Capitulo 11

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Nieves

Después de la pelea que tuvieron Ruben y Samuel antes de dormir me dejo un poco triste, quería verlos felices, no queriendo matarse el uno al otro. Tanto darle vueltas al asunto, después de dormirme me levante de madrugada. Mire mi teléfono móvil "04:00 AM". ¿Que hacia despierta a las 4 de la mañana...? 

Mire a Akira para ver si estaba despierta pero no hubo suerte. Entonces fui a mirar a ver si alguno de los chicos estaba despierto y...

- ¿¡Donde están!? - dije levantando la voz y haciendo que Akira se despertara de golpe por el susto.

- ¿Que pasa ahora pequeña? - le dijo Akira medio dormida.

- Perdón... - susurre - No están - le dije mientras le señalaba donde deberían de estar los chicos.

-Como que no... - dijo dándose la vuelta para verlos, pero para su sorpresa no estaban - ¡Ostia!

Abrimos la tienda de campaña y cuando íbamos a salir nos metimos para dentro de nuevo. Ahí estaban. Estaban muy muy juntos... Parecía que se estaban besando.

- ¿Estas viendo lo mismo que yo? - me dijo Akira y yo asentí con la cabeza - Creo que deberíamos decírselo... 

- ¿Decirles el que y a quien? - pregunte un poco nerviosa y confundida.

- Mmmmm... Lo nuestro, ya sabes... - dijo Akira.

- ¿Vuestro que? - pregunto Ruben que entraba justo junto con Vegetta a la tienda.

- Eeehhh - me quede en blanco.

Ambos nos miraron muy extrañados y confundidos. Creo que no estaba preparada todavía.

-¿Nieves? - me pregunto Akira - ¿No crees que ya es hora de ser felices y libres?

No dije nada. Se me pusieron los ojos llorosos, aparte la mirada de todos y salí de la tienda de campaña corriendo.

Me estaba muriendo de frió pero no tenia en mente el volver. Me escondí y empece a llorar. Estaba agobiada. Escuche pasos. Venia alguien. Empece a secarme las lagrimas y de repente me habían encontrado. Era Vegetta. No dijo absolutamente nada, simplemente se sentó a mi lado y se quedo mirando el suelo.

- No te voy a obligar a hablar. Si necesitas llorar llora, si necesitas hablar habla y si necesitas silencio pues estaremos en silencio pero no me pienso ir. 

- ¿Y si quiero estar sola? - dije entre sollozos.

- Pues te dejare sola, tu solo pídemelo y lo haré.

¿Estar sola va a ser lo mejor? ¿O quizás ya es hora de contarlo?

Me quede pensativa durante un rato hasta que acabe durmiéndome sin darme cuenta.

Cuando me desperté ya era de día y tenia una manta que me había salvado de no cogerme una hipotermia. Vegetta no estaba pero si había una nota:

                                 Tienes algo de comida en mi mochila por si todavía no quieres volver a la                 tienda, pero a las 6 partimos de nuevo a Karmaland, y no hablaremos del tema si no queréis :)

Me levante temblorosa y abrí la mochila. Agarre la botella de agua y un bocadillo que había en ella. Entonces sonó mi teléfono.

- "Te estamos vigilando pequeña Nieves".

Al instante colgué el teléfono. Nonononono... Otra vez no.




Game Over - RubegettaWhere stories live. Discover now