–Eres una rarita encantadora –me dijo ella en la víspera, sin pensar en las consecuencias.
Tiempos como estos son los que busco. Pau Donés, Efecto Pasillo, Rosana, Maldita Nerea, Disney, Pixar, Coco, César Brandon y su libro Nosotros. Campanilla Hadas y Piratas, Tom Hiddleston y su voz en idioma original. Biocultura On y sus decenas de conferencias. Felicitaciones por todas partes y una llamada a mi familia asturiana. Sempiterno, poesía, una videollamada con mi mejor amiga. Publicar en Instagram y leer lo que mi madre publicó en nuestro blog. Agradecer por Eso que tú me das. Y mirar mi revolución solar mientras reviso la carta astral. Terminar de leer Tinker Bell and the great fairy rescue en inglés, y sentir que mis alas vuelven a resurgir. Sentir que hay magia en las palabras y recordar que lo único que se necesita para volar es Fe, Confianza y Polvo de Hada.
Ver A day in the life of the Dead en todos los idiomas que me sé. Verles de nuevo me hará llorar (qué narices, estoy llorando ya), y serán lágrimas de felicidad, del amor puro y sincero que lo puede conseguir todo (incluso traerles a mi casa, incluso su visita todos aquellos días).
Poemas, textos, mensajes, libros y Las Mañanitas.
Tarta de avellanas y chocolate templado a la taza.
Videollamadas, selfies, y un amanecer lleno de colores, recuerdos y canciones.
Desayuno familiar, y a esperar. Soplar las velas electrónicas con una app.
Conversaciones y más razones para disfrutar: Sixteen to seventeen y, como siempre he querido hacer, cantar Dancing Queen.
Vídeos, sorpresas, grabaciones, presentes y fiestas. Banderines de colores; decorados a montones y fotos para recordar.
Revisar el pasado, recibir abrazos y alegrarme por un día más de vida. Contestar los mensajes, y guardar las frases que me gustaron de mis dieciséis. Releer los poemas y hacer repaso de todo lo escrito. Ponderar The First hasta que quede bien y disfrutar con Rapunzel y Ariel.
Ver todos los cortos escuchando canciones. El recital de guitarra lo dejaremos para mañana. ¡Se cumplirá el primer aniversario de cuando empecé a tocarla!
Y en algún momento, cuando menos me lo espere llegará el regalo. Oiré tu voz en audio por primera vez desde que nos conocemos y me volviste loca siendo la mejor forma de organizar la locura. Lo mejor del día será escucharte; te lo garantizo, Leah, eres puro arte. Ya quiero saber cómo te ríes y qué haces cuando estás nerviosa. Ansío saber si tu acento delata tu procedencia. Tengo miedo de cometer un error; de no reaccionar de un modo lo suficientemente intenso o de no saber contener la emoción y gritar llorar y escribirte otro poema de manera espontánea para que todo el mundo sepa lo mucho que me agradas.
Eso será lo mejor del día, junto con los mensajes de Priscila, oír sus tres voces y las palomitas y el regalo de la máscara, la máscara mexicana, la máscara por y para ellos, la máscara para el Día de Muertos... la máscara de Catrina.
Tiempos como estos son por los que vivo. Este es mi día, mi fiesta, mi vida.
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(Esto es completamente diferente a lo que quería escribir. Quería preguntarte cosas sobre la añoranza o el echar de menos, como le decimos aquí. Quería saber cómo estáis.
La cuestión, Héctor, es que ya lo sé. O al menos, más tarde hoy lo sabré. La cuestión, familia, es que soy feliz. Y quiero dejar esto aquí para el futuro. Quiero que cuando cumpla la mayoría de edad pueda recordar este día de forma precisa y emotiva. Los momentos, la alegría el día en el que me siento viva.
Y quiero que sepas que en algún momento me compraré una guitarra mejor, una de verdad, para aprender, y saber tocar en mi próxima fiesta (y en vuestra próxima visita) "Recuérdame".
