Donde Nace El Amor

INMARCESIBLE

CAPITULO 1

Hoy es 9 de septiembre, y, como cada 9 de cada mes, la ciudad de tierra tiene que entregar su cargamento. Cada 9 días, una de las cuatro ciudades entrega sus cargamentos a las otras 3 ciudades.

Pero hoy ha sido diferente, porque Natura ha ido por primera vez al intercambio, pues recientemente ha cumplido la mayoría de edad, y es muy curiosa respecto al exterior de su ciudad.

Tierra, también conocida como Inmarcesible, es la ciudad mas tranquila de las cuatro, ya que, si la comparas con el resto de ciudades, sus habitantes bien podrían parecer estatuas.

Pero Natura no se limita a eso, ella quiere salir de ahí, de las 4 ciudades: quiere salir del reino. Lo que ella no sabe es que fuera de Misericordia, el reino en el que ella vive (que fue nombrado así, pues significa abrir el corazón al miserable), es que nadie tiene lo que ellos llaman "dones". Ella piensa que hay más reinos repartidos en todo el mundo.

En Misericordia hay 4 ciudades, y los habitantes de cada ciudad tienen un don diferente. Aún que Natura, al parecer, no tiene solo uno. Tiene más de uno, pues una vez, a escondidas, quiso practicar con otros elementos. Cogió un aparato, que los de Aurora (la ciudad de fuego) han llamado mechero. Es un tubo pequeño de plástico con un líquido dentro. Cuando descubrió cómo encenderlo, salió una pequeña llama, y cuando eso pasó, lo soltó de repente asustada, dando un par de pasos hacia atrás.

Se sorprendió al no ver su cuarto en llamas.

¿Cómo era eso posible?

Por lo que había leído en algún libro, las llamas se hacen más grandes con cada cosa que toquen y se lo llevan todo a su paso. Cogió el mechero del suelo y volvió a encenderlo. Esa vez no lo soltó, y apoyó el dedo índice de la mano que que tenía libre en el pequeño circulo por donde salía el fuego. La sensación se le hizo extraña. Le quemaba un poco, si, pero era reconfortante. Como cuando se tumba en el campo a recargar energías, era exactamente la misma sensación.

Por eso, este 9 de septiembre, ella esta en la parte trasera de la furgoneta, camino a Cuncúmen. Esa es la primera parada; la ciudad de agua.

Una vez han llegado, entregan 10 de las 30 cajas que tienen con todo tipo de comida salida de la tierra. Los Inmarcesibles (habitantes de la ciudad de tierra) no creen en la matanza de otros seres vivos para su propio lucro; solo para la supervivencia.

Tras entregar esas cajas, suben a la camioneta para poder seguir con la entrega de alimentos. Se dirigen hasta Masakali (la ciudad del aire) y ahí han dejado otras 10 cajas. Pero cuando están a punto de irse, se escucha el ruido de la fruta cayendo al suelo. Todos los Inmarcesibles que en total son 7, se giran para ver qué lo ha causado.

Por lo que la madre de Natura le ha contado, los mensajeros suelen ser muy bordes, pues solo quieren volver a su casa lo antes posible.

Recordando eso, y para no angustiar más a los habitantes de Masakalai, con una amplia sonrisa en su oscura cara, y con un ágil movimiento de manos, las tierras al lado de esos hombres empiezan a moverse y las pequeñas raíces que están ahí se convierten en un pequeño cesto. El hombre que le ha parecido ser el jefe, hace un asentimiento de cabeza, en señal de agradecimiento.

Natura, después de sonreírle, vuelve a subirse en la camioneta y poco después llegan a Aurora. A la chica le sorprende que, aquí, en la ciudad de fuego, las 9 personas que recogerán los cargamentos son mucho más jóvenes, casi de su edad.

Todos los mensajeros ya han bajado de los coches y estás sacando el cargamento de la furgoneta de Inmarcesible, cuando uno de los jóvenes se acerca a Rufius (el líder de los mensajeros de Inmarcesible) para ponerse a charlar.

-¿Sabes que han descubierto otro dotado?- dice el joven.

A pesar de que ese chico de ha llamado la atención, pues es realmente atractivo, no se permite fijarse demasiado en él.

-Nos van a hacer las pruebas mañana- continua- creo que a vosotros la semana que viene.

Rufius no responde, pues los Inmarcesibles aprecian el silencio.

Lo que dice el chico altera a natura, pues no puede haber dotados. No puede quedarse en su ciudad hasta la semana siguiente.

La chica no tiene muy claro que es ser un dotado. Alguna que otra vez había leído algún artículo sobre El Rey: el único dotado de Misericordia y quiere que eso siga siendo así. Por eso Natura quiere (y necesita) asegurarse antes de entrar en pánico.

-Perdón por interrumpir, pero ¿qué es ser un dotado?- dice tímida, pues, nunca antes había estado tan cerca de un chico de su edad.

-Niña, controla esa curiosidad- habla por primera vez Rufius.

-Pero...- intenta nuevamente Natura.

-¡No!

¡Vamos Rufius! La chica solo quiere saber, no pasa nada- dice tranquilo el chico- los dotados son los que pueden controlar los 4 elementos y no solo uno.

-¿Y eso es malo?

-¡Natura!¡Ya basta!- se sigue quejando Rufius.

-Lo... lo siento.

-Tranquila. Yo no lo creo así, pero El Rey es el único dotado del Reino, o por lo menos lo era, y quiere que eso siga siendo así.

-¿Por qué?

-Porque a los dotados no se puede matar, no como a nosotros, que nos mata el don de otros- explica.

-Entonces, si nada puede matarlos, ¿qué quieren hacerle?

- Supongo que encerrarle- dice encogiéndose de hombros.

El chicos después de responderle y despedirse, se dirige a uno de los coches a coger una caja para montarla en uno de sus coches. Ve darse la vuelta al chico, y, aún fijándose en él, puede vislumbrar unas figuras tras él.

Un sonido desconocido para Natura resuena por todo el campo, y, después, una compañera del chico suelta un horrible grito para después desplomarse sobre el suelo.

Todos se acercan a ella corriendo para comprobar su estado. El alivio de Natura es inmenso cuando se da cuenta de que solo le han dado en el brazo.

El chico con el que Natura ha estado hablando y otra acompañante suya cogen grandes tubos de metal, que Natura identifica como armas, apuntando a las sombras (ahora más visibles) que antes había visto Natura. El resto de Aurores imitan su acto mirando al frente. Cuando levanta la vista, Natura, ve un grupo de los que identifica como humanos, que por lo que ha leído en los libros, físicamente son iguales, pero tienen una ideología muy distinta, pues no respetan lo que es diferente a ellos.

Van a ponerse a disparar, así que, rápidamente, la joven decide crear una barrera que sale del suelo, hecha de ramas y troncos. Esa barrera los rodea a todos, impidiendo que nadie pueda acceder  a ellos.

Todos, sobre todo los Inmarcesibles, se le quedan mirando. No es normal crear semejante barrera y mantenerla sin siquiera concentrarse en ello.

-¿Cómo...?- empieza Rufius, impresionado.
-He estado practicando- responde ésta sin darle mucha importancia.
Mientras tanto, Natura se ha acercado a la chica malherida en el suelo para poner sus manos en la herida, presionando.
Unas hojas rodean el brazo también, y a los pocos segundos, se atan entre ellas; creando una venda.
Cuando Natura baja la barrera, los humanos que les habían disparado están atados por raíces, y, las armas están también, sujetadas y elevadas por más raíces.
Los aurores están cogiendo las armas y esposando con cuerdas a los humanos para cuando Natura se da cuenta.
Esta última intenta llevar a la chica tendida en el suelo hasta una de sus camionetas, dado que ha perdido mucha sangre, y al no poder, hace un movimiento con sus dedos, que hace que salgan finas ramas por debajo de la chica que la llevan hasta el coche. Los compañeros de la chica que ha sido disparada ya están en el, pues han visto que Natura no necesita ayuda.
Esta última la coloca delicadamente en la parte trasera de una de las furgonetas. También hace que un bonito girasol salga del suelo y, cogiéndolo del tallo, se lo entrega a la chica.
-Espero que estes bien- dice Natura mientras se lo entrega sonriente.