Nuestra historia comienza con Leah, Leah Black, sobrina de Sirius Black. En palabras del mismo Sirius, su sobrina favorita.
Comienza como maestra de Defensa Contra Las Artes Oscuras, en el colegio Hogwarts de magia y hechiceria. Donde se encontrara...
Ya han pasado dos días desde que Severus despertó y no he ido al hospital a petición de Albus ya que me dijo que el no quería ver a nadie. También he estado escribiéndome con mi tío y con Remus.
Mi tío dijo que la salida a Hogsmeade seria el día 4 de Enero, transcurrida la hora del desayuno y de la comida estaba en mi despacho preparando futuras clases, cuando tocan a la puerta.
-Pase-
La puerta se abrió y era Albus, pero parecía que no venia solo.
-Buenas tardes, te traigo una pequeña sorpresa-dijo con su típica sonrisa-
Dicho esto lo vi apartarse y aparecer una figura femenina.
-¡ZELDA!-Me levante corriendo para abrazarla- ¿Qué haces aquí?, ¿porque no me has avisado?-
Zelda es mi mejor amiga desde que entramos en Hogwarts, os la describo un poco cabello pelirrojo, ojos azules como los míos y lo mas importante es muy aventurera.
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-¿Cuando volviste de Alemania?-
-Leah, tranquila me vas a romper una costilla- Ambas nos reímos-
-Sabia que te gustaría, viene a quedarse un tiempo aquí-
Albus se retiró dejándonos solas, nos pusimos al día de todo hasta que llego la hora de la cena y obviamente se sentó en la mesa de los profesores, al llegar al gran comedor, sonreí por inercia algo que para ella no paso desapercibida.
-¿A quien le sonríes?-dijo alzando las cejas-
-A nadie- me sonroje-
-Leah, engañaras a otras personas pero a mi no-
Nos acercamos a la mesa de los profesores y vi como la cara de Severus cambiaba a un semblante mas sorprendido.
-¿Esta sorprendido?¿Porque será?-pensé-
Zelda se sentó a mi lado y yo como siempre al lado de Severus.
-Que bueno que ya esta aquí profesor Snape-le sonreí-Por cierto ella es Zelda, mi mejor amiga-
-Encantado Zelda-dijo aun sin salir de su asombro-
-Igualmente Snape-dijo tan sonriente como siempre-
Comenzamos a comer y mas de una vez me di cuenta que Severus miraba mucho a Zelda y empezaba a ponerme celosa.
-¿Porque estoy celosa?, ¿no somos nada?-pensé-
Solté un suspiro que paso desapercibido para todos menos para Albus.
-Leah, después ven a mi despacho tengo que hablar sobre tus clases el siguiente semestre-me guiño un ojo-
Al terminar la cena, nos levantamos para irnos.
-Severus puedes acompañar a Zelda a su dormitorio, esta al lado de la sala común de Gryffindor, Leah tu ven conmigo-
