14.

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NARRADOR.

Ya era de noche cuando Jane, Doug y Gil encontraron al Hada Madrina. Después de haber recorrido casi todo Auradon, Jane recordó que la última vez que hablaron su madre se dirigía al Museo, así que la buscaron ahí. Y la encontraron. Estaba hecha piedra.

Jane: No puede ser -susurró y se acercó a ella- Hola, mamá. No sé si puedes oírme, pero ha sido un día extraño. Lo bueno es que es el cumpleaños más largo de toda mi vida.

Doug y Gil miraban a la chica con una mezcla de tristeza y lástima.

Jane: Lo único malo es que todos están hechizados -continúo- Pero al menos Carlos no olvidó mi cumpleaños, ¿ves? -y levantó un poco su collar, como si se lo estuviera mostrando- Averiguaremos como romper el hechizo y solucionaremos esto, mamá -sonrío, triste.

(...)

Esa misma noche, los chicos llegaron a la cabaña del bosque creyendo que, al ser de noche, podrían tomar a Audrey desprevenida. 

Caminaron con mucho cuidado, ocultándose tras los árboles de vez en vez, hasta que llegaron a la entrada. Mal tenía la brasa preparada para ser usada y Lizzie estaba lista por si necesitaban de su magia.

Entraron a la cabaña y... estaba vacía.

Jay subió a la planta alta y los demás revisaron la planta baja. No encontraron rastro de Audrey por ningún lado. Unos segundos después, escucharon unos golpes que provenían de un pequeño armario cerca de la puerta de entrada. Ben abrió la puerta y los chicos se asombraron al ver a Chad, sentado en el frío suelo, abrazando sus piernas contra su cuerpo.

B y L: ¿Chad?

Chad: Quiero a mi mami.

Ben se acercó para ayudarlo y, aunque primero Chad se asustó por el movimiento tan repentino, acepto la ayuda de su Rey.

Ben: ¿Qué pasó, amigo?

Chad recorrió la cabaña con la mirada, como buscando algo.

Chad: ¿Ella se fue? -preguntó, a nadie en específico- Y la puerta está abierta. ¡Soy libre! ¡Libre!

Y salió de la cabaña, corriendo y gritando. Los chicos lo miraron desaparecer por la puerta y después salieron del lugar.

Uma: Bueno, creo que es hora de encargarnos de esta Audrey -las chicas rieron- ¿Qué dices? ¿No es hora de terminar? -dijo a Mal.

Ben: Oye, algún día deben explicarme cómo acabaron en el mismo equipo -le dijo a Uma.

Lizzie: Es una curiosa y no muy larga historia -sonrío y Jay pasó su brazo por sus hombros, recibiendo una mala mirada de parte de Harry- Vaya que son maduros -los chicos rieron.

Evie: En realidad -dijo, volviendo al tema- Mal prometió dejar salir a todos los niños de la Isla cuando todo termine.

Ben: ¿Mal? -la miró.

Mal: Tengo que decirles algo más -todos dejaron de caminar y la miraron- Hay algo que no es cierto -Lizzie se separó un poco de Jay- Los chicos no podrán salir de la Isla.

Lizzie: ¿Disculpa?

Jay: ¿De qué hablas? 

Mal: El programa se cerró y la barrera ya no volverá a abrirse.

Ben: Auradon se defiende.

Harry río, con sarcasmo.

Uma: Aguarden -se acercó a Mal- ¿Salvaremos a tu preciado pueblo y sus vidas por un engaño? Fue un error confiar en ti. No haces nada por los demás.

Harry: Y tú, Rey Ben, tal vez nos vuelvas a meter ahí.

Celia: ¿Sabes qué? -dijo a Mal- Creí que eras valiente, pero eres una cobarde. No iba a decirme que ya no vería a mi padre.

Mal: Celia...

Celia le arrebató la brasa, la lanzó a un bebedero para aves que había ahí y se alejó del resto.

Mal: ¡No!

De inmediato la sacó e intentó secarla. 

Mal: Que tu poder despierte, enciéndete -recitó- Que tu poder despierte, enciéndete -se acercó a Uma y la miró.

Uma sacó su collar y se lo mostró. No brillaba como la última vez.

Uma: Una pena. Encontremos a Gil y vámonos de aquí -le dijo a Harry.

Lizzie: No, Harry, espera.

Pero de nada sirvió. Ambos piratas desaparecieron entre los árboles.

Lizzie: ¿Cuándo iban a decírmelo? -ahora la miraron- ¿Cuándo pensabas decirme que no volvería a ver a mi hermano? -le dijo a Ben. Luchaba por retener sus lágrimas.

Ben: Fue una decisión que tuvimos que tomar por el bien de Auradon.

Lizzie: Siempre supe que papá había hecho mal al encerrar a esas personas en la Isla. Siempre creí que, cuando fuera Rey, harías las cosas mejor, pero resultaste peor que papá. Un egoísta.

Jay: Ven aquí -le susurró y la alejó de su hermano, antes de que cometiera alguna locura, pues notó como su característica bruma rosa comenzaba a formarse en sus manos.

Mal: Evie, lo lamento tanto. Lo siento, yo tenía miedo de decírtelo, creí que perdería a mi mejor amiga. Quería hacer algo más, quería proteger Auradon.

Evie: ¿Cerrar la barrera fue tu idea?

Mal: Lo hice por nosotros. Lo hice por nuestra vida, la que tenemos aquí y ahora.

Evie: ¿Nuestra vida?

Lizzie: Es el colmo. No voy a quedarme a escuchar tus excusas egoístas. Voy a buscar a Harry.

Jay: Por favor, quédate con nosotros. No me perdonaría si algo te pasa.

Lizzie: No. Necesito despejarme y buscar a mi hermano.

Mal: Lizzie...

Intentó tomarla del brazo, pero Lizzie se apartó y, de igual forma, se perdió entre los árboles.

Evie: ¿Qué va a pasar con los niños abandonados en esa Isla? ¿Y lo que les prometimos? Éramos su esperanza. Creí que ibas a defender a esos pequeños -Mal intentaba retener sus lágrimas, pero no duraría mucho- Pero los engañaste. Y engañaste a Jay. Y engañaste a Carlos. Y me engañaste a mí. Somos familia. 

Mal: Evie...

Evie simplemente se apartó.

Mal: Evie, vamos. ¡No tenía opción!

Y, en ese momento, un rayo rompió el silencio, seguido por la bruma rosa de Audrey que, cuando se dispersó, dejo ver a los VK's y Ben transformados en piedra.

Celia: ¡Ayúdame, Mal! -escuchó desde lo alto de una de las torres del castillo.

Felices Por Siempre (Jay & Lizzie) TERMINADAWhere stories live. Discover now