30-. Extase (Guilherme Arantes).

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Noto el sol,
y la vida corriendo.
Noto la noche
y los días llegando.
Esto se está acabando
y no sé qué hacer.
Quiero un descanso de vivir
quiero correr fuera de mí,
quiero ser la luz que fui
contigo aquí
cuando era feliz.

Tengo más miedo que el Titiritero.
Pido un descanso de la función,
pido un descanso del per favore.
No tengo por qué dar explicaciones,
pero hace tiempo que solté el timón.
Y ahora tengo miedo.
Miedo de que sea demasiado.
Miedo de encontrar por todos lados
razones
para ser
(in)feliz.

Vivo en una dicotomía,
unas veces pa'lante,
otras veces pa'rriba.

Ya no sé qué sentir.
Ya no sé si estaba yendo al norte,
al sur,
hacia afuera
o hacia mí...

Hoy me cuesta decir "te quiero"
y no lo entiendo.
Hoy tampoco soy yo misma.
No reacciono...
Bueno, eso no es cierto del todo.
Hablo como un marinero,
a pesar de que soy del viento.

Busco mi chispa
porque no quiero
darme cuenta
de que ya la he encontrado.
Antes quería estar más aquí,
hallar lo que mi cuerpo
tiene para mí.
Sin embargo, no sé por qué,
siento que de la raya me pasé.
No sé qué pasa, yo soy Acuariana,
pero me siento como una marciana.
Apenas tengo
ganas
de hacer nada
y cuando las tengo
salen cosas raras.
(Cantadlo como "Sonrisas
y lágrimas")
No entiendo mi cuerpo,
no me entiende a mí.
Ya no sé qué hacer para vivir feliz.

¿Qué me pasa?
Este año no me sale
lo que es natural.
No he sido yo
desde que cambié de edad.

Es muy raro, vivo al límite.
He de parar.
Pero sé qué pasa cuando admito
que quizá no esté satisfecha.
Y quiero seguir bien.
Los cambios me aterran,
hay miedo e inseguridad.

Tengo a.
Agotamiento, apatía y agobio,
y no quiero consejos.
Tan solo querría
un poco más de tiempo libre
positivo
del que disfrutar.

¿Se puede tener demasiadas ideas
para el propio bien(estar)?
¿Puede la excesiva
inspiración
perjudicar?

Escribir tanto me agota
pero no voy a frenar
porque mi vida no tiene cinturones.
Es difícil de explicar
pero creo que estoy cerca
de mi sombra.

Creo que mi corazón
está tan ocupado en mantenerme viva
que no me permite disfrutar la vida.

Es extraño.
Enero ha sido un mes de quiero
y el quiero siempre lleva al mismo
sitio,
conduce siempre al "pero no puedo".
Es extraño.
Este ha sido un mes de cambios
internos
aunque nada externo haya cambiado.

Voy a resumirlo
en un solo enunciado
breve:
me encuentro
muy incómoda
dentro
de mi propia
piel.

Gracias a los dioses,
mañana cambia el mes,
celebro el cumpleaños de mi bestie
y el festival celta
de la primavera.
¡Sé que estaré bien!
Será casi extático
el momento
en el que pueda
ver mi alma
reflejada en mi día a día
(porque ahora estoy escribiendo
desde las entrañas)
y volver a sentir el pulsar de la poesía
en lugar de solo escribir poemas.

Será mágico el instante
en el que yo pueda ser
(en) ese instante.
Polvo de hadas,
confianza
y fe.
Eso es vivir...
(eso es éxtasis).

Febrero es el mes del cumpleaños.
Es el mes del tercer aniversario.
De nuestro tercer año.
Estás aquí. Estáis aquí.
Al escuchar cada canción
junto a ti
soy yo misma
y ya soy feliz.

Un millón de vidas después.

(Escuchad la canción
de la multimedia;
escucharla me ha calmado.
Lo necesitaba.)

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