~°^Sin marcha atrás^°~

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Miraba con el rabillo del ojo al chico de cresta sentado en el sillón a un lado del suyo mientras éste revolvía su cabello rojo con los dedos y él sacaba los documentos del interior del sobre --¿Donde coño esconde ese carácter fuerte? ¿esa experiencia adquirida con mucho trabajo arduo y fiereza? Pero sobre todo, ¿Y los años dedicados a ello?- no lograba entender cómo un chico tan joven y que parece tan inocente e incapaz de hacerle daño a otro ser vivo haya llegado tan lejos, tanto como para ocupar un cargo tan alto como lo es ser agente especial en el FBI.

--¿Le ofrezco algo de beber, comisario?-- se acomodó Horacio coqueto en el sillón para ponerse cómodo,  sacando al ruso súbitamente de las incógnitas en su cabeza --Да, пожалуйста-- le respondió el peligrisáceo
--Si tiene vodka, mucho mejor-- murmuraba con la vista sobre las hojas que sostenía. En ese momento el menor recordó que no había hecho las compras y que no tenía nada en la alacena ni en el refrigerador, así que se le ocurrió una excusa para salir a por la bebida alcohólica preferida de su invitado.
--Voy a salir por algo para cenar, ya regreso-- se levantó de su asiento dirigiéndose a la puerta -- ¿Quiere que lo acompañe? Cuestionó el mayor -- No, no es necesario quédese tranquilo, tal vez cuando regrese usted ya haya terminado de revisar todo y podamos.. bueno, cenar juntos y...-- por poco lo traicionan los nervios cuando el ruso lo interrumpió -- Llévese mi auto.-- habló ofreciendo las llaves al menor. --Merci-- susurró Horacio --просто будь осторожен с машиной.--Pidió Víktor con un tono dudoso.

Nervioso se le cayeron las llaves en dos ocasiones al joven agente antes de poder montarse en el deportivo, se quedó unos minutos sentado frente al volante para tranquilizarse un poco antes de conducir a la licoreria más cercana.
Leyó todas las etiquetas de cada botella de vodka que encontró: Grey Goose, Ciroc, Belvedere, Ketel One, Smirnoff... --¡Zut! ¿Cual debo llevarle?-- un agobiado pelirrojo se rascaba la nuca dudando en si comprar el de mayor precio ó el más común, entonces tomó unas botellas de Smirnoff, pero las cambió en el último minuto por unas Grey Goose.
--Si? ..Naah.. Si? ..Nah... Siii?-- daba pequeños saltos mientras parecía discutir consigo mismo
--Espero que sea de su agrado, comisario bombón-- Pensó.

Puso ambas botellas en el asiento del copiloto y encendió motor para tomar rumbo al sushi o pollo? --debí preguntarle antes de salir, ¿que tal que no le gusta el sushi? ¿O no come pollo?-- se detuvo a un lado de la calle para llamar al ruso y preguntar por su comida favorita, --pizza está bien-- contestó el ojigris --de preferencia hawaiana.
El joven de la mirada heterocromática hizo un gesto de desagrado al escuchar esa respuesta --Entonces pizza hawaiana será-- refunfuñó.

En ese momento Horacio sólo quería complacerlo, hacerlo sentir lo más cómodo posible, de alguna forma se sentía feliz y agradecido de que aquél chico alto y caballeroso del bar haya resultado ser el mismísimo comisario de Los Santos, una de las razones por las que fue enviado a esa ciudad. A él sólo le bastaba la presencia de quien le provocó el golpe que aún se le notaba cerca de la frente en su departamento para terminar el día de una manera perfecta.

Subió los pocos escalones haciendo malabares con la caja de la pizza y las botellas de Vodka para no tirar ninguna por accidente.
Víktor alcanzó a escuchar los murmullos de Horacio detrás de la puerta peleando consigo mismo por no poder ni siquiera tocar para que el ruso le abriera, así que se apresuró a abrir para ayudarle, se encontró con un pelirrojo totalmente nervioso y desesperado --¡Ayúdeme comisario!-- alzó su voz, y rápidamente Volkov tomó la caja de pizza a la vez que Pérez intentaba esconder las botellas entre su ropa.

Justo al entrar, Horacio caminó directo a la cocina para tomar 2 vasos y servirle un trago a Víktor.
--Espero que ya haya terminado con el papeleo, comisario-- se dirigió a la sala con ambos vasos y los colocó sobre la mesita de centro junto a la caja de la pizza
--Desde luego que si, agente-- le dirigió una mirada orgullosa con un toque coqueto
--Perfecto, porque estaba esperando este momento desde hace mucho tiempo-- soltó pícaramente, y ésta vez se sentó en el loveseat a un costado del ruso
--¿Disculpe? ¿A qué se refiere?-- Volkov se quedó atónito y se cruzó de brazos esperando que Horacio le respondiera.
--Cenar, Volkov, estaba esperando el momento para poder cenar. Moría de hambre, se lo juro-- el menor respondió con total naturalidad, evitando que el mayor notara su nerviosismo con éxito.

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⏰ Last updated: Feb 04, 2021 ⏰

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