little baby ━ rivamika.

iv

La noche anterior fue todo un caos, como si enfrente de ti estuviera el mismísimo demonio, Mikasa estuvo molestando a Levi como si fuera un bebé -aunque ese era el plan y estaba resultando a la perfección- le pedía agua, algo de comida, qué le diera un pequeño abrazo qué en realidad era para sentir el olor de su novio, muy raro por cierto.

Oh tal vez no era raro, ¿y si talvez todas las parejas hacían eso?

-- Maldita mocosa, sí esto se trata de una broma que sepa que no da nada de gracia. -- Bufó Levi levantándose de la cama, a lado de él estaba Mikasa y no movía ni un pelo, estaba cómoda pero Levi no. Y pues como no iban a terminar así? La noche anterior fue horrible o eso decía Levi.

Pero no todo era malo para él, era sábado y descansaba, lo que significa una cosa; limpiar la casa. Sí eso era lo único que hacía los fines de semana y lo peor de todo es que, cualquier mancha ya sea pequeña o grande él lo limpia sin importar nada.

Mikasa seguía dormida y el aprovecharía eso para limpiar, no quería interrupciones de nadie ni siquiera de su novia, y tampoco quería que ella siguiera con su actitud infantil. Se dirigió a la puerta con pasos cautelosos y cuándo estaba apunto de abrir la puerta se escuchó a alguien decirle su nombre.

-- Levi.

Saltó del miedo y miró hacía quién decía su nombre, era nada más y nada menos que Mikasa la cuál ahora se había levantado lo que significaba que su sábado de limpieza se había ido por un caño. No había otra opción, amaba a Mikasa como a nadie más -bueno también amaba limpiar- pero como si el mismo demonio lo hubiese escuchado Mikasa alzó sus manos algo que al principio no entiendo Levi pero supuso qué quería que la cargará como un bebé. Está broma está pasando los límites.

-- Mi-mikasa ¿Alzaste tus manos así porqué quieres que te cargue o te abraze o-?

-- ¡Quiero un abrazo de Levi! ¡Yo quiero un abrazo de Levi! ¡Levi, Levi!

-- Está bien. -- Se acercó con miedo a Mikasa y extendió sus brazos que también temblaban de miedo, puso sus brazos debajo de la espalda de Mikasa y se acercó a su cuello sintiendo su olor; vainilla. Nada mal, le gustaba la vainilla.

-- ¿Qué ibas hacer?

-- T-tú ya sabes, como hoy es sábado y también descansó nada mal está con limpiar la casa, iba ir ahora pero como te levantaste. Será mejor que te duermas un rato ta-

-- Yo quiero ayudarte, Levi. Te ayudaré en lo que sea, limpiare los vidrios, la mesa y los platos sucios. Lo haré sólo sí me lo ordenas. -- Un quejido de Levi se interpuso y la razón era porque Mikasa lo agarró con fuerza de la espalda, ya no parecía un tierno e inocente abrazó. Pobre Levi.

-- Mika-sa me estás a-apretando, de- detente. -- Unos cuántos quejidos salían nuevamente de Levi, no es por nada pero Mikasa disfrutaba los quejidos de Levi.

¿Mikasa masoquista? Podría ser, o es sólo porqué lo vio en alguna telenovela de las cuáles tratan del mismo tema amoroso y tienen a los mismo actores, que por cierto las pasan a las 10:30 de la noche ¿cómo sabía Levi eso? No había respuesta, al menos no ahora.

-- ¡A-ah! Basta ya.

-- Está bien, está bien. ¿Entonces si vamos a ir o no?

-- Por los minutos perdidos ya habíamos acabado de limpiar la cocina y la mitad del patio, vamos ya, ugh.

Y te estarás preguntando ahora del porqué nuestra querida Mikasa accedió a limpiar la casa? Simple; si ella limpia mucho más que Levi y no deja ni una sola mancha lo obligará a comprar 5 cajas del chocolate que compró la noche anterior. Un plan bien elaborado pero que puede tener fallas en el intentó, seguía en el roll de hacer como un bebé tierno e inocente y la razón ya fue explicada; quería un poco más de atención.

Pero sabía que tarde o temprano todo se iría al carajo.

Lo único que se imagina si eso llegará a suceder es Levi haciéndola limpiar el parque que está a 18 cuadras de aquí, el cuál se hizo popular pero sólo porqué es un basurero y viene cualquier borracho a dejar botellas de vino [ obvio vacías ] Eso sí es una pesadilla de la cuál nunca quiere que pase.