Lanzó un chillido de impotencia, al parecer había sido descubierta. 

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Entrar a la oficina, trabajar y luego irse.

Esa era la rutina que conocían de Jung Hoseok, el vicepresidente y futuro heredero de la compañía de su progenitor. El muchacho era más que conocido allí por ser el casi jefe; también por aquellos rumores que abundaban entre el personal de ahí.

Si era tan conocido, ¿cómo es que entonces todos miraban con evidente asombro al joven Jung? 

Hoseok, elevó una mano para saludar a aquellos empleados de la empresa que le incaban con la mirada. Desde los que caminaban con montones de papeles por los pasillos y hasta a aquellas miradas que se asomaban por las persianas de las oficinas. 

Vamos, sólo estaba haciéndose un café, ¿por qué le observaban tanto?

—Ahora noto porqué todas esas miradas. Creí que alguien se desmayó o algo.— se dio la vuelta y vio a Namjoon con una sonrisa en el rostro. 

—¿Por qué lo dices?— preguntó irritado mientras le daba un sorbo al amargo líquido. 

El mayor inspeccionó un poco a su alrededor para luego hablar. 

—Bueno, verás, es complicado.— trató de encontrar las palabras correctas, mientras se servía un poco de aquella bebida. —Como tú hace bastante nunca sales de tu oficina a menos que sea por cosas importantes... es normal que reaccionen así.— intentó sonar relajado. 

—Por supuesto, es como "oh, miren, el bicho depresivo ha salido a la intemperie".— rodó los ojos hastiado.

Namjoon se dio una paliza interna, ¿tan mal le explicó aquello a Hoseok para que entendiera eso?

—Vamos, no es así.— lo tomó de un hombro cuando intentó irse. —Creo que es porque te ves mejor. 

El menor le miró incrédulo. 

—¿A qué te refieres?

Namjoon rascó su cabeza, nervioso. 

—Bueno, es que últimamente te encuentras más activo, sonríes más y casi nunca estás en tu casa.

—¿Tú cómo sabes que no estoy mucho en mi casa? ¿Jiwoo te lo ha estado diciendo de nuevo?

Era obvio que era eso, sabía que Jiwoo lo tenía al tanto de todo. Además al parecer ambos pasaban más tiempo juntos ahora, ya que su hermana últimamente no dormía en la casa de ambos. Después de todo ellos estaban a nada de convertirse en marido y mujer.

—Lo siento, amigo, estaba preocupado y le pregunté.— se veía bastante avergonzado pero Hoseok sólo aflojó su rostro y tocó su hombro con suavidad. 

—Está bien. Gracias por preocuparte.— él adoptó una posición seria antes de proseguir. —¿Ya consiguieron una casa para ambos?

La sonrisa de Namjoon apareció instantáneamente luego de oír aquella pregunta.

—Claro que sí, ya nos decidimos por un hermoso lugar.— su felicidad deslumbró pero paulatinamente se tornó preocupado. —Pero está no muy lejos de tu casa, te lo aseguro. No pensamos distanciarnos de ti.

El menor de los Jung al oír aquello sintió como esa culpa le invadía otra vez. Por él su hermana y su cuñado debían pasar el mejor momento de su vida con una carga. Todo porque temían que él intentara hacerse daño o suicidarse si se quedaba sólo. 

The stranger ➸ J. HoSeok ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang