... Y lo ví, su intensa mirada posada sobre mí, podría reconocer aquella mirada, era la misma que veía frente a los espejos. Lo sabía... Él estaba igual de roto que yo...
¿Qué hacer cuando en medio de una crisis emocional encuentras a alguien igual...
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- Zhan Zhan abre por favor, necesito saber que estás bien.
- Estoy bien.
- Déjame verte.
- En verdad estoy bien.
- No estás solo Zhan Zhan... Aquí estoy para tí.
Xiao Zhan no estaba seguro si abrir la puerta o no, estaba molesto pero no debía ser grosero con aquel que tanto lo había apoyado, Bie era su mejor amigo y al menos le haría bien si hablaba con él al respecto.
Estaba feliz por enterarse que a Yibo le importaba, había comenzado a comprender que él era importante y amado, por sus padres, por su amigo y ahora incluso por aquel chico que ponía su corazón a latir como loco.
Probablemente fue debido a esto lo que más lo hizo molestarse, su padre le había ocultado por un par de meses sobre los sentimientos de Yibo. Sentía que solo era un pretexto de este, el decirle que no era prudente abrumarlo con esto estando él aún en tratamiento. Él tenía derecho a saberlo, beneficioso o no.
Aunque estaba emocionado aun por su reencuentro con Yibo, también estaba molesto, estaba asustado, no sabía como sentirse al respecto, quería verlo y estar con él pero al mismo tiempo le asustaba lo que sentía por él. Durante varios meses creyó que no le importaba, que le era indiferente, ahora debía procesar poco a poco la confesión de los sentimientos de Yibo.
Su psiquiatra Xuan Lu llegaría a verlo dentro de poco para continuar con aquellas sesiones psicológicas pues había aún un largo camino por recorrer aún y no era aconsejable dejar pasar una sola sesión.
Bie se sento en la cama de Zhan a su lado una vez que este le abrió la puerta.
- ¿Quieres hablar?
- No lo sé... - Jugaba con sus dedos algo nervioso.
- Sabes que puedes contar conmigo Zhan, yo estaré siempre para apoyarte. Lo sabes ¿Verdad?
- Mn... - Se demoró un par de minutos más en continuar. - Yo... - Suspiró. - No soy heterosexual... - Dijo bajito y escondió su rostro entre sus rodillas.
Bie solo pudo mirarlo y aunque quiso tocarlo no sabía que si Zhan se sentiría cómodo, él ya lo había notado y eso era lo que le había dado esperanzas pero ahora entendía que sería mucho más difícil ganar el corazón de su amigo, pero él no se rendiría sin dar batalla, Xiao Zhan valía mucho la pena.
