Mι Amoroso Aᥣfᥲ ⇢ ᴶᶤᶰᵀᵃᵉ

Prólogo

La joven vecina sacudió la cabeza y se giró a su dirección.

— Taehyung, cariño, entra a tu casa. Está loca no se callará hasta que lo hagas— le sugirió su vecina— Está noche la ha tomado contigo.

—¿Sólo está noche— respondió taehyung con deje irónico. Dejó las cosas a los pies de su puerta y empezó a hurgar en su bolsillo en busca de las llaves — Lleva con esa retahíla de acusaciones desde hace más de una semana. ¿Todavía no han dado con su sobrino?

Hasta donde sabía, la señora Cho estaba a cargo de un  sobrino, uno que parecía pasar más tiempo de viaje que cuidando de su anciana y pertubada tía.

—Ése bueno para nada, dice que nos quejamos por deporte— chasqueó la joven mujer— Pero tú espera a que presente una denuncia en la policía, solo espera, ya verás como ese bueno para nada  viene entonces corriendo con el rabo entre las....

Nisiquiera pudo terminar la frase, pues la anciana volvía a la carga.

—¡Un arma! ¡Tiene una pistola! —la anciana cambio ahora de táctica, señalándolo una vez más — La lleva en el bolsillo. !Me quiero matar! ¡Ayuda! ¡Ayuda, ayuda a una pobre anciana!

—Kyung sook, por amor de Dios, deja de decir estupideces— se exasperó su vecina.

—¡Una pistola! ¡Tiene una pistola!

Taehyung se limitó a poner los ojos en blanco, secó las llaves y se giró hacia la chillona mujer

— Señora Cho, ¿por qué no va  a ver la televisión un ratito? —le sugirió al tiempo que le señalaba la puerta entreabierta del piso con un  gesto de la mano.

— ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Me quiere matar!

No sabría decir quién de los dos quedó más sorprendido al ver como la anciana daba media vuelta y empezaba a correr al tiempo que agitaba los brazos.

—¡Una pistola! ¡Tiene una pistola! ¡Socorro! ¡Socorro!

—Sook, por amor de Dios...

—¡Socorro!

—Señora Cho, yo no llevó ningún....— pero taehyung no pudo terminar de hablar.

Un brusco impacto que recibió desde atrás lo dejó sin palabras en hizo que perdiese las gafas cuando se vió impulsado hacia adelante. Cayó sin remedio contra el duro suelo en un contacto tan íntimo y brutal como lo era lo que se le había hechado encima y lo presionaba contra las baldosas .

Apenas tuvo tiempode jadear en busca del aire perdido
Cuando sintió que le retorcían una mano y luego la otra hasta inmovilizarlas contra su propio trasero.

—Pero qué coño...— gimió taehyung estupefacto.

— Por el amor de Dios... — jadeó la joven vecina

—No te muevas  —escuchó la dura y firme voz por encima del barullo. —¿Está usted bien, señora Cho? ¿Está herida? ¿Necesita una  ambulancia?

Taehyung parpadeo sin poder creerse lo que estaba oyendo.

¿𝘏𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢?

¿𝘜𝘯𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘶𝘭𝘢𝘯𝘤𝘪𝘢?

𝘗𝘦𝘳𝘰....

─Por las barbas de ni abuelo, ¿Qué es todo este escándalo?

El repiqueo, era el inconfundible sonido del bastón de señor Woo Hyun, el veterano de guerra que vivía en la planta de arriba.

—No se preocupe, señor Woo—respondió esa voz profunda a su espalda. —señoras, vuelvan  a sus viviendas. Por favor Ocúpensen de que la señora Cho...