Roma Con Roma

341 16 0
                                    

Estábamos en Roma. Que hermoso lugar, todo era tan perfecto, ya llevábamos más de una semana ahí y la verdad, nunca creí que viajar con un bebé fuera tan... pesado. Llevarle ropa, juguetes, medicamentos por cualquier cosa y etc. Sólo faltaban dos días para que Roma cumpliera los 7 meses, asique teníamos pensado regresar hoy mismos.

Con casi siete meses a Roma no le gustaba para nada la idea de la comida. Su pediatra me dijo que no la obligará a comer si no quería, y eso hice, pero ya tenía prácticamente siete meses y no quería probar bocado, solamente vivía pegada a mi teta, cosa que me encantaba. Si, me encantaba dar la teta, las personas que me veían me decían "¿todavía toma la teta?" Y mi respuesta siempre era la misma "Si, y va a tomar teta hasta que ella quiera y yo también", porque la teta no es sólo un alimento, la teta es amor, es contención, es un vínculo hermoso entre madre eh hija/o, va mas allá de un alimento.

-¿estan listas?- preguntó mi esposo.

-si- sonreí. -vamos princesa- le dije a mi hija quien jugaba en el suelo. -amor ¿Tu llevas la mochila de Roma o a Roma?- pregunté.

-mmm... dame la gorda- dijo y tomó a mi hija en brazos.

(...)

Nuestro avión estaba a punto de despegar, Stéfano nuestro botones, ayudaba a Emmett a cargar las valijas.

-como verás Stéfano cuando vamos de viaje, Emmett hace todo- escuché hablar a mi esposo.

-¿perdón?- Levante una seja.

-porque el que trae a Roma sólo trae a Roma- volvío a hablarle a nuestro botones.

-si hay que llevar esto 10 kilitos todo el tiempo- contraataque.

-además, mira todo las cosas que te trae. Rosalie te trae el armario completo- río.

-totalmente mentira, tu balija esta más pesada que la mía. Yo me traje tres pares de zapatillas, dos pares de tacones. Y  siete conjuntos de ropa- dije.

-¿ves? Cinco pares de zapatos y siete conjunto de ropa para tres días- dijo Emmett. Stéfano río.

-hace dos semanas estamos aquí, ¡Dos Semanas!- recalque.

Subimos al avión de Emmett... es decir nuestro, aunque aún no me acostumbraba a llamarlo así, coloque a Roma (quien estaba dormida) en su silla de seguridad y me senté a su lado. Despeagmos. Amaba ver el paisaje.

- amor, charlame algo porque si no me aburro- comentó Emmett.

-hay para amor acabamos de despegar,además sé acaba de dormir- le dije.

-¿y que vamos a ir todo el tiempo callados sólo para que Roma no se despierte?- preguntó.

-yo tranquilamente puedo ir callada todo el camino- le dije.

-¿y yo tengo que ir callado?- preguntó.

-te digo que esperes un poco- le dije. Y sé calló.

Emmett...

Ya hacia mas de 20 minutos que habíamos despegado, y Rosalie no me dirigía la palabra.

-Rose- le hable pero no respondió. La mire y tenía los ojos cerrados. -Amor- la volví a llamar -No amor, ¿me estas jodiendo?- reí. Suspiré y me recoste por mi asiento.

Pequeña Roma (CREPÚSCULO) Rosalie Hale y Emmett CullenWhere stories live. Discover now