capitulo 13: Meyer "celoso" King

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—¡Que esperen! —le espetó Meyer antes de dirigirse a Alessia nuevamente—. No, no soy un paranoico, solo cuido lo que es mío para que no crean que pueden venir aquí a robármelo.

Alessia puso los ojos en blanco antes de darle la espalda para buscar unas cervezas de la nevera, pero solo recibió una fuerte nalgada por parte de Meyer que la hizo chillar, pero cuando se quiso girar para encararlo él la aprisionó contra los estantes.

—Así que dile al próximo que se atreva a pedirte tu teléfono, que si lo quiere tendrá que pedírmelo a mí.

—Eres un paranoico y exagerado, definitivamente no has cambiado.

—Bien, me alegra que te ha quedado claro.

Se alejó de ella de golpe y le permitió seguir con su trabajo volviendo a la mesa de Daniel.

—Diablos, hasta yo me sentí intimidado, ese pobre muchacho salió despavorido.

—¿Tienes otra duda acerca de Alessia y yo? —le preguntó Meyer antes de beber un sorbo.

—No, ya me queda muy claro lo que está pasando —se burló Daniel—. ¿Desde cuándo?

—Unos días.

—Esperaste que el luto por Jackson se le pasara para poseerla otra vez.

—No, esperé que la estupidez de mi rencor hacia ella se me pasara para proponerme recuperarla, es diferente.

Después de dialogar con Daniel acerca de sus futuros planes, como hacer otro gimnasio en honor a Jackson e irse de viaje con su esposa en invierno, a media noche el hombre se fue y el bar poco a poco empezó a vaciarse.

A la una de la mañana Alessia ya se encontraba sacando cuentas mientras Dalis recogía las botellas de cerveza del suelo de mala gana "¿Por qué Meyer hizo algo tan estúpido?" "Besarla frente a todos ¿Desde cuándo era así de celoso?" se preguntaba Dalis mientras acomodaba las botellas en las canastas, levantó la mirada cuando Meyer se le acercó a ella con una escoba.

—Eso es trabajo de Alessia —le espetó Dalis.

—Esta noche no —le respondió él de mala gana estirándole la escoba.

Dalis se lo arrebató de las manos y se alejó de él a las malas, puso los ojos en blanco antes de empezar a pasar la escoba por el suelo, Meyer por su parte caminó hacia Alessia y le recibió el sobre de dinero, pero antes de que ella pudiera alejarse la agarró del brazo y tiró de ella.

—Aléjate que estoy enojada —le espetó molesta.

—¿Por qué? ¿Por qué marqué territorio?

—Porque estás demasiado posesivo, ni siquiera le estaba prestando atención a ese hombre.

—¿Y qué? Te lo dije una vez Alessia, si permito que esos hombres les falten el respeto una vez lo harán nuevamente, contigo solo utilicé un método diferente.

—Comprendo esa parte, lo que no comprendo es ¿Por qué de esa manera?

—Porque quería besarte y ya —le respondió Meyer encogiendo los hombros—. ¿Acaso debo darte más justificaciones?

—Eres un niño inmaduro —dijo ella tratando de no sonreír.

—Ya te he dicho que respetes —le advirtió él sin permitirle salir.

Pero antes de que Alessia pudiera protestar Dalis apareció frente a ellos.

—Supongo que como yo tuve que barrer este cochinero ella tendrá que recoger la basura, pasa hoy ¿Se te olvida?

—Si claro, recógela y yo la saco —le dijo Alessia.

—¿Por qué no lo recoges tú?

Meyer apretó la mandíbula antes de soltar a Alessia, Dalis se estaba ganando una echada a patadas por interrumpir de esa manera pero tampoco estaba dispuesto a protestar ni a pelear con ella, no estaba de humor, simplemente observó a Alessia marcharse con las bolsas de basura y dirigió su mirada a Dalis.

—¿Cuándo van a arreglar la ventana del cuarto de Jackson? Digo, si Alessia ahora va a dormir contigo lo justo sería que desocuparan esa habitación.

—¿Cuál es tu maldito problema? —le espetó Meyer.

—Solo quiero que todos hagan su trabajo así como lo hago yo —le masculló.

—Tenía pensado que mañana Alessia se encargara de lavar la ropa inmediatamente terminara de trapear, pero bueno, ya que ella hará lo mismo de todas las noches ¿Para qué hacerlo?

—¡Eres un sucio tramposo, Meyer!

—Más respeto —le murmuró con desagrado—. Si no te gusta, vete.

Meyer pasó por su lado ignorando su insulto murmurado y subió hasta su habitación, pero antes de abrir la puerta dirigió su mirada a la habitación de Alessia, si bien se había prometido que dejaría los secretos de la chica en el pasado la curiosidad lo estaba impulsando a buscar más allá, a indagar un poco más.

Abrió la puerta de la habitación de Alessia con algo de culpa, ella de por si estaba molesta por lo del beso esto solo la pondría peor, abrió la puerta del pequeño closet pegado a la pared y lo primero que observó fue maquillaje, eso explicaba porque la había visto tan diferente, en el compartimiento de abajo observó varios folletos, agarró uno y lo abrió, era una escuela de enfermería.

—¿Qué haces?

La voz de Alessia resonó por toda la silenciosa habitación, pero para su sorpresa eso no asustó a Meyer.

—Viendo los daños, ayer no pude revisarlos bien —le contestó Meyer sin dejar de ver los folletos—. ¿Qué es esto?

Ella corrió hacia él y le arrebató el folleto de las manos antes de cerrar la puerta de closet.

—Es una escuela de enfermería, voy a estudiar.

—¿Y por qué no lo hiciste antes?

Alessia frunció un poco el ceño.

—¿A qué te refieres?

—¿Por qué no estudiaste antes? Estoy seguro de que por dinero no era, tu padre te habría apoyado y Jackson también.

—Es una vocación que descubrí hace poco.

Meyer asintió con la cabeza antes de levantarle la cabeza y obligarla a mirarlo.

—¿Y por qué no lo haces?

—Recuerda que papá vendrá en cualquier momento por mí, no puedo quedar—

Meyer al parecer estaba empezando a tomar la costumbre de besarla cada que ella protestaba, amaba el hecho de que no discutía ni lo empujaba cada vez que lo había ya que ella también lo quería, cuando se separaron ella tuvo que inhalar para recuperar el aliento.

—¿Te irás en serio? —le preguntó con curiosidad.

—No puedo volver a escribirle a mi padre para decirle que ya no me iré, apuesto a que ya acomodó todo su horario para venir por mí.

—Entonces tendré que convencerlo de que no te lleve.

—¿Y cómo se supone que harás eso?

—Eso déjamelo a mí, ahora ve a ducharte, te espero en la cama.

Después de una apasionada y fogosa noche Alessia finalmente pudo dormir a las cuatro de la mañana, Meyer la hacía explotar de tal manera que la agotaba físicamente, pero cuando él comenzaba a tocarla nuevamente era como si ese cansancio desapareciera, para empeorar su situación Meyer se había convertido en un insaciable ¿Desde hace cuando no tenía sexo? Incluso se vio tentada en hacer esa pregunta pero se contuvo, al final solo se dedicaría a disfrutarlo el tiempo que les quedara y cuando llegara su padre resolvería que hacer.

en las manos de Meyer KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora