Nota de la escritora: Todos mis Fics se concentrarán en la misma regla. En el mundo de magos se cree que el amor es amor, y no hay discriminación a los homosexuales. Créditos a Dulce de Luna porque ella creó eso. Alábenla y besenle los pies.
"El príncipe está en venta"
"El príncipe de Slytherin está en venta"
"Es estupendo"
"Su precio alto lo vale"
Rumores y rumores resonaban hacía semanas, pero nada realmente confirmaba que aquello sería verdad. Se decía mucho, pero de algo realmente podía estar seguro; si el Príncipe estaba en venta sus precios serían altísimos. No obstante, había también había escuchado que solicitan sus servicios chicos y chicas, y no le negaría a nadie el placer de caer en sus brazos, ni siquiera a los sangre sucia. Hermione, quien lo acompañaba en la biblioteca para ayudarle a hacer un trabajo, también estaba algo distraída. Probablemente pensando en lo mismo que él.
-Ha...Harry... -Balbuceo ella, mientras corregia el trabajo del chico. Sus manos eran ágiles, su boca, en esos momentos, no. Y debía agregar de que era la primera vez que hacía tema de conversación.
Observó los ojos del chico entre hechizos para cambiar la ortografía. A Harry le divertía ver a su amiga así; tan torpe, avergonzada y, en parte, enamorada. No es con malas intenciones ¡Por favor, no! El tan sólo adoraba que por un momento dejara de ser "La bruja más inteligente de su edad" a tan sólo ser Hermione, una chica que también se equivoca y es torpe. Y tal vez por eso eran amigos, el tampoco era "El elegido" con Hermione, él sólo era Harry; un chico de 16 años metido en un montón de expectativas que no podía, o no sabía cumplir.
-¿Si, Hermione? -Preguntó Harry, restandole importancia y observando cómo iba quedando su trabajo con las habilidades de Hermione.
-¿Haz escuchado lo de Malfoy y... su servicio? -Se sonrojó hasta las orejas, y volvió a pegar la vista en el pergamino. No pudo evitar pensar en que sería una maravillosa Weasley. Harry asintió con la cabeza, pero como no le estaba viendo ahora solo susurró un "Ahá"- Bu-Bueno... ¿Te...Te molestaría que lo pi...pidiera? -Ella trato de susurrar lo más bajo posible, quizás con la leve posibilidad de que no lo escuchara, pero lo hizo.
El se quedó pensando unos momentos, sin saber qué responder ¿Cómo decirle a su amiga que mentía sobre su amor hacia Ginny Weasley sólo para ocultar su amor hacia Draco Malfoy, que probablemente no sea correspondido y pensaba llevar a la tumba? Era difícil, y no necesario. Solo debía mentir, decirle que le molestaba la idea de su mejor amiga haciéndolo con su peor enemigo, pero... Merlín. Le dolía mentirle a Hermione, la chica que le ayudaba, aconsejaba, se reía en las buenas, lo ayudaba en las malas, quien le había confesado con toda confianza su amor a Ron... ¡Alto! ¡Su amor a Ron! ¿Ella no debería estar intentando desesperadamente su atención?
-¿Y Ron? -Preguntó sin embargo, susurrando de manera despreocupada.
Era sorprendente la manera en el que Harry podía pensar mil cosas y sólo decir una.
-Si él está con Lavander yo puedo estar con Mal...Draco.
"Bueno" Supuso para sus adentros "Si lo va a hacer con él debe acostumbrarse a decir su nombre, no sea que se le escape un Malfoy en plena acción en la no..."
Detuvo sus propios pensamientos ¡Estaba en juego SU Malfoy! De pronto la imagen de Hermione bajo Draco besándose aparece ante sus ojos ¡Merlín, por favor no! No es como si Hermione se molestara si él se negara, de hecho, le estaba pidiendo su opinión. Y quizás su opinión influya que en su respuesta.
-No quiero que te metas con él... De esa forma. -Dijo finalmente, con una mueca que decía todo lo que pensaba "Perdón, pero así me siento".
-Pero Harry... Es el Príncipe. Sería perfecto para que Ron abra sus estúpidos ojos.
