capitulo 6: declaración de guerra

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A las ocho de la noche y mientras Meyer metía sus dedos en agua helada trataba de ignorar su conversación con Alessia, se notaba que ocultaba algo, no, se notaba que ocultaba muchas cosas pero tampoco le interesaba descubrir sus secretos, o al menos se quería convencer a si mismo de que no le importaba, Robin apareció en la habitación y acercó a su amigo para comprobar que estuviera listo.

—El lugar está a punto de reventar —le informó—. Gane quien gane hoy se va a armar una guerra.

—Lo sé...

—Draco quiere saber si al fin aceptarás lo de apostar las motocicletas.

Meyer se rascó el cabello con fastidio.

—Porque te tiene otra opción, pero sinceramente no sé si te va a gustar o te va a dar igual.

—Habla ya.

—Alessia o Zalo, o Zalo viene una semana o Alessia se va con ellos una semana, dependiendo del ganador.

Meyer soltó una risa sarcástica.

—¿Y él en serio cree que yo puedo controlar a Alessia? ¿Qué yo soy el amo y señor de todas las mujeres que viven y trabajan aquí? Está demente, ella no aceptará eso, mejor apostemos las motocicletas.

—Eso mismo pensé yo, además sería como insulto para Jackson que apuestes a su hermana, nos cae mal pero tampoco hasta ese punto.

—¿Aún te cae mal?

Robin encogió los hombros.

—Quisiera decirte que sí, pero se ha ido disipando, nunca me había colocado ropa tan limpia y mira el piso, ya puedes comer sobre la madera, al menos la chica se esfuerza y eso se aprecia, aunque no cambia el hecho de que si él no la hubiera ido a buscar esa noche... ¡En fin! Date prisa o van a venir a buscarte y a arrastrarte hasta el ring.

Meyer se colocó de pie y se terminó de vestir, no se sentía cien por cierto listo para pelear pero al menos debía intentarlo.

El pesado puño de Meyer chocó contra la cara de Fabian con fuerza, la mandíbula del latino se movió hacia un lado mientras que varias gotas de sangre salieron volando mojando el suelo, el hombre tuvo que retroceder varios pasos para recobrar el aliento pero Meyer apenas si se lo permitió, caminó hacia él y moviendo sus puños con velocidad estrelló varias veces sus nudillos cubiertos por una venda contra el rostro magullado de Fabian, su pómulo se inflamó y su ceja comenzó a sangrar, los nudillos de Meyer ardían, sus manos estaban temblorosas pero finalmente estaba a punto de ganar.

—¡Acabalo Meyer! —gritó Vita.

Los alaridos del publico resonaban con fuerza por el estrecho lugar, Alessia trataba de pasar por los huecos que dejaba la gente con una charola en la mano, las botellas de cerveza iban y venían y Dalis apenas si podía mantener un ritmo en la caja, inmediatamente Alessia pasó por un lado del ring una mano le agarró del brazo, se dio la vuelta intentando encarar a la persona pero se detuvo cuando se dio cuenta de quien era.

—Hola muñeca —le dijo Draco con una sonrisa—. ¿Podrías traerme una cerveza?

Ella solo asintió con la cabeza antes tratar de alejarse, cosa que él le impidió.

—Suéltame —le advirtió ella—. Para poder traerte tu cerveza.

—Sabes, se me quitaron las ganas de una cerveza, ven, siéntate aquí con—

Varias gotas de sangre cayeron sobre ambos, el rostro de Alessia quedó manchado mientras que la camiseta de Draco fue pintada por el líquido rojo, el cuerpo de Fabian cayó estrepitosamente sobre el suelo provocando que todo el lugar se quedara en silencio y estallara en aplausos y abucheos, Alessia aprovechó la consternación de Draco para salir de su agarre y prácticamente correr hacia el interior de la cocina.

en las manos de Meyer KingWhere stories live. Discover now