Lo que es tuyo, es mío [CorvoXGarrett] [Dishonored/Thief]

XV. TENTACIONES

-¡Maravilloso! -dijo el juez con sorna -Y ahora tengo una reunión con la Gobernador, que quiere explicaciones. Si no arreglamos esto pronto, será mi cabeza la que esté en el patíbulo. Pero les advierto que si eso sucede, no estará sola. Los quiero a ambos y los quiero ya.

Se volvió hacia los hermanos.

-¡Hagan el favor de ganarse su sueldo, que no es barato! Y háganlo antes de que me arrepienta todavía más de haber organizado este circo.

Soraya permanecía en silencio, mordiéndose el labio inferior con aire pensativo. Cuando el juez se marchó dando un portazo, seguido de Garvan tratando de contener la risa, se sentó frente a la otra mujer.

-Lo ha hecho a propósito.

-¿Matarlos a todos? Si, ya suponía que uno no eviscera a cinco personas sin querer.

Soraya chasqueó la lengua.

-No. Quiero decir que esto es precisamente lo que pretendía. Un ataque imposible de ocultar en lo que la gente considera el centro de su seguridad, para poner de manifiesto la inutilidad de la guardia y hacerlos sentir vulnerables. Ahora hay menos hombres, unos pocos perros y menos armas de buena calidad. Las calles serán más inseguras, no solo por él. Estaba claro que el gobierno tomaría medidas poco populares...

-... y el pueblo reaccionaría. ¿Cree que busca una revuelta popular?

-No estoy segura. Si es el caso, va a funcionar. Les ha puesto en una encrucijada: si fingen haber capturado al Destripador de Dayport y cuelgan a cualquier pobre diablo, el gobierno suavizará todas las medidas, incluso aprovechará para reducir las patrullas a su mínima expresión. Podrá moverse con absoluta libertad. Si no lo hacen, habrá disturbios en menos de una semana. Eso le dará incluso mayor libertad y nos dificultará el encontrarlo.

Lady Witlock volvió a masajear sus sienes, sintiendo los primeros coletazos de una inminente migraña.

-¿Y qué sugiere?

-Todavía no lo sé. Habrá que meditarlo despacio antes de tomar un camino equivocado. Esto va a ser más complicado de lo que creían, ya se lo advertimos. Corvo no es un caza recompensas, un asesino por vocación o un matón como el que liberó, que por cierto estoy casi segura de que ha sido quien ha destripado a ese noble. Era un Lord y no por sangre. Sabe moverse igual entre el pueblo llano y la aristocracia. Sabe cómo funcionan los cuarteles y los gobiernos. Sabe de política, de intrigas e intereses. Va a usarlo. Está haciéndolo ya. Nosotros podemos protegerlos de su espada... pero la araña que buscan conoce bien su red, Lady Whitlock. Y si no tejen mejor, va a quedársela para ella.

* * *

Garrett olfateó el aire desde su posición sobre el alféizar de la ventana. Cruzaba los codos sobre la piedra con una taza de té oscuro y humeante al lado. Se notaba que no hacía mucho que había despertado de su noche inquieta, pues su pelo largo y negro caía húmedo sobre su nuca y se pegaba a los lados recién afeitados de su cráneo. La barba incipiente había desaparecido de su rostro. Llevaba puesta la túnica que a duras penas le protegía del aire fresco con olor a petricor: se avecinaba otra tormenta.

El ladrón perdía la mirada en la Ciudad, como si estuviera volviendo a escuchar la campana del pregonero en el Mercado de Piedra. Aunque él hacía rato que se había ido escoltado por los Guardias para que no le lanzaran a la cara algo peor que tomates y lechugas, pero la gente seguía iracunda y los comentarios y pequeñas agrupaciones aún rebotaban entre sus calles, fruto del descontento general. Incluso estaba echando de menos al flautista de la plaza, al que habían echado de allí de muy malas maneras.

Interiormente no dejaba de lamentar la situación, no por la gente en sí, sino por el estado de la Ciudad como ese personaje sin rostro que le había visto nacer y crecer, y que lo había amparado entre sus calles, sus gentes y sus costumbres. Ya había visto cosas así antes durante la rebelión Grabada, y sabía a dónde conduciría aquello. La vez pasada sus actos, aunque no fueran heroicos y tuvieran un fin egoísta (pues su objetivo en sí era salvar a Erin), ayudaron a salvar la Ciudad de su perdición. Ahora había ayudado a provocarla.