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Camille.~
No creía lo que estaba sucediendo. Había vuelto a parís y a buscarme. Sentía que el vacío que había dejado mi bebé lo había llenado él y su declaración; Había tenido una semana horrible y aunque los dolores permanecían ya se calmaban con su presencia. Por primera vez tomó mi mano en público y caminamos a casa.
-¿cómo te presento a mi madre?- le pregunté con confusión
-No lo había pensado- se rió con sutileza de una forma muy masculina- como tu amante... tu modelo...- comenzó a bromear como lo hacía antes
Reí y cruzamos la calle que quedaba para llegar a casa.
-mmm... si te presento como mi modelo, por muy enojadas que estén mis primas querrán que les modeles- comenté- y si te presento como mi amante mi madre me mirará mal...
-puedes presentarme como tu novio- dijo simpleza y me besó la mejilla
-suena tentador...- sonreí y besé se mejilla- pero tu estás casado- comenté y abrí la rejita de la casa- no creo que te ataquen- reí
-bueno, entonces le explicaremos la situación- me sonrió- le diremos la verdad, pero le pediré expresamente su confidencia y le diré que jamás he estado enamorado de otra mujer como lo he estado contigo- me apretó la manos antes de entrar y sonrió apoyándome
Lo miré sorprendida, nunca me habían dicho algo como eso y me encantaba.
-te amo - reí y entramos a casa- mamá ya llegué- grité y tres de mis primas corrieron a mi encuentro- hola chicas...
-¿qué hace el aquí? no me digas que ya caíste nuevamente- dijo sophie una de mis primas.
- Soph, déjala, mientras no sea Antonio- comentó Jean y me sonrió
-Ya, chicas, él es Víctor- apreté su mano y lo acerqué a mí.
-Ven ¡Lo sabía! eres el que estaba en la exposición- dijo con entusiasmo Charlotte. - Víctor, ellas son Jean, Sophie y Charlotte, unas de mis tantas primas- sonreí
-c'est un plaisir (es un placer)- sonrió y dijo en un francés con acento italiano- lamento no haber podido presentarme antes
-Ah, tranquilo ya sabíamos quien eras, el modelo...- comentó Sophie y me sonrojé -Camille ya nos contó todo- dijo Jean con ternura, ella era la mayor de todas nosotras, tenía unos 32 años.
-Eres muy guapo, pero si le haces daño a mi prima de nuevo te mato- comentó Charlotte, la menor.
-Charlotte, ya no lo avergüencen- reí y lo encaminé al pasillo, para dirigirnos a la cocina.- lo lamento
-No te preocupes- sonrió- es lindo que sean tan protectoras contigo- me siguió mirando mi casa con agrado- vives en una casa muy bonita.
-Es de mi madre- sonreí- yo aún no tengo una propia- comenté y lo adentré a la cocina- mamá, te presento a Víctor de nuevo- comenté con ilusión- Víctor, mi madre.
-ahora que veo que fue para hacer algo bueno se merece mi abrazo- comentó mi madre limpiando sus manos con el paño de cocina y acercándose a Víctor con ternura.
-Le dije que no iba a hacerle daño a su pequeña- sonrió y recibió el abrazo de mi madre con una sonrisa- tampoco voy a hacerle daño a usted- bromeó un poco nervioso
-Más te vale muchacho- sonrió y luego volvió a las ollas- ¿se quedará a cenar cierto?- preguntó y yo asentí.
-se quedará aquí un tiempo- comenté apresurándome antes que él dijese algo. ya había dicho-
-oh, claro, no hay problema, Jean se llevará a las chicas hoy a su casa.- miró a Víctor- ¿te preparo una cama?
-No ma, dormirá conmigo- sonreí. Ella asintió y limpió sus manos.
-Bien, la cena estará en un par de minutos.- Asentí y llevé a Víctor al comedor.
-¿trajiste algo?- pregunté cuando nos sentamos en el sofá y mis primas frente a nosotros.
-me traje aquí, ¿no te es suficiente?- se rió y me dio un corto beso en los labios- pero además de mí, no traje nada más que mis documentos... tendré que ir de compras o volver a buscar mis cosas- sonrió
Reí ante su broma y me acomodé en el sofá, sentía el típico dolor de estos días, le había llamado ausencia de luz, pero ya no podría llamarse así, la luz había vuelto.
-A mí me encanta ir de compras- comentó Sophie sonriendo.-
-¿dónde vives Víctor?- preguntó Charlotte aún con la mirada seria
-Vivo en Verona ahora- comentó con simpatía ignorando la seriedad de mi prima- o tal vez deba decir que viví en Verona antes...
-¿por qué?- preguntó mirándolo con curiosidad. Charlotte amaba Italia- si dicen que esa es la ciudad de Julieta.
Reí, yo también pensaba eso.
-porque ahora viviré en París... dicen que es la ciudad del amor- comentó mirándome con una sonrisa-
Sonreí y apoyé mis cabeza en sus piernas, estaba cansada, había ocurrido mucho sólo en un día.
-Deberías mudarte con Camille- comentó Sophie y Jean la miró avergonzada-
-Vayan a poner la mesa- comentó y las dos se alejaron del living- lo lamento, son un poco efusivas- comentó y yo reí
-no te preocupes, ellas tienen razón... debería mudarme contigo a otro lugar, cuando estés lista- me acarició el cabello- aunque entiendo que quieras quedarte aquí con tu familia, son muy simpáticas- le sonrió a Jean
-Cuando tengas ropa y tus cosas aquí claro- bromeé-
-La cena está lista- comentó mi madre y me levante del sofá.
La cena no sé si fue incómoda para Víctor, pero para mí había sido perfecta, después de una semana pude comer como antes, tenía apetito. Charlotte bajó la guardia y cayó rendida ante los comentarios de Víctor en italiano. Jean se llevó a las chicas y se despidió de mí.
-un gusto Víctor, cuídala.- comentó y me abrazó- ve a acostarte que debes reposar- me regañó como una madre y yo asentí. Las vimos marchar y subimos a mi cuarto.
-no sé cómo vas a dormir, no tengo ropa para prestarte- bromeé mientras me enfundaba mi pijama
-espero que no te moleste que duerma en ropa interior- me sonrió alzando las cejas mientras se quitaba la camiseta
-No me tientes que estoy enferma, no puedo hacer nada- comenté avergonzada y me acosté en la cama, dejándole un espacio en mi cama.
-no, tendremos mucho tiempo para eso más adelante- sonrió y se metió conmigo en la cama- ahora déjame sentirte cerca nada más- me besó la frente y me apegó a su cuerpo, me besó la coronilla y me acarició la espalda- lamento tanto no haber venido antes... al menos hubiese podido apoyarte cuando más lo necesitaste- suspiró aun lamentándolo
Me aferré a él y hundí mi rostro en su cuello, ya extrañaba su aroma peculiar, a perfume y su propia esencia.
-tranquilo, no me falto hombro para llorar, las chicas estuvieron aquí- comenté recordando a todas furiosas y apenadas con lo ocurrido.- pero ya estás aquí y lo que tienes que asegurarme es que más adelante tendremos un mini Víctor- comenté imaginándome a un pequeño con los ojos de Víctor y mi cabello corriendo por el parque de marte
-tendremos muchos, mini Víctor y mini Camille- asintió divertido como si se lo imaginara- viviremos donde te plazca y todos tendremos un yate...- siguió bromeando- y muchas más cosas, pero viviremos en una casa llena de amor... los niños crecerán de los árboles- se rió- hasta que seamos ancianos y no nos podamos el cuerpo, aunque seguiremos tan guapos como siempre.
-Tú seguirás igual de guapo, yo no si quieres tener muchos minis- comenté y lo abracé- buona notte amour-
-buona notte bella- me volvió a besar la cabeza y se acomodó para dormir- descansa
Y después de estos días horribles pude dormir tranquilamente, como si su aroma y sus brazos alrededor de mí calmaran mi mente. Lo amaba, de eso estaba segura.
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Espero que les haya gustado el reencuentro :) 

Estafa de AmorWhere stories live. Discover now