no quería que lo viera, la estaban grabando todo el tiempo a ella, mientras tenía puestas las gafas y el traje sensorial. ¡Mierda! La primera vez que lo usamos, se escuchaba mi voz de fondo. Ella sonreía por cosas que yo le decía, solo podía ver su sonrisa y verla de manera natural sin estar cohibida. Parecía otra persona a la que había tenido hace unos minutos aquí.
Avancé un poco más el vídeo, llegué a escucharme que le decía:
—Me encantaría repartir pequeños y cortos besos en tu cuello... ¿Me dejas?
Vi como ella se mordía los labios, puso su mano tocando su rostro que cambiaba de color, era muy notorio el contraste por las gafas negras que llevaba puestas. Sus mejillas estaban rojas y respondió a mi pregunta.
—Claro, que te dejo...
Se volvió a morder los labios mostrando una perfecta sonrisa...
Me quedé maravillado al ver como reaccionaba a mi voz, su dulzura y timidez me dejó hipnotizado por unos segundos.
Sacudí mi cabeza y decidí avanzar un poco más hasta que vi que se levantaba, se quitaba las gafas y se iba a quitar el traje...
«¡Qué! ¡Malditos hijos de puta!» Maldije.
Paré el video porque eso ya era parte de su intimidad, no iba a espiarla como un perturbado.
Pero ellos seguro que la han visto de esta manera tan vulnerable.
Quité el video y tenía que bajar a disculparme, había sido duro con ella.
No sabía exactamente lo que le iba a decir, pero tenía que saber que la iba a ayudar y que podía contar conmigo.
Bajé a la primera planta y al abrir la puerta de la cocina, la vi en el suelo, con la espalda pegada a la pared, sus piernas dobladas y su cabeza escondida en medio de sus piernas.
Me sentí fatal, ella quería que me fuese, pero tenía que solucionarlo, al final pudimos hablar. Nos pedimos disculpas mutuamente y empezaríamos desde cero. Estrechamos nuestras manos, sus pequeñas manos eran tan suaves y finas. Me sentí en paz conmigo mismo de haber hecho las paces.
Ella se levantó para ir a su habitación a limpiarse el rostro dijo, tenía sus ojos hinchados y rojos. Le dije que la esperaba arriba, tenía que examinar su portátil, tendría un virus espía eso lo tenía claro.
Me puse mis gafas de medida, me detectaron miopía de pequeño, muy poco, pero para cosas como estas me las ponía, primero limpiaría el portátil de los virus que tuviera y una vez estuviera todo bien, entraríamos a Avis a escanear su avatar. Al tenerla a ella aquí sería más fácil de poder acceder.
Me metí en el Msconfig para detectar algún tipo de archivo diferente a los que normalmente hay instalados. Había una lista grande, todo esto parecía fácil en las películas, pero era mucho más complejo. Encontré archivos con números y letras diferentes a los que normalmente muestra el Windows. Pude reconocer tres diferentes, escuché que tocaron la puerta y era ella, traía un bol con varias piezas de fruta. La miré y le dije:
—No hacía falta, además hoy no se supone que estás de descanso...
—Tú estás ayudándome con mi portátil, además solo es fruta que he subido por si te da hambre.
—La fruta ya me viene bien, además cuando estoy trabajando con los ordenadores me concentro tanto que no me preocupo por comer.
Sentí su mirada en mí, levanté mi rostro y ella la apartó rápidamente.
—¿Todo bien? —pregunté.
—No sabía que usabas gafas...
—Tengo un poco de miopía. Lo hago cuando tengo que buscar o hacer cosas como estas. He encontrado tres archivos desconocidos lo más probable que sean tres troyanos.
—¿Troya qué? ―preguntó. La miré y puso cara de no entender, como si le hablara en otro idioma.
—Coge esa silla y ponte aquí a mi lado.
Ella se sentó a mi lado, le enseñé lo que había encontrado y le pregunté:
—¿Sabes la historia del caballo de troya?
—Sé poco de la mitología griega, pero esa historia en particular, sí, los griegos construyeron un hermoso y pesado caballo y lo dejaron en las puertas de Troya... Los griegos se alejaron para hacer creer que se retiraban.
Asentí y agregué:
—Exacto y los Troyanos metieron ese pesado caballo dentro de sus muros, pero dentro del precioso caballo había gente escondida y aprovecharon que los Troyanos dormían para a abrir las puertas y así los griegos tomarían Troya. Pues en este mundo de la informática pasa lo mismo, se le llama Troyano a un archivo que parece inofensivo, pero una vez lo ejecutas se instala dentro y toma control de tu ordenador. Te han puesto uno espía que controla la cámara y el audio. Pero además han puesto otro más complejo y muy cabrón que hace que controle tu antivirus y este en vez de protegerte, trabaja con el virus. Por lo tanto, tu antivirus no te avisa de nada y está bloqueado.
Grace arrugó el ceño y comentó...
—¡Qué cabrones!
—Y mucho.
—Mi anterior ordenador lo tiré porque me iba lento, ahora entiendo todo, me estaban espiando ya desde ahí. Este portátil se lo compré a Debby cuando se vino a Londres.
—Pues ellos se darían cuenta de que no se activaba y te volvieron a dar nuevos archivos para poder controlar este...
—Anthony, no entiendo que quieren de ti...
—Ni yo lo sé, ponen en el mail que no diga nada a la organización, lo que no saben es que yo soy parte de la organización de Avis.
Grace me miró sorprendida.
—¿Qué? ¿Y si ellos ya lo saben?
—No creo, se pensarán que solo soy un Cop, hace unos meses atrás lo era, pero después de la nueva actualización. Me subieron a programación. Y eso jamás te lo mencioné, por lo tanto, no lo saben.
—¿Qué piensas hacer?
—Lo primero quitarte todos estos Troyanos y después ponerte un buen antivirus. El que tienes es muy simple. Después escanearé tu avatar a ver si ahí encuentro algo más. Tendremos que contactar con Arcángel y si quieren quedar conmigo pues quedaré con ellos. Todo para que no publiquen ese vídeo, ¿vale?
Su rostro enrojeció y preguntó:
—¿Lo has visto?
—Tenía que saber a qué nos enfrentábamos.
Llevó sus manos en el rostro y se puso muy roja. Para tranquilizarla añadí:
—Grace, no he visto mucho, me di cuenta de que fue el día que usamos el traje sensorial. Entonces saqué mis conclusiones.
Un incómodo silencio nos envolvió. Hasta que ella soltó:
—Me tengo que ir a dormir.
La miré y dije:
—Son las ocho de la noche
—Sí y tu madre tiene que estar por llegar, así que mejor me voy.
La miré y puse mis ojos pequeños, sonriéndole le dije:
—¿Y? ¿Crees que ella pueda pensar mal de nosotros?
—No, solo que es muy raro que esté un domingo contigo aquí.
Me miró un poco avergonzada, se levantó con mucha prisa y salió, dejándome con una sonrisa en los labios.
 
Al día siguiente...
Había podido quitar los virus, le instalé un buen antivirus, el portátil al encenderlo iba rapidísimo y decidí bajar a comer.
Mi madre se puso muy contenta, ya que no había bajado a comer ningún día con ella.
—¡Qué alegría me estás dando! ¿Quieres que comamos en el comedor? — Preguntó mamá.
—Dónde quieras —respondí.
—Voy a por platos y cubiertos
Mostrando una sonrisa de oreja a oreja la cual yo correspondí. Adoraba cuando estaba con ese humor. Miraba mi móvil y vi conectado a Kim y le dije que necesitaba hablar con él más tarde. Él respondió enseguida y quedamos después de comer, tenía que explicarle toda esta movida.
Vi a mi madre entrar esta vez con Grace, cada una con una cosa.
—¡Qué bien huele!
Grace me miró y sonrió, a lo cual yo también correspondí.
—Gracias y espero os guste mucho. ¡Qué aproveche! —dijo Grace.
—¿Dónde vas? —preguntó mi madre.
Ya que ella se disponía a irse...
—A la cocina, comeré allí —respondió.
—¡Grace, por dios! Vente a comer aquí con nosotros.
—¡Así es! Estoy de acuerdo con mamá —añadí.
A ella se le subieron los colores y dijo:
—Voy a por un plato...
Había hecho un guiso de carne que estaba de muerte, la verdad que todo lo que preparaba sabía a gloria. La tenía en frente de mí, de vez en cuando la miraba y ella evitaba tener contacto visual conmigo. Mi madre nos explicaba cómo fue la visita que le hizo a Dorothy. Al parecer iba a tener para varias semanas, la mujer estaba subida de kilos y tardaría más su recuperación. No sé en qué momento, pero mamá había devorado su comida rápidamente y dijo:
—Anoche compré helado, así que voy a por bols para repartir.
—Amber, yo lo sirvo —agregó Grace.
—No, tú termina de comer —dijo mi madre.
Y fue para la cocina, Grace me miró y soltó:
—Tu madre es muy buena...
Asentí y le sonreí.
—Lo sé... Por cierto, tu ordenador ya está limpio, a la noche escanearemos tu avatar en Avis... ¿Vale?
—¡Vale!
Puse al día a Kim de todo lo que había ocurrido me aconsejó un par de cosas para cuando entrara en el avatar de Grace.
Ella apareció en la noche como habíamos quedado e hice que ingresara en su cuenta desde mi ordenador. Yo aquí tenía las herramientas para poder escanear su avi. Quitamos el audio y la cámara porque no sabía si ellos usaban algún objeto espía como lo usamos con Shylagirl.
Ella se puso mis gafas virtuales y entró a su cuenta.
—Ve a mi casa. Ahí podre escanear tu avatar —le dije.
Se quedó en la puerta porque había renunciado a los poderes que le di y no podía entrar.
—Espera, entro y te doy poderes.
Desde mi portátil entré y le devolví los poderes. Ella pudo entrar. Me di cuenta de que se había cambiado el color del pelo y además tenía todo el dinero ganado en el monedero en vez de tenerlo en el banco de Avis. Tenía que enseñarle mucho sobre todo esto.
—Ahora déjame las gafas —le dije.
Ella se las quitó y se levantó de la silla para ponerme en su lugar.
Su chat parpadeaba, lo ignoré y puse a trabajar las herramientas que tenía del programa y empezó a escanear el avatar de arriba abajo.
—Grace, coge mi móvil y graba lo que estoy haciendo.
—Vale, pero tiene contraseña...
Levanté las gafas y ella se acercó con mi móvil en la mano, miré la pantalla y la contraseña desapareció, mi móvil leía mi iris.
—Ahora grabas cuando te diga...
—Vale.
Volví a darle a escanear.
—Graba —le dije
