XCVIII ¿Feliz? Año nuevo

4.9K 312 34
                                    

-2

Eran las tres de la mañana del 31 de diciembre y alguno de los bebés no paraba de llorar

—Draco...
—Me toca— dijo mientras se levantaba de la cama e iba a ver a los bebés.
Pasaron los minutos y no pude esperar, sentía una corazonada. Algo estaba a punto de pasar.
Tomé mi varita y me levanté, corrí hacia el cuarto de los niños y vi como Draco abrazaba a Fred
—¿Draco...?— pregunte extrañada
—__________ ve al cuarto y enciérrate con Fred
—Pero...
—¡Ahora!
Sin pensarlo dos veces tomé a Fred de sus brazos y corrí hacia la habitación. ¿Que había pasado? ¿Donde estaba mi hija?

De pronto sentí como alguien me movía, no podía abrir los ojos

—_________...¿__________? Aquí estoy...todo estará bien— sentí como Draco me abrazaba a su pecho, aún no abría los ojos- Lumos...— susurró y una luz hizo que abra los ojos
—Draco...tuve un sueño horrible ¿qué hora es?— pregunté mientras tocaba mi frente llena de sudor
—Las tres de la mañana.

En ese momento mi corazón se heló y corrí hacia la habitación de los niños

—¿¡________, que sucede!?— eran los gritos que dejaba atrás.
Empuje la puerta y vi que la ventana estaba abierta, pero el clima era demasiado cálido para que entre viento frío. Cerré la ventana y escuché como Draco ingresaba
—¿Que diablos te sucede?— preguntó Draco
—Mi sueño...alguien entró a la habitación de los niños
—_________...no seas paranoica
—Draco...confía en mi, ayúdame a revisar a los niños.

Yo tomé a Ara y empecé a revisarla, ella estaba completamente dormida. Pasé la mano por todo su cuerpo, asegurándome de que esté bien...Pero algo andaba mal, su muñeca izquierda

—Draco...Draco ve esto— le extendí a Ara y el la tomó
—Fred tiene la misma herida
—Draco debemos ir donde los Weasley ahora.

Bajamos las escaleras corriendo y nos colocamos frente a la chimenea

Incendio!— pronunció Draco y una llama salió de la chimenea. Tomé los Polvos Flu que teníamos en un tarro y los arrojé a la chimenea. La llama que antes era naranja se convirtió en un verde lima.
—_______ tú primero, con Fred— ordenó Draco. Tomé a Fred y entré en la llama
—A la Madriguera— fueron las palabras que salieron de mi boca. Vi pasar miles de chimeneas frente a mis ojos, estiré el brazo que tenía libre y con el otro sujeté la cabeza de Fred. A tiempo para caer en el suelo de la casa de los Weasley.
Draco apareció detrás de mí y vimos cómo una lámpara se encendía

—_________, Draco...¿Que sucede? Nos espantaron
—Necesitamos su ayuda, Arthur, Molly
—¿Que pasó?— preguntó la regordeta señora Weasley.
—Tuve un sueño espantoso y fui a comprobar que los niños estuvieran bien, pero la ventana de su habitación estaba abierta y tienen cortes en las muñecas izquierdas
—Por Dios...— exclamó Molly
—No sabemos qué pasó...solo sabemos que alguien entró a la casa— comentó Draco
—Llamaremos a...
—No— interrumpí a Arthur
—Nadie más que ustedes se enterará, a menos que sea estrictamente necesario
—Debemos hablar con McGonagall...ella sabrá que hacer— dijo Molly
—¿Polvos Flu de nuevo?— pregunte con una leve sonrisa
Polvos Flu, de nuevo— respondió Arthur poniéndome una mano en el hombro.
—No podemos ir en pijama, está nevando afuera. Ven conmigo _________. — dijo Molly mientras subíamos las escaleras.
Cinco minutos después nos encontramos de nuevo frente a la chimenea.
De un momento a otro estábamos en la chimenea de la antigua oficina de Umbridge, los platos de gatos estaban rotos y las paredes rosadas estaban completamente agrietadas.

—Debemos correr, antes de que...
—¡Oh, la pareja Malfoy...lastimosamente su matrimonio fracasó!
—Cállate, Peeves— grité molesta
—No le hagas caso. Vamos— dijo Arthur.

Tocamos la puerta de su habitación y salió una Minerva con las gafas mal colocadas

—Pero si son las cuatro de la mañana, ¿que hacen aquí?— preguntó mientras cerraba su túnica.

Luego de muchas horas de trabajo y no poder encontrar nada, tuvimos que llamar refuerzos.

—Bien...no entiendo porque no lo pensaron, si la solución más inteligente es ir al pensador— comentó Harry sacando su varita
—Harry...no voy a ver los recuerdos de mis hijos
—¿Quieres saber qué pasó, o no?— preguntó Ron tomando a Ara.
Entramos a la oficina de McGonagall y nos dirigimos al pensadero, usaríamos los recuerdos de Fred.

—Esto es inútil, es solo un bebé— dije sentándome en el suelo. Draco fue quien entró al pensadero
—Espera...tal vez encuentra algo interesante— comentó Hermione mientras se ponía a mi lado— todo estará bien ________.
—Tengo miedo Mione...se que no volveré a dejar mis hijos dormir en su propia habitación.
—Ya son las 4:00 pm...tengo hambre, iré a ver si la comida para los que se quedaron aquí en vacaciones ya está lista. Por ahora tomen esto— McGonagall agitó su varita y aparecieron sándwiches de pavo que no dudamos en tomar, pero dos minutos después Draco sacó la cabeza del pensadero. Tenía los ojos rojos, como si hubiera llorado.
—__________...lo siento— dijo abrazándome
—¿Que pasó?— pregunte asustada
—Fue Astoria...entró a la habitación de los niños, tomó dos frascos y vertió gotas de sangre de cada bebé en ellas.

Sentí como el pecho se me helaba, como la sangre hervía y las ganas de dar un golpe se habían convertido en ganas de asesinar.

—_________...¿___________?— repetían una y otra vez todos.
—Iremos a la madriguera y queremos que vengan con nosotros, que vivan con nosotros
—Deberíamos hacerlo _________— dijo Draco.
—Hagámoslo...no voy a arriesgarme a que esa loca les haga más cosas a mis hijos.
Esa noche fue tranquila, el miedo me consumía...quería a Astoria lejos de mi vida. Pero una pregunta rondaba en mi cabeza ¿Para que quería la sangre?

Always (Draco Malfoy y Tú) Where stories live. Discover now