CAP 7

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Después de que la guerra contra los decépticons, rápidamente fuimos llevados a un cuartel militar en total secreto.

- Bien muchachos- Empezó el comandante cuando Mikaela, Sam y yo fuimos llevados a una sala apartada del resto- A pesar de que no sois militares, la experiencia militar de la mayoría es nula y que en un principio ocultasteis o, al menos intentasteis ocultar al gobierno el descubrimiento de una nueva especie de vida, habéis ayudado a evitar la extinción de la humanidad, así que por ello os doy las gracias.

- Antes de iros- Intervino mi hermano- Deberéis firmar un acuerdo de confidencialidad, es importante que nadie sepa nada de lo que ha ocurrido hoy- Informó mi hermano- Además, por guardar silencio y respetar el acuerdo Mikaela y Sam tendrán una ayuda económica y educativa del gobierno.

- ¿Y yo no?- Pregunté algo decepcionada.

- Usted ya la tiene señorita- Informó el comandante- Desde que su hermano ingresó en el ejército- Rápidamente miré a mi hermano, tenía una sonrisa pilla en el rostro ¿Cómo es que no me lo había dicho nunca? 

- Oiga, tengo una pregunta- Intervino Sam- ¿Quién arreglará mi coche?- Con aquella pregunta rápidamente miré al comandante, era cierto, Bumblebee estaba literalmente sin piernas, ¿Cómo pensaban arreglarlo?

- Nuestros ingenieros están trabajando en ello, pero aún así no es suficiente el personal que tenemos que esté lo que se dice dispuesto a trabajar con robots alienígenas.

- ¿Y por qué no los obligan? Por algo cobran- Replicó Mikaela.

- Su contrato no decía nada de arreglar extraterrestres señorita- Informó el sargento Epps.

- ¡Esperad! Tengo una amiga, ella está a punto de terminar la universidad, ha estudiado ingeniería mecánica e hizo un curso de biología avanzada ¿Por qué no nos ayuda?

- ¿Charlotte ya ha acabado los estudios?- Preguntó mi hermano asombrado, haciendo que el comandante lo mirase incrédulo- Es de fiar, créame, si Alex se lo pide no dirá ni una palabra- Dijo con algo de amargura, recuerdo que una vez Charlotte me guardó un secreto hasta cuando sus chuches de Halloween dependían de ello, y creedme, para niñas de seis y ocho años las chuches son sagradas.

El comandante, algo cansado, cedió a aquello con un suspiro pesado antes de que mandara traer a Charlotte y, mientras esperábamos su llegada, nos mandaron a una zona de la base, la más alta a decir verdad, en la que nos ofrecieron ropa y una ducha, o al menos eso nos dieron a Mikaela y a mi, a Sam se lo llevaron hace rato y no tengo ni idea de donde está.

Después de darme una ducha de unos quince minutos y quitarme todo el polvo y yeso del pelo, por fin pude apreciar de nuevo mis rizos rubios que, por un tiempo, habían sido de un todo gris blanquecino, al igual que mi ropa, ahora lucía una camisa de maga corta completamente negra con unos pantalones militares, obviamente mis botas no me las quita nadie.

- Da gusto volver a estar limpia- Dije tirándome de plancha a la pequeña cama que había allí- Y volver a sentir lo que es un colchón.

- Tampoco ha sido para tanto- Dijo ella rodando los ojos, rápidamente me incorporé y la miré con una mirada asesina- Vale no, ha sido lo peor- Admitió mientras se tiraba a la cama conmigo- Dios, por un momento creí que no lo contábamos.

- Ni yo, además, dormir en aquella furgoneta me dejó un dolor de cuello horrible- Reí al recordarlo- Por cierto, el chal de esa señora se me ha olvidado en la base donde tenían a Megatrón- Recordé.

- Bueno, al menos sabemos porqué te conocían todos.

- Ya, no pensé que mi hermano les hablase de mi a sus compañeros- Confesé mientras me estiraba.

BUMBLEBEE ||1 TEMPORADA||Where stories live. Discover now