El programa saltó y dijo que ella tenía un objeto en su cuerpo... Empecé a examinar y no podía verlo, sin embargo, cerca del cuello pude ver un pequeño punto... Demasiado pequeño parecía un error, parecía un pixel de la pantalla, al tocarlo y sacarlo pude ver que era un objeto bastante grande que tenía adherido al cuello.
—¡Joder! —Solté―. ¿Lo estás grabando no, Grace?
—Sí.
—El objeto es grande solo que han usado un color transparente que no se ve, solo al escanearlo, muy astuto el que ha hecho esto. Se lo quité del cuello y lo examiné, era un objeto muy bien diseñado.
Volví hacer otro escaneo y después también a sus archivos por si habían quedado indicios de los diseños que le había dado Arcángel.
No volvió a saltar la herramienta y le dije que parara la grabación.
—Listo...
Definitivamente el que había hecho esto, era una máquina en temas de programación, no era alguien inexperto. Me quité las gafas y ella estaba con mi móvil en la mano, mirándome asustada.
—Tranquila, ya está limpio tu Avi y además no tienes espías.
Me dio el móvil y la grabación se la envié a Kim.
«Lo va a flipar cuando lo vea» pensé.
—¿Arcángel te dio algún collar?
—No, el único collar que me he puesto en Avis es el de Tokker.
—¿Tokker?
—Anthony, Tokker fue a verme un día que estaba Arcángel también en la tienda.
—Fue a verte, ¿para qué?
Ella me miró un poco apenada y dijo:
—Para decirme que era una chivata porque tú le habías amenazado, hizo un escándalo. No te quise decir porque ya no quería que diera la lata otra vez.
—¿Fue hace mucho?
—Sí, hace ya un tiempo.
—Lo peor de todo es que no puedo regresar a ver ese día porque solo se queda por un tiempo grabado. Otra cosa, Grace, el dinero no deberías tenerlo en el monedero, eso es como tener billetes de tu paga de un año entero en tu bolso.
Grace abrió graciosamente sus labios y agrandó sus ojos...
—Es que no sé cómo funciona lo del banco.
—Pues te enseño...
Ese día terminé enseñando a Grace varias cosas para mejorar su vida virtual en Avis. Y me fui a dormir con varias teorías en mi cabeza.
¿Podría ser que Tokker estuviera aliado con Arcángel y los otros?
Me quedé pensando en esa posibilidad que no era descabellada, ya que en la zona oscura podrían coincidir seguro y más teniendo el negocio que tenía Tokker.

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Hoy os tengo una sorpresa por San Valentín sobre los protagonistas, ya que yo les he puesto cara a ambos. Más que nada porqué se parecen a lo que tenía en mente cuando empecé esta historia.

Curiosamente los protagonistas existen y son pareja en realidad. Así que me fascino su historia y al ser esta una novela juvenil encajan perfectamente.

Pero antes como siempre las fotos de AVIS.

Asi serian los collares en este mundo virtual, no es exactamente el que tuvo Grace pero para que se hagan una idea

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Asi serian los collares en este mundo virtual, no es exactamente el que tuvo Grace pero para que se hagan una idea.

Asi serian los collares en este mundo virtual, no es exactamente el que tuvo Grace pero para que se hagan una idea

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¡Y aquí mis chicos Anthony y Grace!

Que tengáis un lindo San Valentín para los que tienen a su amado o amada y para los que no pues el próximo año será, tranquilo que todo llega ❤❤❤😘😘

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