One Shot: "Un nuevo comienzo" [Stalexx]

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Te amo Ale”, fue una de sus últimas palabras. Todo pasó tan rápido que ni tiene sabor a realidad. Ese día, el primer día de los últimos, donde vimos al señor con capa blanca. Las camillas, las agujas, la luz tan blanca como una hoja recién terminada, las noches son dormir, el dolor mutuo que nos llevábamos… Todo eso y más, lo sigo sintiendo en la piel. Hoy es un día gris, bastante oscuro y todo lo que abarca mi vista está nublado. Sólo pienso en el silencio que retumba en el aire, acariciando el césped opaco, tratando de calmar los sollozos que algunos tenemos, e intentando apaciguar el alma de cada presente. Verlo partir en menos de cinco meses me hace pensar que la muerte está a la vuelta de la esquina, y como es muy hija de puta, se lleva a los que menos se lo merecen. ¡Guillermo tenía mucho por vivir! ¡Tenía sueños, deseos, metas! ¡Y yo quería ser parte de ello, apoyarlo en todo! Y eso traté de hacer… Apoyarlo hasta su último aliento, pero lo que siempre me arrepentiré fue no estar en su última mirada…

-Alex…- Sentí que alguien me tomaba del hombro. No tuve valor para mirar hacia mi derecha y sólo atiné a agachar la mirada.

-No llores…- Volví a escuchar. No había notado que mis lágrimas bajan por mis mejillas. Apreté los ojos y empecé a llorar en silencio. Unos brazos me rodearon y rompí en llanto, agarrándome del pecho de quién quiera que sea el que me abraza.

  En ese momento, donde todos daban las últimas condolencias a la familia y a mí, supe que estaba en un vacío, cayendo eternamente en la nada. Perdido en todo lo que alguna vez soñé, anhelé, todo lo que pensé… Todo se fue con él.

-

-Hijo, ¿no saldrás hoy tampoco?- Escucho a mi madre del otro lado de la puerta de mi cuarto.

-No… No tengo ganas de nada, en serio.- Estaba recostado en mi cama, mirando la pared. Hace tres días le dije el último adiós a Willy, y nada. No me da ganas de hacer nada. Avisé por Twitter y Facebook de que me desconectaría un tiempo de todo. Lloraba cada cierto tiempo, destrozado casi por completo. Aún recuerdo a las personas que hablaban a espaldas mías sobre lo sucedido: “pobre Alex, debe ser difícil perder a tu pareja y mejor amigo”, “menos mal que Alex no estuvo cuando falleció. Escuché que lo obligaron a ir a su casa a descansar un poco…”. Y es cierto. Recuerdo que ese día Mangel y Cheeto me “obligaron” a ir a mi casa a descansar, por lo que me despedí de Willy, prometiéndole que volvería lo antes posible. Ahí, en ese momento, me miró con sus ojos cansados pero siempre llenos de esperanza y me dijo lo último. Salí de la habitación y corrí a por un taxi, rogándole que no tardara en llegar a mi casa. Llegué a darme una ducha rápida, cambiarme ropa y buscar algo sencillo y rápido para comer; y justo cuando iba saliendo nuevamente, me llaman del hospital. “Lo sentimos mucho, Alejandro…” fue lo que necesité para saber de sobra que no pude estar en los últimos momentos de vida de mi amado. Algo que jamás me perdonaré.

  Me siento en mi cama y veo por la ventana. Veo el jardín cerca del edificio y a mi madre paseando a Max. ¿Desde cuándo que no lo paseaba? Siento que había pasado siglos desde la última vez que salí con mi perro.  Volví a recostarme, pensando en dormir un poco cuando la vibración de mi móvil me saca de mi idea. Lo cojo sin siquiera ver quién era.

-¿Sí?- Dije algo frío.

-¿Alex? Madre mía chaval, que ni a tu buen amigo le saludas con afecto ahora.- Suspiré y sonreí un poco ladeado al escuchar la voz de Staxx al otro lado de la línea.

-Vale, perdón. Pero sabes que no estoy de humor para nada…

-Me lo imagino. Mira, me preguntaba si te gustaría venir a Castellón en unas semanas más con los demás. Mis padres se irán de viaje a París y no quiero estar solo.- Rió.

One Shot: "Un nuevo comienzo" [Stalexx]Where stories live. Discover now