La noche había caído, su cuerpo se removió sobre el colchón de la cama sin poder conciliar el sueño pues la voz amenazante de aquel hombre aún sonaba en su cabeza
— Mierda —bufo el coreano recordando las claras palabras de este "Haz lo que pido y no le haré daño a ese muchachito"
Estaba en problemas, muchos problemas, su mente solo pensaba en Renjun, en ese pequeño chino que lo hacia feliz, era difícil explicar lo que sentia por este, el tan solo pensamiento de ya no verse con el a escondidas hacia su corazón doler
[...]
— Hijo —musito una mujer con voz débil tocando la puerta de la habitación de su hijo, este con rapidez abrió la puerta
— Mamá, no pu—la madre corto su hablar
— Ya Renjun, aún estoy bien—afirmó la mujer sosteniendo su cadera la cual dolia un poco, sus pasos eran lentos adentrándose a la habitación del menor
— Pero—tartamudeo el menor
— Te gusta alguien? —exclamo esta tomando asiento en la cama del menor, este abrio sus ojos fuertemente aumentando el tamaño de estos de golpe, la mujer río
— Co-como...—balbuceo el menor
— Sabia que esas salidas y el brillo en tus ojitos eran por algo —río con suavidad la mujer
— Tu...—dudo el menor ladeando la cabeza
La mujer asintió como si supiera lo que su hijo iba a decir, este simplemente cerro la puerta y suspiro
— Papá...—mascullo este
— El no lo sabrá pero dime como es el? —pregunto la madre queriendo saber mucho más del amorío de su menor hijo
— Como sabías que no era una mujer? —pregunto este
— Las madres sabemos todo RenRen—río nuevamente la mujer
Renjun suspiro dejando caer su cuerpo sentándose detras de la puerta de su habitación
— Mamá —susurro este con suavidad
— Si? —pregunto la madre
La mujer posó una dulce sonrisa en su rostro, su cabello era de un tono marrón y sus ojos emanaban un sentimiento de confianza, Renjun sabia que su madre lo aceptaría
— Puedes guardar el secreto? —pregunto chocando sus rodillas una contra otra
Esta dudo por un instante pues sabía que el padre de su menor hijo no le agradaría la idea de que tuviera gustos distintos
— No te preocupes, puedes confiar en mi —afirmo la mujer
Su madre era una mujer comprensiva, dulce y sobre todo sabia escuchar, Renjun podría contarle todas las aventuras con el único chico que hacia latir su corazón y esta siempre escucharía sin aburrirse por sus palabras
— Mamá...el es alguien odiado —susurro el menor deteniendo su hablar
La madre de este miró con confusión a su hijo
— Eh incluso yo se que esto no es inteligente —farfillo el chino levantando su cuerpo de la fría madera del piso de su habitación, su madre lo miró aún con confusión reflejado en su rostro
— Pero mamá...—miro hacia otro lado deteniendo su hablar
Levantándose tomo las manos de su querida madre con suavidad
— Estoy enamorado de un criminal...
