13. ¿Está en todos lados?

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Sus labios se movieron pasionales sobre los míos, aumentando la profundidad del beso, tanto que me tuve que apoyar en sus hombros, sintiendo como mis piernas se convertían en gelatina.

Se oyó como la puerta del compartimento de al lado se abría, seguido por el sonido del agua caer.

Una vez volvimos a quedarnos solos, le aparté empujandole suavemente, buscando el oxígeno que me faltaba. Él no se separó de mi, apoyó su frente contra la mía, mirándome a los ojos mientras regulaba mi respiración.

Acarició mi mejilla con delicadeza, como si temiera romperme.

-¿Qué te han hecho? - sus ojos se oscurecieron y su voz sonó ronca- ¿Quién? -gruño.

-¿De que hab...? -mierda, al lavarme la cara me quite el maquillaje.

-No es nada -mentí- Sólo me caí.

Hizo una mueca de disgusto, sabia perfectamente que estaba mintiendo, pero no le iba a decir la verdad.

-Pequeña mentirosa -suavizó su expresión- ¿Te encuentras mejor?

No le respondí, al menos no con palabras. Apoyé mi rostro en la mano que me acariciaba, dedicándole una sonrisa sincera, que inmediatamente fue devuelta.

-Tenemos que salir de aquí -dijo tras un rato, rompiendo el silencio que nos envolvía, un silencio agradable, y extraño.

Asentí con la cabeza a la vez que el se alejaba de mi para abrir la puerta. Cuando lo hizo me sentí vacía, deseaba que volviera a abrazarme, entrando en un estado de confusión.

Nunca había sido dependiente de alguien, pero ahora quería serlo. Pero no de una persona cualquiera, quería ser dependiente de él, únicamente de él.

Sacudi la cabeza, alejando esos pensamientos y extraños sentimientos de mi mente.

-Vamos lenta -me apremio, ya en la puerta- Quiero llevarte a un sitio.

Le seguí por los corredores, preguntándome interiormente adónde me llevaba.

-Debería quedarme, tengo que esperar para ver a... -se me quebró la voz, incapaz de seguir.

-Idiota -llamé su atención haciéndole parar en seco, girandose para mirarme y suspirar.

-Está bien -cedió- Pero un día de estos vendrás conmigo, sin escusas.

Asentí obediente, siendo guiada otra vez por él hacia las sillas frente a la habitación de mi madre.

Esta vez sólo estaba Rose.

-¿Algún ca...cambio? -tartamudee acercándome a ella, soltando la mano de Erik, que hasta ese momento había estado sosteniendo la mía.

-No -sonrió triste, con los ojos rojos e hinchados como yo.

Al mirarme abrió mucho los ojos.

Mierda.

El maquillaje.

-¿Qué te ha pasado? -pregunto levantándose rápidamente, tomando mi cara entre sus manos, inspeccionandome con cuidado, ladeando de un lado a otro mi rostro para verme con más claridad.

-Me vas a marear -le informé, inexpresiva- Me caí.

Me miró cejuda, considerando mi respuesta.

Su móvil comenzó a sonar, reclamando su atención.

-T...tengo que irme -se puso pálida al ver la pantalla- Será sólo un segundo -se escuso.

Alcé la ceja viéndola alejarse. ¿Quién la habría llamado para que reaccionara de aquella manera?

-¿Quieres seguirla? -me leyó el pensamiento el pelirrojo, hablando en susurros en mi oído.

Afirmé con fuerza, expulsando curiosidad por todos los poros de mi ser.

Volvió a tomarme de la mano, y la seguimos con cuidado, teniendonos que esconder cada vez que se paraba a examinar su alrededor, como si no quisiera que la siguieran.

Sospechoso.

Y así estuvimos hasta que llegó a la cafetería. Una vez allí volvió a revisar el móvil, tecleando rápidamente.

-¿Con quién está hablando? -se preguntó a si mismo el pelirrojo, mirándola confundido.

- ¿Es normal este comportamiento en ella? -la señale mientras miraba de un lado a otro como una psicótica, sentándose en una de las mesas más alejadas, sola.

-Normalmente no -se puso pensativo, recordando- Aunque últimamente se comporta extraño.

-¿Desde cuando? -inquiri curiosa.

-Desde que nos mudamos -fijó sus ojos serios en los míos.

Frunci el ceño. ¿Acaso yo y mi madre habríamos tenido algo que ver?

-Se acerca alguien -tiró de mi escondiendome más, cubriendo mi cuerpo con el suyo.

Me asomé tras su cuerpo, asombrandome al ver a la persona que se acercaba relajado a Rose, saludandola con dos besos afables en ambas mejillas.

El director.

¿Acaso ese hombre está en todos lados?

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En multimedia el director, que bien que se conserva *sangrado nasal*

Hola mis hermosos patitos-pingüinos, ¿qué os parece el capítulo? Yo tengo la sensación de que voy algo lenta pero bueno, ya se aclarará todo y os quedaréis congelados XD, aunque claro, si sois pingüinos...

PD: votad mis pequeños votad

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