Capitulo 33: Nuevos Placeres

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—Dime.

—Cuando me contaste sobre tu esposa mencionaste algo de jugar. ¿A qué te referías?

Se queda en silencio, pienso que le he molestado y me doy por vencida. Cuando logro agarrar el sueño su voz me reanima.

—¿De verdad quieres saber?

Algo soñolienta respondo:

—Me muero por saber...

Siento su cuerpo acercarse al mío, el sueño se esfuma. Su aliento me acaricia la nuca. Me la besa y responde:

—Tiempo al tiempo... ¿Recuerdas? —Suspiro—. No vuelvas a decir que eres mi puta, ¿entendido?

—Entendido.

—Descansa, Meg.

Vuelve a despegarse de mí. Con una conmoción alocada tras de unos minutos me duermo. Siseos me levantan. Sus movimientos abruptos me cortan el sueño. Me siento y ladeo. Está intranquilo, sufro al ver como lo que sueña lo atormenta. Lo toco y tirita. Balbucea el nombre de su esposa una y otra vez. Me siento impotente ante la situación. Debe serle un infierno noche tras noche. Me acerco a él y lo abrazo. Acaricio su pelo y susurro en su oído «Solo es un mal sueño», acerco mis labios a los suyos y los beso. Tiembla, esta frío. Lo abrazo y subo mis piernas a las suyas. Inconsciente corresponde mi beso. Siento que se calma y serena poco a poco. En minutos vuelve a retomar el sueño. Me acurruco en su costado y cierro los ojos. Siento que su brazo me une más a él.

—Gracias.

Me paralizo, se ha despertado. Me despego de él para no incomodarle muerta del nervio.

—Discúlpame, solo quise...

—Ahuyentar el mal sueño.

—Sé que no te gusta que me acerque a ti mientras duermes, pido mil disculpas.

Se viene tras mi espalda y besa mi cuello.

—Eres algo que comienza a cambiarme de adentro hacia afuera.

Siento su respiración tras mi nuca. ¡Voy a explotar! Me abraza la cintura.

—Tal vez así, no me del mal sueño.

Quedamos dormidos en minutos uno abrazado del otro. En la mañana el olor a café recién colado me levanta. Miro a mi costado. No hay piernas rusas entrelazadas con las mías. Más bien no hay ruso en mi cama. Bostezo y algo confundida me pongo en pie. Me cepillo los dientes y avanzo a la cocina. Esta sentado en un taburete con unos vaqueros y camisa negra. Lo miro con el ojo cuadrado ¿De dónde saco la ropa?

—Buenos días Meg.

—Buenos días...

Mira la cafetera.

—¿Quieres café?

Digo que si con la cabeza. Me sirve una taza y mi curiosidad puede más que mi silencio. La ropa... hasta parece nueva.

—¿De dónde has sacado la ropa?

—Sergey me la trajo hace una hora junto a Aleksandra.

—¿Sergey? ¿Sergey Kozlov? ¿Que no estaba en España?

—Además de ser el representante legal de mi empresa. Es mi mejor amigo y le pedí que viniera. Llegó hoy.

Me da la taza de café.

—¿Y estará mucho tiempo aquí?

—El necesario, ¿por qué la pregunta?

—No, por nada.

Tuya Por Una Noche© Nuevamente en wattpad!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora