Sus pies se movían sin querer detenerse, de un lado a otro daba una que otra pisada, la idea de que hubieran lastimado al pequeño chino rondaba por su cabeza sin cesar, lo torturaba y como no si por su propia culpa el menor estaba en ese estado
— Donde mierda estará —qlegó con enojo y preocupación el coreano, aún no comprendía porque se alteraba demasiado si por que sentía la culpa de que el menor corriera riesgo o porque sentía algo más por el
— Nana—dijo con emoción el menor posando una pequeña sonrisa en su rostro mirando al mayor frente a él
— Donde estabas?—vaciló el coreano mirando con preocupación combinado con enojo al menor
— Mamá tuvo un problema —dijo este con una mueca dibujandose en su rostro
El chino bajó la mirada, por un momento Na quiso tirarse del último piso del edificio más alto, suspiro y con lentitud se acercó al menor abrazando su pequeño cuerpo entre sus brazos sintiendo la calidez que le emanaba
— Perdóname yo solo...perdón —suspiro el coreano
— Esta bien, papá dijo que mamá estará bien solo tuvo unas complicaciones —explicó este con suavidad
— Complicaciones? —pregunto el mayor
— Debe tomar una terapia y muchas cosas más —musito el menor ocultando su rostro en el pecho de Jaemin, este no comprendió porque su cuerpo se quedó estático y su corazón empezó a latir con suma rapidez
— Ren —llamo el coreano
— Um? —dudo el menor
— Puedo ayudarte —añadió el adverso
Renjun miro al mayor negando levemente
— Conseguire un trabajo y pagaré su terapia —comento Renjunn
— Claro que no, Junnie —nego el ajeno
Renjun bajo su mirada pero el contrario tomó su mentón con suavidad haciendo que lo mirara
— Consegui un trabajo de medio tiempo—comento con tranquilidad
— Enserio? —el menor dijo esto con cierta emoción, Jaemin asintió con una sonrisa
— Te ayudaré con la terapia de tu madre ¿si? —afirmo el mayor
— Esta bien Nana —sonrio el menor
Jaemin abrazo al menor con fuerza, quería quedarse así con el aunque sea por unos segundos más, aún no entendía lo que sentía, el amor era un sentimiento desconocido para el, nunca tuvo tiempo para amar o para ser amado pero con Renjun sintió algo diferente, algo que hacia su corazón agitarse y su mente volar en solo pensar en el
— Me amas? —exclamo inconscientemente el coreano aún abrazando al menor con algo de fuerza
— Sip —formulo el menor con calma
— No puedes —mascullo el ajeno
El coreano río con tristeza, como iba a explicarle al menor que no iba a poder estar con el mucho tiempo más
— Um, porque? —pregunto el menor
— Porque soy malo para ti y terminaré rompiendo tu corazón —afirmo el mayor
— Porque lo dices? —ladeo la cabeza
— RenRen —llamo el mayor
Jaemin se alejó un poco del más bajito hasta que sus miradas se conectaron
— Um? —susurro el ajeno
— Me amas lo suficiente como para dejarme ir? —pregunto cabizbajo
El chino quedó confuso por unos instantes, su mejilla se posó en el pecho de Na mientras sus brazos rodeaban con fuerza el cuerpo del mayor
— Dicen que si amas algo déjalo ir pero creo que no te amo tanto como para dejarte —río el menor con suavidad
— Renjun...
— Nana, te amo pero no puedo dejarte, nunca estaría listo para hacerlo —alzo los hombros con una triste sonrisa
Las palabras cruzaban su pecho como una cuchilla filosa hecha del hielo más duro
— Te amo Junnie —mascullo Jaemin
— Yo también...—contesto Renjun
