Capítulo dieciséis. | SEGUNDA TEMPORADA.

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— ¿Que pedirás? —Preguntó Moa a su amigo mientras daba la vuelta a la carta observandola antes de entregarla.— Yo quiero una milanesa de pollo con ensalada, por favor.

— Lo mismo por favor. —La mesera anotó las ordenes.— Una limonada y una naranjada, la naranjada de agua natural. —Pidió con cortesía.— ¡Ah, y una orden de papas rizadas, por favor, gracias!

La morena esbozó una sonrisa divertida y enternecida al escuchar a su compañero pedir aquello.— Lo recuerdas... —Susurró un poco incrédula pero tan enternecida.

— Claro ¿Como olvidar algo que sé que te gusta? —En una ocasión, Moa mencionó que si había algo que amaba es que de aquel restaurante en donde se encontraban ahora, era la naranjada que servían, pero con la diferencia de que en lugar del agua mineral con la que la preparaban ella prefería el agua natural.

Moa balanceó su cabeza a un costado enternecida.

Robert se merecía todo.

La conversación entre ellos comenzó a ser amena, empezando principalmente por el interés de Pattinson en su adaptación a su hogar después de casi dos años. Cuando llegaron las ordenes al cabo de los minutos comenzaron a comer gustosos disfrutando de la compañía de cada uno.

Moa apreciaba sin duda que hasta el momento Robby no le hubiese preguntado por Daniel pero sabía que su suerte no duraría demasiado y antes de entrar en ese tema, aprovecharía de la compañía grata que era justo ahora el varón de ojos azules.

Robert por su parte cada bocado que daba era un recordatorio de la razón principal por la cual estaba ahí, Moa era la razón por la que él se iba de la ciudad pero no porque la detestara sino porque debía alejarse para encontrar a alguien más y sepultar así sus sentimientos por ella para que florecieran por alguien más que lo mereciera.

Sonaba egocéntrico, se sentía como todo un egoísta con ese pensar pero él también tenía derecho a buscar a alguien que lo amara ¿Verdad? Eso no estaba mal ¿Cierto?

Si no estaba mal ¿Por qué se sentía así?

— ¿Y que me dices de Daniel? —Preguntó Pattinson queriendo sacar un nuevo tema de conversación entre ellos dos.— No he podido verlo ¿Ha ido a la casa?

Moa hizo una mueca que fue prontamente reemplazada por esa expresión de desinterés.

— No, no ha ido... Pero está bien si te interesa, igual Erin, irán a la casa la próxima semana —Mintió.— Ve, así volvemos a pasar el rato como en los viejos tiempos.

La sonrisa de Magdala estremeció el interior de Robert.

De repente el ambiente entre ellos dos se había vuelto algo extraño, un poco serio, se notaba por el semblante de Robert quien en cuanto sus ojos azules chocaron con los de Moa no pudieron resistirse a mirarla con algo de tristeza.

— Respecto a eso...

¿Cómo le dirías "Adiós" a alguien a quien realmente no querías decirle eso?

Moa dejó de comer, bajó el cubierto con comida cuando notó a Robby algo incómodo cosa que la preocupó demasiado.

— ¿Qué pasa? —Bajó sus ojos marrones al platillo de Pattinson.— ¿Hay algo malo con tu milanesa?

Robert dejó salir una sonrisa triste sin gracia negando con la cabeza.— Para nada, no. —Se reacomodó en su silla optando en tener esa postura adecuada, recta, imponente, su diestra que sostenía el cubierto bajó para extenderse hacia su servilleta y limpiar su rostro.

Moa tenía una mala sensación sobre esto.
No dijo, miró al hombre frente a ella con curiosidad y preocupación.

Robert en su lugar, carraspeo su garganta después de darle un trago a su bebida.- Moa, tengo algo que decirte, es la razón por la cual te cité aquí.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora