SAVE FEST 2021

5- Despedida

Tabla: SAVE FEST

El sistema de auto salvación del villano escoria

Drabble: Despedida

Personaje: Su Xiyan

Advertencia: Muerte de personaje

Su vientre dolía, de la energía espiritual casi no le quedaba nada pero lo peor no era eso. Lo peor era la confirmación de que la pequeña vida que tenía entre entre sus manos tendría que crecer sin tenerla. 

La discípulo principal del palacio Huan Hua sabía perfectamente que no le quedaba mucho tiempo de vida.  No después de haber bebido el veneno que su propio Shizun le había dado.

No había esperado algo como eso, que le hiciera intercambiar la vida de su pequeño hijo por la suya propia ¿Es que acaso no tenía respeto por nada?

Apretó los dientes con fuerza entre la frustración y la enorme tristeza que la estaba aquejando, sin dejar de mirar esa pequeña carita rolliza —Mi niño...—no pudo evitar murmurar, comenzando a darle besos por toda la cara. Sus ásperos dedos, lastimados por la batalla anterior, acariciaban con ternura todo ese cuerpecito.

Este bebé era la muestra de que había sido amada realmente, que pese a todo ella también había podido amar a alguien.

—Lo siento, mamá no va a poder cuidarte. El mundo es difícil y está lleno de personas que sólo buscan su propio beneficio, pero tú tienes mi sangre y la de tu padre, por favor bebé, te lo ruego, vive —lágrimas cayeron en el rostro del bebé que sólo balbuceaba, removiendose un poco entre los brazos de su madre.

Su Xiyan abrazó más a ese bebé, llenandole de atenciones — Yo quería tenerte, te amo bebé, no puedo ponerte ni un nombre pero… todo lo que puedo hacer es darte la oportunidad de seguir viviendo...—lo envolvió en sus propias túnicas, cuidando que ninguna delatara de dónde venía, que nadie pudiera rastrearlo de regreso.

— Río Luo, Rio Luo— murmuró mientras colocaba su tesoro más valioso en esa pequeña canasta tejida — En esta canasta llevas mi felicidad, llevalo donde pueda ser libre, donde pueda vivir…

Empujó la canasta al agua con el último suspiro. Su vida se fue apagando de la misma manera que su pequeño hijo iba desapareciendo en la corriente del Río.

— Tianlang-jun… si lo encuentras… cuidalo.

Sus ojos se cerraron para no volver a abrirse jamás.