-Me ofende hasta que lo preguntes.-respondí obviando la respuesta, provocando la risa de éste.

-Genial. Levi, te toca pedir. -Eren le pasó el teléfono.

-¿Huh? Sois vosotros los que habéis tenido la idea.-gruñó de nuevo.

-Pero tú eres el mayor de los tres, te toca pedir porque eres el papiii -dije alargando la "i", sonriéndole inocentemente.

Su mirada se oscureció, atrapando su labio inferior con fuerza entre sus dientes, cortándome la respiración. Finalmente chasqueó la lengua y cogió el teléfono, yendo a la cocina para pedir las pizzas. Sacudí la cabeza en el intento de quitarme de la mente la imagen de Levi mordiéndose el labio al decirle papi.

-Eren, ¿me dejas un pijama? -dije haciendo un puchero.

-Claro, ven. -sonrió levantándose.

Lo seguí por el pasillo hasta la que era su habitación. Entramos y abrió el armario, rebuscó por los cajones y me dió una camiseta y un pantalón corto que seguramente me quedarían grandes.
Empecé a desvestirme frente a sus ojos que se abrieron sorprendidos ante tal acción.

-¿Q-Qué haces? -dijo mirándome de arriba a abajo.

-Oh venga, ni que fuera la primera vez que me ves en ropa interior. -reí.

-Ya pero... joder. -tragó fuerte apartando la mirada.

Sonreí interiormente y despacio me acerqué a él.

-¿Huh? ¿Qué pasa? -sonreí sobre su piel, besando su cuello y recreándome en él, dejando una marca que tardaría unos días en irse.

De un momento a otro sentí su boca sobre la mía, uniéndonos en un beso necesitado, como si toda la tensión sexual acumulada durante estos años saliera disparada.
Mordisqueé su labio inferior, tirando suavemente de él. Un gemido ronco salió de su garganta, encendiéndome aún más si es que eso era posible.
Lo empujé hacia la cama y me posicioné sobre él quedando a horcajadas.
Sus manos fueron a mis nalgas masajeándolas mientras yo me deshacía de su camiseta, dejando ver el trabajado torso que poseía.
Volví a unir nuestros labios, entrelazando nuestras lenguas salvajemente.
Mis manos se enredaban en su cabello sujeto por una coleta, mientras movía las caderas en círculos, notando su miembro endurecerse cada vez más.

-¿Estáis aquí? Ya he llamado, las pizzas llegar...-Levi enmudeció al ver la escena, con los ojos abiertos como platos.
Me separé de Eren, levantándome de su regazo y me dirigí hacia el azabache que aún seguía estático.

-Ahora mismo no es pizza lo que me apetece comer. -me relamí los labios antes de apoderarme de su boca.
Tardó unos segundos por el shock previo pero seguidamente respondió al beso con rudeza.
La impaciencia se veía reflejada en nuestras respiraciones, y sus manos sujetaron mis caderas rompiendo hasta el mínimo espacio que quedaba entre nosotros. Mis manos viajaban por su espalda, levanté su camiseta y me ayudó a quitarla.
Separó nuestros labios y dirigió su boca hacia el lóbulo de mi oreja, el cual mordisqueó, dejando un rastro de besos húmedos en mi cuello mientras descendía lentamente.
Sentí una ligera presión en la muñeca, y me volteé, encontrándome a un Eren sin camiseta que me observaba como si fuera un depredador y yo su próxima presa.
Sonreí maliciosamente y se miraron, como si estuvieran hablando entre ellos.
En un segundo noté que mi sujetador caía y cómo dos bocas atacaban mis pechos. Lamían en círculos con deseo, estirando y mordiendo con suavidad los pezones; jadeé retorciéndome.
Eren empezó a bajar su mano lentamente hasta llegar a mis bragas. Paseó uno de sus dedos por encima de la tela, llegando a mi feminidad, estremeciéndome.

-Vaya, pero si estás empapada. -anunció el castaño relamiéndose, provocando un fuerte tono rojo en mis mejillas.

-Tch, ¿ahora te sonrojas? -dijo Levi burlonamente dejando de jugar con mi pecho.

Levi Ackerman (One shots) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora