CAPITULO 1

150 8 0
                                    

-es la inútil hija de los Girard-susurro un hombre a otro mientras la mujer pasaba en frente de ellos, toda la nobleza estaba disgustada con la presencia de aquella joven.
-han corrido rumores que es buena en la cama-habló un doncel varon suavemente.
-dicen que ella mató a sus padres de un coraje-dijo una noble cortesana de cabellos pelirrojos.
-escuche es cuestión de tiempo para que se vuelva en la mano derecha del rey-habló una doncella agitando su abanico susurrandole al doncel a su lado.
-yo escuche que sus padres se suicidaron para evitar cargar con la vergüenza que les traía-habló una doncella mientras veía como la mujer pasaba cercas.
-es tan bella, inteligente, misteriosa y rica, es el paquete completo.
-no creo que ella deba estar aquí, es algo muy especial para alguien como ella-sugirió una mujer omega rechoncha mientras agitaba su abanico efusivamente denotando su desacuerdo con la invitación.
-¡ja! ¡Patrañas! Sus padres murieron gracias a la mala suerte que ella posee-expreso un alfa mayor tomando una copa de vino, cuanto la alfa estuvo lo suficientemente cerca este le lanzó la copa, golpeandola y derramando su contenido en las finas prendas que poseía-ella siempre ha sido así, mató a su única amantes, ella atrae a la muerte-se burló mirando como aquella mujer simplemente siguió su camino sin importarle lo venenosa que era la lengua del sujeto.
-¡Oh! ¡Mi duquesa favorita!-exclamó un hombre de cabellos rubios, piel pálida, ojos avellanas desde lo alto de su trono, rápidamente se puso de pie y corrió escaleras abajo para encontrarse con la mujer en medio del salón-te vez radiante hoy-tomó su mano derecha que estaba cubierta por un fino encaje de color negro carbón, se inclino un poco y beso su mano suavemente para levantarse y mirar el rostro de su invitada.
-gracias rey Gregorio, fue muy amable a invitarme a esta fina velada-dijo con cortesía la alfa mirando a los ojos al joven.
-pero si solos amigos de la infancia como no te invitaría a la noche más especial de mi vida como alfa y esposo-dijo inflando su pecho mostrando lo orgulloso que estaba por el acontecimiento.
-es cierto, tu primer hijo apenas nació-dijo acercándose y dándole unas amistosas palmadas en la espalda.
-si y ahora nos dirán cual es su género, es un niño, pero es algo pequeño y delgado, algo dentro de mi dice que será un omega-hablo con una voz apagada.
-¿no estas de acuerdo que sea omega?-preguntó en un susurro centrando nuevamente a la situación al distraído rey.
-¡no! ¡Claro que no!-exclamó con los ojos bien abiertos mirando a su amiga, de pronto nuevamente su rostro cambió y miró la fina decoración del salón para después soltar un suspiro-sólo que no me gustaría entregarle un hijo mío a una familia cuando él cumpla 15, además de que estas sucias pestes no me las sacaría de encima con sus propuestas de matrimonio
-tranquilisate, sea lo que sea debes mostrarle a ese pequeño que tu siempre harás lo mejor para el-habló recargando su mano en el hombro del alfa y sonriendole generosamente.
-¡ay! Ahora quiero que seas tu la alfa de mi hijo, eres tan linda, pídeme a mi hijo y te lo daré, eres tan buena-dijo abrazando y levantando un poco a la alfa, quien solamente se quejaba por lo fuerte del agarre de su amigo.
-la sacerdotisa salió!-exclamaron todos en el salón al ver a aquella mujer entrando al salón, todos se hicieron a un lado permitiendo el paso a tan importante personaje, la mujer anciana miró al rey y este de inmediato soltó a la alfa mirando a la sacerdotisa.
Está comenzó a caminar para encontrarse con Gregorio quien recobro la postura, aquella mujer frente al rey se inclino saludándolo para decir en voz alta el resultado-¡EL FRUTO DE NUESTRO AMADO REY ES UN VARÓN ALFA!-hubo un silencio total por unos segundos después de la noticia,pero rápidamente el gozo invadió los cuerpos de todos ahí, el rey y la duquesa intercambiaron sonrisas.
-tengo un alfa, ¡MI HIJO ES UN ALFITA!-grito con euforia captando la atención de todos los presentes-Alba tengo un alfa.
-si lo se-respondió la duquesa sonrojada por el comportamiento de su amigo-pero creo que Gregorio debe de volver a su papel como rey y seguir atendiendo esta tranquila velada como es debido ¿no crees?-hablo acomodando un poco su vestido violeta que aun estaba húmedo y con una mancha enorme en el, miró a su amigo que solamente asintió y camino nuevamente a su trono dejándola en el salón, está acomodo su recogido para acercarse a una mesa cercana y tomar un poco de comida del banquete.
Cuando tenía un poco de carne y ensaladas visualizo una puerta que daba al corredor de descanso donde las ventanas y los balcones estaban abiertos, era un sitio al rededor del salón que brindaba un lugar con luz tenue, aire fresco y un poco de tranquilidad.
La duquesa salió por esa puerta y camino por el pasillo hasta encontrar un balcón, reposo su plato y los cubiertos en la amplia baranda de piedra tallada, respiro profundo mirando a la luna que estaba llena luciendo en lo alto del cielo, soltó un suspiro admirandola, con su cuchillo y tenedor corto un poco de la pieza de proteína y justo antes de entrar en su boca unas voces cercanas llamaron su atención.

El Harem De La Duqueza GirardWhere stories live. Discover now