xiii. no rest for the wicked

1K 80 19
                                    

capítulo trece: no hay descanso para los perversos

capítulo trece: no hay descanso para los perversos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Los días pronto se convirtieron en semanas pasando cada uno como si de hojas de un libro se tratasen. Los residentes de Nueva Orleans avanzaron, celebraron como de costumbre cubriendo la calle con todo tipo de sonidos, continuaron con sus vidas. Para esas horas de la mañana, la fiesta aún se daba, sin embargo, no era tan escandalosa como solía darse durante las noches, por lo que aún con un suave sonido de la trompeta de jazz, la música se adentró al recinto donde la familia Mikaelson habitaba, más pronto se vio disipada por la brusquedad al adentrarse en el estudio por parte de Niklaus.

—¿Dónde demonios esta? —su tono de voz se mezclaba tanto de preocupación como enojo, algo que se había hecho habitual en el hibrido a la hora de hablar sobre cierta joven Alfa. Elijah observó como su hermano se adentró a la habitación como un torbellino cargado de angustia, pronto volvió la mirada hacía los papeles que yacían sobre el escritorio.

—Supongo que estamos hablando de Alexandra...—Elijah intentó comprender los sentimientos que albergaba su hermano, más últimamente eso parecía un desafió. Klaus suspiro de un modo exasperado —. Solo recuérdame, Niklaus... — lo señalo con unos cuantos papeles en la mano —¿No fue ella la que te pidió que le dieras espacio?

—Se fue, ¿no es así? —cuestionó ignorando su comentario inoportuno. Porque él sabía que eso era últimamente lo que ella hacía, se iba muy temprano, lo suficiente como para que él no le hablase, y llegaba tan tarde que era absurdo que le reclamase. Una actitud que había tomado tiempo atrás.

—¿Qué esperabas? —lo miró a los ojos con seriedad. Era entendible que ella no quisiese que nadie le preguntase algo, él lo había hecho, más lo único que logró fue un asentimiento de su parte —. Ha pasado por lo suficiente como para querer apartarse —la preocupación del noble se notaba en su voz. Niklaus tensó su mandíbula. Eso no le gustaba, francamente, no le gustaba a ninguno de los dos. Porque aquello lo habían vivido antes, desde puntos de vistas diferentes, pero al final la persona se terminó encerrando en sí misma, provocando un dolor aún más grande —. Debes darle su espacio, como te lo pidió, además tenemos cosas que ameritan nuestra atención inmediata, como la creciente pesadilla sobre la posible extinción de nuestra familia.

Elijah estaba preocupado, sí. Pero muchas cosas ocupaban ese lugar, y en ese momento, había una profecía que dictaba sus caídas en no menos de un año. Aquello realzaba el nivel de urgencia con el cual tenían que enfocarse.

—Si, siempre el buen defensor —soltó con cierta molestia. Niklaus no entendía como su hermano podía estar así, sin pensar en las consecuencias que acarearía el alejamiento de Alexandra. Eso le molestaba —. A pesar de que el peligro a disminuido ahora que Tristan de Martel se encuentra durmiendo con los peces, literalmente. Sigues actuando como si la guillotina aún estuviera sobre nosotros. — al finalizar disfruto una vez más el saber que el Conde no sería una molestia para ellos, ni seguiría presentando intenciones para con Alexandra —¿Qué mal nos asecha ahora?

³ 𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora