7. Él número Cinco

Start from the beginning
                                    

Y por último, Draco. El cuarto novio. Este era distinto a los demás. Era mayor que los otros, cuyas edades oscilaban entre los cuarenta y uno y treinta años. Draco tenía cincuenta. Y era el dueño de una cadena de frigoríficos de Texas. El pobre viejo no tenía ni idea de lo que iba a sucederle. Solo voy a decir que Kevin y yo estamos involucrados y ni mi madre ni Draco lo saben. Terminaron la relación por las dos partes.

- Estaba planeando decírselo en cuanto supiera que vamos en serio. - dice mamá al ver que no contesto.

- A qué se dedica - digo secamente.

- Es abogado, y tiene una cadena de tours al rededor de todo el país. - dice mamá, esperando que no me de cuenta de lo obvio.

- Es el dueño del tour del homicidio. - digo indignada. - Menudas reuniones de negocios.

- Cuida esa boca que sigo siendo tu madre. - dice enojada.

- Dime. - digo a punto de explotar - ¿La idea de exponer nuestra casa como atracción para turistas enfermos, fue de él o la tuya?

Mamá me da una bofetada y yo tengo que sostenrme la mejilla para disipar el ardor.

- ¿Por que, no pueden apoyarme? - dice mamá con los ojos llorosos.

Hace ademán de acercarse a mi, pero yo salgo corriendo. Corro hacia el vestíbulo y corro por el parque hasta el pequeño gazebo que hay en el patio trasero. Kevin ha puesto un asiento columpio.

Me siento en la hamaca y miro hacia la casa, pensando en todos los novios de mamá.

Pienso en el primero, en Bill. No debe de haber sido facil lidiar con hijos como nosotros.

Cuando Bill estaba vigente en el universo Allison. Kevin y yo eramos tan solo principiantes. Nos conformabamos con hacer las típicas travesuras. Cambiamos, su espuma de afeitar por una loción ardiente. Le cortamos el cabello mientras dormía y nos burlabamos de absolutamente cada palabra que pronunciaba. Definitivamente Bill tuvo suerte.

- ¿Lily? - la voz de Tate me saca de mis pensamientos - ¿Estas llorando? - dice preocupado.

No me había percatado de que lágrimas me caían libremente por las mejillas coloradas.

- No, estoy bien - digo limpiandome la cara con las manos. - ¿De donde has salido?

Miro alrededor, tratando de calcular por donde se habría escabullido.

- Nunca lo sabrás - dice sentandose a mi lado. - ¿Que sucede? - pregunta al tiempo que me rodea con un brazo en forma fraternal.

- Mi madre tiene un nuevo novio. - le suelto y una lágrima se me escapa al tiempo que me sorbo la nariz.

- Y a ti, no te agrada. - Tate adivina.

- No lo conozco, pero sé que todos son iguales. - digo mirando al atardecer.

- Los novios apestan - dice él en su propios recuerdos.

- ¿Tu madre ha tenido muchos? - pregunto al ver los ojos sombríos de Tate.

- Eso creo. - dice mirando a un costado.

- ¿Y que hiciste al respecto? - pregunto para ver como lidió él con sus propios demonios.

- Lo prendí fuego - dice él mirando al horizonte.

Lo miro pasmada y el esboza una sonrisa.

- ¡Déja de bromear conmigo! - le digo riendome con él.

- De verdad no juego - dice divertido. - El pobre quedó con su cuerpo quemado por la mitad.

- Tonto - le digo y miro hacia las nubes violetas.

AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now