BUMBLEBEE ||1 TEMPORADA||

CAP 4

Cuando el helicóptero aterrizó y fuimos obligados a bajar me di cuenta de que nos encontrábamos en una presa algo peculiar.

- ¿Qué hacemos aquí?- Pregunté confundida.

- Ellos saben dónde está el cubo ¿Verdad?- Preguntó Sam mientras miraba a Simmons amenazante.

- La presa reduce la radiación del cubo y limita el alcance de su poder- Nos informó.

- ¿El poder del cubo? ¿A qué se refiere?- Pregunté mientras miraba hacia el borde de la presa.

- Lo sabréis dentro de poco, por ahora solo caminen- Dijo uno de los soldados mientras nos empujaba con un arma en la espalda.

Caminamos durante un par de minutos alrededor de la presa hasta que nos condujeron por lo que parecía un puente de piedra igual a la de la presa, en él se encontraba una fila de militares armados en posición de saludo frente a otros militares de mayor rango, íbamos a pasar frente a ellos antes de que un nombre me llamara particularmente la atención.

- Capitán Lennox- Dijo uno de los almirantes de mayor rango, mis pasos se detuvieron y mi mirada, la cual se había mantenido gacha por todo el camino se alzó para mirar al soldado.

- Lennox- Susurré mirando a los ojos del nombrado mientras estos se llenaban de lágrimas, sin darme cuenta de que todos nos miraban, el soldado, sin embargo, estaba estático, tratando de disimular su asombro.

- ¿La conoce Capitán?- Preguntó Simmons.

- Es... es mi hermana pequeña señor- Dijo tragándose el nudo que se le había formado en la garganta, todos los presentes abrieron los ojos como platos ante esta noticia y yo volví a bajar la cabeza, estoy segura de que cuando se entere de lo ocurrido se decepcionará bastante- ¿Me permite Señor?- Preguntó él.

- Dos minutos Capitán- Dijo el comandante antes de darse la vuelta, cuando regresé la vista a mi hermano su expresión cambió, una sonrisa se formó en sus labios y se acercó a mi, después de dos años por fin pude sentir un abrazo suyo, mis lágrimas volvieron a salir, había llorado ya dos veces en menos de veinticuatro horas, definitivamente odiaba ese día.

- No quiero saber porqué demonios estás aquí- Dijo en medio del abrazo- O al menos no por ahora, dime ¿Estás bien? ¿Te han puesto la mano encima?- Me preguntó mientras observaba cada facción de mi cara, mi hermano por muy serio o militar que fuera siempre ha sido un gran hermano, aunque demasiado protector a mi parecer.

- Estoy bien, tranquilo, no me ha pasado nada malo- Comenté tranquilizándolo, él solo suspiró algo aliviado- Siento mucho todo esto- Confesé entre susurros.

- Sé que sea lo que sea que hallas hecho tendrá solución- Rió él haciendo que esa risa me contagiase.

- Te he echado mucho de menos- Confesé mientras volvía a abrazarlo- Temí no volver a verte cuando nos informaron de lo ocurrido en la base militar.

- Y yo pequeñaja- Admitió él.

- Tiempo Capitán- Sentenció el comandante, mi hermano gruñó en voz baja antes de besar mi frente y volver a su posición anterior.

- Eso no me lo esperaba- Dijo Sam mirándome a los ojos- ¿Alex Lennox?- Preguntó asombrado.

- Más o menos- Reí mientras me limpiaba la cara para acabar con aquellas lágrimas.

- Bien señoritas y señorito, necesitamos de sus conocimientos, el mundo está en juego- Comentó Simmons haciendo un ademán con las manos.

- De acuerdo pero quiero algo a cambio- Dijo Sam con seriedad- Que liberen a mis padres, que el historial y expedientes de Mikaela sean limpiados y borrados- Comentó- Y quiero que me devuelvan mi coche- Inconscientemente una sonrisa se formó en mi rostro.