NUEVE

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Parte 3: Madre y sultana

Sentío que su bebé dejaba de patear como lo había estado haciéndolo en la última semana. Nigara le recomendó que ese día no se levantará de la cama. Mandó a traer el desayuno cuando lo sintió, una contracción y gritó, rápidamente Ayser Hatun su otra criada parte de su que sequitó entró su habitación. 

- Ya viene,  llama a la partera.

 Rápidamente ella salió de la habitación a llamarla. No pasaron ni tres minutos y Fakria se asomó por la puerta.

- Respirada hatum ahora viene la partera.

Pasaron los minutos y la partera llegó. La reviso y dijo.

- Ya va a dar a luz, el bebé ya se posiciono.

En eso entraron más criadas con cosas en la mano, como toallas y jarras de agua.

Bahar cada vez sentía más dolor y más seguido. Nigara se acercó a ella y le paso un trapo por la frente. El dolor continuo por horas. 

- Puja hatun, grita si gustas, pero puja

- Haaaaa

Vio por la ventana que ya se acercaba la tarde y lo sintió, un dolor mucho más grande que los anteriores y pujo con todas sus fuerzas.

- Hatun, ya nació - escucho un pequeño lloriqueo.

Cuando estaba a punto de hablar, sintió otro dolor y grito.

- Haaaa

En eso la partera dejó al bebé con una concubina y vio entre sus piernas.

- Veo otra cabeza, puje señorita tendrá a otro hijo.

Y sintió como el bebé no quería salir de ella, como a pesar de sentirlo casi en sus piernas, su cuerpo no podía expulsarlo. Pasaron unos minutos u horas, no lo sabe con exactitud hasta que por fin el bebe salio de ella.

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Narra el Sultán

Estaba desayunando cuando me avisaron que Bahar recién comenzaba su trabajo de parto, mi  fui a los aposentos de mi madre. 

- Madre, Bahar está dando a luz. 

- Vámonos a verla. 

En el camino se encontró a su hermana quien también iba apurada para ver a su nuevo sobrino. Al llegar a los aposentos de Bahar,  Sumbul Aga nos informó de que eran dos los bebés nacidos, una Sultana y un príncipe. Una cosa así no había sucedido desde que la tercera consorte de mi bisabuelo había dado a luz a dos niñas, pero eso sucedió cuando ella tenía 20 años. 

Con la emoción de tener dos hijos nuevos entró a los aposentos y la vio, echada con tus dos hijos en su regazo, con una sonrisa maravillosa. 

- Cómo te sientes? - le pregunto. 

- Bien, aún me siento cansada, pero la alegría de tener a mis dos hijos lo supera. 

- Felicidades Bahar - me dijo mi madre, en eso pude ver que una criada le alcanzaba una caja de madera - te traje este presente. 

Hakesi Gevherhan SultanWhere stories live. Discover now